Capítulo 27

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-Por favor, dejad de pelear - ​pidió Turel logrando apartar a Tamiel.

-Oye Azael, ​¿tienes la navaja que te di? - ​preguntó Luzbel sacando la suya y la mía de la parte trasera de su pantalón.

-​Sí, está detrás de la barra.

La rodeé y busqué entre las tantas cosas que tenía, intentando no desordenar nada; al dar con ella, se la di a Luzbel.

Las dejó sobre una mesa, junto a la espada de Uriel.

-Llevar una espada a todas partes es incómodo... - ​musitó pensativo.

-Deberíamos ir a ver a Azkeel -​ aconsejó Azael -. Sé que no te gusta las armas grandes para pelear, pero sigo pensando que las navajas no nos van a ser de mucha ayuda como vengan tus hermanos, además, tendrás muchas más armas para elegir o te puede incluso modificar la espada ardiente de Uriel - ​asentí de acuerdo con él -. Igualmente, por mucho que nos armemos si Mikael viene será complicado entrar en combate con su espada sagrada...

-No creo que ese imbécil se tome la molestia de matar a Ashley - ​comentó Luzbel, apoyándose en la mesa con los brazos cruzados.

-Pero sí vendrá a por ti - ​agregué sentándome junto a Turel, quien me sonrió.

-Lo sé, pero hasta que Zedequiel o Gabriel no se deshagan de ti no intervendrá en la misión - ​se encogió de hombros -. ​Lo conozco. Hasta que no se deshagan del "lastre" no va a mover ni un dedo - ​hice una mueca de desagrado.

-Al menos, Gabriel está de nuestra parte - ​crucé las piernas sobre la silla.

-Bueno, más bien está de tu parte - ​corrigió Azael.

-Si no estuviera de vuestra parte, no hubiera estado con vosotros hace unas horas mientras yo no estaba - ​me encogí de hombros.

-Te estaría esperando...

-Mientras yo no estaba os podría haber hecho algo, y tan solo se mantuvo a un lado - ​sentencié.

Lo pensó mejor, dándome la razón en eso último, ya que podría haber acabado el trabajo que comenzó sus hermanos, sin embargo, se mantuvo al margen en todo momento.

-Nos tocará ir donde Azkeel... - ​suspiró Luzbel pasándome mi navaja -. Solo iremos nosotros dos - ​avisó al darse cuenta que los tres se incorporaron para ponerse en marcha -. ​Azael no se puede mover todavía y, vosotros dos, os quedaréis con él - decretó a Turel y Tamiel -. ​Ten - ​le dio la navaja de Azael a Turel, quien la aceptó algo extrañada -, ​por si pasa algo que puedes defenderte un mínimo - ​explicó.

Sonrió algo conmovida por la preocupación de Luzbel antes de guardársela en el bolsillo de su pantalón militar azul oscuro.

Luzbel volvió a colocar la espada ardiente en el lateral de su cinturón mientras Azael buscaba algo tras la barra, sacando una pequeña caja negra.

-Mismo número, mismos datos - le tendió un móvil.

Luzbel lo guardó con una sonrisa amplia, agradecido.

-No creo que tardemos más de lo necesario... - Azael asintió antes de marcharnos del bar.

-¿Dónde tenemos que ir? - pregunté con curiosidad.

-A la otra punta de la ciudad, así que...

-Necesitamos un vehículo, ¿no? - sonrió de medio lado, dándome la razón.

Lucifer (1° Parte) || En Físico ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora