Capítulo 64 Charla.

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Estaba completamente estática.
No sabía que decir ni qué hacer, así que solo me quedé quieta mirándolo. Llevábamos un rato así, él sentado en la silla junto a la cama observando mi mano sobre la sábana y yo viéndolo a él.

Estábamos solos y no había nadie que me salvara. Luego de que Hurley me cargara hasta mi habitación y me diera un sermón sobre que no fuera cruel con él ni conmigo misma todos se fueron a la sala de estar donde mi padre cuidaba que no derramaran cerveza en el sofá.

Temí tantas veces volver a verlo y seguir amándolo, repasé en mi mente tantas cosas que quería decirle y no pude, me convencí de que no regresaría en mucho tiempo..., y ahora estaba frente a mí.

—Di algo, Hope.

Mi nombre en su boca sonaba tan feo, quizá porque quería que me llamara "bombón". O quizá porque no quería que me llamara de ninguna manera y solo me besara y dijera que todo estaba bien entre nosotros y que olvidamos lo que había pasado. ¿Para que estar aquí juntos si no iba a llamarme de una forma cariñosa y juguetona como acostumbra?.

—Me caí.

Sonrió con amargura y asintió sin verme. Aún estaba viendo mi mano.

—Y te rompiste una pierna, estoy enterado— sorbio por la nariz y una gota de agua cayó desde su rostro hasta mi sábana. —¿Te duele?.

¿Estaba llorando?. Parecía que quería tomar mi mano pero por alguna razón no lo hacía.

—No.

Me tomó la mano delicadamente con las dos suyas y la acercó a su rostro para besarla dulcemente y luego ponerla en su mejilla.
Era eso..., quería tocarme pero no lo hacía porque temía lastimarme.

—No te preocupes— le pedí. Solo quería que viera que no me sentía mal.

Con mi mano acaricié su mejilla y pasé los dedos por su cabello oscuro. Kas cerró los ojos y dejó que siguiera acariciándolo. No sabía si esto le ayudaba, pero para mí era como un analgésico.

—Hope, pensé que...— suspiró, —pensé lo peor cuando me llamaron anoche. No tienes idea de lo cerca que estuve de estrellarme cuando venía para acá.

—Estás mojado— dije con mis manos en su cabello.

—No dejé de conducir en toda la noche, posiblemente tenga orden de arresto en un par de estados— tomó mi mano de nuevo y la besó para luego pegar su frente a ella. —Pense que te perdería.

—Y yo pensé que ya te había perdido— me miró a los ojos.

Por supuesto que no me refería a que hubiera muerto, sino a que no volveríamos a estar juntos.

—No estoy para nada feliz con esto— negó. —Cuando pensaba en todas las cosas malas que pudieron haberte pasado en ese accidente me arrepentí de haberme alejado más de lo que ya lo estaba de por sí.

Entonces me entró la curiosidad.

—¿Dónde estabas, Kas?— esa no era la pregunta que en realidad quería formular así que la cambié. —¿Qué estabas haciendo?.

Miró a otro lado de la habitación, donde el pony gigante que me compró estaba sobre una silla del escritorio.

—No hacia nada que lo que crees que estaba haciendo...— sonrió. —Ni lo que hice cuando mi madre murió.

Bueno, no se estaba acostando con chicas ni metiéndose en peleas como antes.

—¿Entonces?.

—Estaba fuera de San Francisco— sonrió. —Si te digo que fui a probar el licor de todos los bares de aquí a Napa se escucha menos patético que si te digo que estuve bebiendo por el valle de la amargura como un cuarentón después del divorcio.

Sonreí. Ahí estaban las bromas de Kas que extrañaba.

—Así que sufriste la ruptura— levanté ambas cejas como si no me importara.

Se rió un poco.

—Si, eso también resume bien lo que hice estos días— me acarició la mejilla él esta vez. —Cuando me llamaron estaba en Napa pensando junto en tí... Bueno, siempre estaba pensado en ti, pero cuando me dejaste— levanté una ceja, —perdón, mala elección de palabras. Quise decir cuando terminaste conmigo, yo fui quién te dejo a ti...

—Kas— le cubrí la boca, —no creo que sea bien momento para hablar de eso...

—No me digas que no es buen momento para hablar, Hope. Anoche el amor de mi vida se cayó de una moto en la que pudo haber muerto, para mí desde ahora todos los momentos son buenos para hablar contigo.

El amor de su vida.
¿Cómo se podía referir a mi de esa forma después de decirme que yo no correría con la suerte de quedarme con mi más grande amor?...
Entonces se me ocurrió que esa tarde en el baño él no quiso decir que yo no tendría esa suerte, sino que él no la tendría, él en realidad no tenía idea de que yo lo amaba tan intensamente.

Todo se había complicado tanto y ahora estamos separados.

—Fue un lindo detalle el bombón— sonreí tratando de cambiar el tema.

—Saliste corriendo del hospital en cuanto lo viste— dijo haciendo que nos rieramos juntos.

—Si, es que...

Alguien llamó a la puerta en ese momento y mi padre asomo la cabeza.

—Hopy, el hospital envió a alguien para revisar que tomarás tus medicinas correctamente.

Abrí mucho los ojos. Mi papá no tenía idea de que su pequeña hija había coqueteado con el enfermero para que la sacara del hospital sin consentimiento del doctor.
Si el hospital me había mando algo, seguro que no era para que me dieran la medicina.

—Eh, gracias, papá. Dile que pase, por favor...

La puerta se abrió más dejó ver a mi enfermero sexy.
¡CON UNA MIER...!

—¿De verdad trabajas en un hospital?— preguntó Kas.

Marcus levantó una ceja pero no dijo nada. Se limitó a asentir con la cabeza hacia mi padre y después entró a mi habitación sin apartar los ojos del suelo mientras sonreía y caminaba a mi mesa de noche donde estaba la bolsa de medicinas.

—¿Cómo te encuentras? ¿No tuviste percances en el camino a casa?.

—Ah...yo...— trague saliva, —siento el dolor de las costillas incluso cuando respiro.

No estaba asustada porque de encontrara con Kas, sino que estaba sorprendida de que hubiera venido hasta mi casa solo para ver cómo estaba. Era un detalle muy lindo de verdad.

—Cuando le di las medicinas a tus amigos olvidé una de las más importantes y el papel donde decía como cuidarte la pierna así que tuve que venir en cuanto acabó mi turno— se sentó a un lado Demi cama al lado contrario de donde estaba Kas y comenzó a comparar las medicinas con una lista que traía en el bolsillo.

—Oye, ¿puedo preguntar si eres así de atento con todos tus pacientes o solo con las chicas lindas?— Kas lo observó con los ojos entre cerrados.

Marcus lo miró unos segundos sin contesta y luego volvió a mirarme a mi.

—¿El ex de "bombón"?— sonreí y asentí, Marcus volvió a la lista de medicamentos. —Ya veo.

—Oh, ¿y también te sabes cómo la llamaba?— ahora me preguntó a mi. —Hope, ¿quién es este tonto?.

¿Soy mala ahora?Where stories live. Discover now