Señaló hacia arriba, refiriéndose a la superficie, y negó con el dedo para después señalarse los ojos: "Si salimos te verán".

Me pasé una mano por el cuello al cabo de unos segundos, al notar aún más la falta de oxígeno.

Tamiel me acercó a él y, sin previo aviso, estampó sus labios en los míos, indicándome que abriera la boca, hice caso, compartiendo parte de su aire. Se separó, observando mi brazo con el ceño fruncido, viendo como el agua se tornaba algo roja a mi alrededor por el corte.

Aguanté un poco más bajo el agua, pero volví a sentir la falta de oxígeno, seguido de una presión muy agobiante en el pecho. Empecé a tragar agua, obligando a Tamiel a rodear mi cintura y sacarme a la superficie, provocando que tosiera mientras intentaba respirar con normalidad, aunque la presión en mi pecho y angustia no desaparecían.

Apoyé la cabeza en su hombro, sintiendo los leves toques de su mano en mi espalda.

-¿Mejor? - ​preguntó, llevándome hasta la orilla.

Miré a nuestro alrededor en busca de Luzbel; no había ni rastro de él, lo que me llevó a pensar lo peor. Mi mirada conectó con la de Gabriel, pero antes de poder decir algo, alguien se abalanzó sobre mí, propinándome un fuerte golpe en la cabeza al caer al suelo. Zophiel posó ambas piernas sobre mis brazos, para impedir que me moviera, apuntó con el arco a Tamiel y, aunque intenté hacerla a un lado o impedirlo de alguna manera, disparó cuatro flechas, clavando sus alas grises en una pared de ladrillo cercana.

Cuando se aseguró de no tener más molestias, colgó su arco de plata a la espalda y tomó una de las flechas plateadas con ambas manos.

Intenté reunir toda mi fuerza para quitarla de encima, pero ni siquiera se movía un ápice, riéndose de mi intento estúpido en mi cara.

-Gabriel, quítala las esposas - ​ordenó, acomodando sus rodillas en mis brazos y dejando caer todo su peso para mantenerlos pegados al suelo, impidiendo que me moviera lo más mínimo.

-Zophiel... - ​ ​intentó dialogar con ella -. Lucifer tiene razón, no deberíamos intervenir hasta el Juicio​ Final - ​puso la punta de la flecha a milímetros de mi garganta.

-¡Hazlo, Zedequiel no aguantará mucho más tiempo reteniendo a Lucifer! -​ ​exclamó, autoritaria.

Gabriel se acercó con un suspiro y se arrodilló junto a nosotras. Observé a Gabriel a modo de súplica, aunque no sirvió de mucho ya que negó con la cabeza, indicándome que esta vez no podría escapar ni ayudarme.

Escuché un "click​" que paralizó mi corazón y provocaron que las lágrimas empezaran a caer por mis sienes.

Por favor, no quiero morir...

-Esto se terminó - ​sonrió Zophiel, agarrando la flecha con ambas manos y elevándola un poco. Cerré los ojos con fuerza, aterrada -. No... puedo - ​los volví a abrir. Intentaba tirar de la flecha hacia abajo con todas sus fuerzas, pero no se movía más de lo necesario, hasta que su cuerpo se tensó -. Pero, Altísimo... - ​susurró sorprendida, clavando sus ojos lilas en algún punto del suelo. Miré a Gabriel, quien estaba cruzado de brazos con el ceño levemente fruncido y atento a sus pensamientos -. Yo​ solo... - volvió a susurrar antes de cerrar la boca y quedarse unos segundos en completo silencio, escuchando -. Sí, señor... - ​​afirmó incorporándose y alejándose de mí cuatro pasos con la cabeza agachada y apretando con fuerza la flecha de su mano.

Sin decir nada más, extendió sus alas y se marchó de nuestra vista.

Apoyé de nuevo la cabeza en el suelo, observando el cielo grisáceo por unos instantes, pero no pude evitar posar mis manos sobre mi rostro, evitando romper a llorar por el miedo que había sentido.

Lucifer (1° Parte) || En Físico ||Where stories live. Discover now