CAPÍTULO 9

8.8K 411 57
                                    

Como todas las mañana, me reuní con mis amigas delante del instituto antes de que las clases empezaran. Había venido con Alex pero él se había ido con Thomas, como solía hacer todas las mañanas.

– Tendréis mucho que contarme ¿no? – dije al llegar a su altura.

Male sonrió de oreja a oreja y Nora se puso a mi lado.

– Gracias al cielo que has llegado. No quiso contarme nada ayer – me dijo cogiéndome del brazo.

– Eso es porque no tengo nada que contar – respondió mi otra amiga – Cuando tú te fuiste en coche, Diego quiso acompañarme a casa. Y nada más.

Nora y yo nos miramos con cara de cómplices.

– ¿Y de qué hablasteis? – preguntó la rubia con una ceja enarcada.

– Eso si es que hablaron – añadí por lo bajo pero ambas me oyeron.

Nos reímos con ganas.

– Sois horribles – dijo Male – Y hablamos de todo en general, pero no tocamos el tema del pasado. No sé... Me dio la sensación como si empezáramos de cero, como si no hubiéramos sido nada antes. Ma gustó, no fue nada incómodo – admitió al fin.

– Ohh – soltamos ambas a la vez y la abrazamos.

– Nos alegramos mucho por ti, hermana – comentó Nora y entonces sonó el timbre.

– Enserio chicas. Si para que esto ocurriera deberíamos haber salido antes con ellos, lo hubiéramos hecho – comenté mientras caminábamos hacia clase.

– Está claro – me apoyó Male.

– ¿Y tú, rubia? – le pregunté – ¿Algo nuevo?

– Que va, solo... – Nora se vio interrumpida por alguien el cual la asustó haciendo que pegara un chillido muy agudo.

Ese alguien era Thomas.

– ¡¿Se puede saber que haces?! – soltó la chica pegándole un puñetazo en el hombro.

– Te vi cara de dormida y pensé, ¿por qué no despertarla? No se vaya a dormir en clase... – él sonrió con malicia.

– En ese caso te daré las gracias... en tus sueños – habló con ironía y siguió andando hasta alcanzar a su mejor amiga. Eran tal para cual.

Mi primo se quedó mirándola hasta que dobló la esquina y despareció de nuestro campo de visión. No la miraba normal, no. En sus ojos podía ver un destello que no todo el mundo tiene al mirar a alguien. Sabía que él no se había olvidado de ella a pesar de todo el tiempo que pasaron sin intercambiar ni una palabra.

– Tengo que hablar contigo – dijo volviéndose serio.

Me asusté. ¿Cuándo Thomas se ponía serio? Al ver mi cara, sonrió.

– Tranquila, no es nada malo – dijo tranquilizándome – Bueno, para ti no sé.

– Thom, no me estás ayudando.

– Lo sé – soltó una pequeña carcajada y comenzamos a caminar por el pasillo – Pero antes de nada, no me grites – asentí, aunque no le prometí nada – Bueno. Al lo que voy es que mis notas en matemáticas han bajado demasiado hasta el punto de que... – se quedó callado unos segundos – ...como no apruebe el próximo examen voy a suspender el trimestre.

No entendía por qué me decía eso aunque no pregunté nada.

– Me parece horrible.

– Y te lo va a parecer aún más – hizo una pequeña pausa, como si se estuviera pensando si sería bueno decir lo que quería decir o mejor callárselo – Necesito ayuda y he pensado que tú podrías dármela.

Mi Mejor Enemigo #MME3Where stories live. Discover now