- Eres perfecta como eres amor.
- Lo dices porque me ves con los ojos del amor.
- O por el amarre que me hiciste.
- Oyemeeee.
- Bruja.
- No me hace falta querido, tu solito te arrastraste a mí.
- Aunque suene feo como lo dices, es verdad.
Conversamos mientras comemos, el me hace bromas de lo tragona que estoy y yo de lo que puedo hacer si me encuentra con el Woods y el Foster ligados.
Recibo una llamada, se quién es pero no quiero que Aaron escuche, vuelve a llamar y el me observa, termino por contestar.
- ¿Si buenas?
- Buenas tardes señorita Woods, le habla Robert, el encargado del pedido para la nueva casa.
- Claro si, ¿qué tal Victoria? —el ríe.
- Cierto que me comento sobre su esposo, que no sabe nada, no la interrumpo más, quería avisarle que su orden ya está lista, tal cual como pidió.
- Gracias, gracias, mañana estaremos ahí.
- Ok, que tenga un buen día. —cuelga.
Tengo que colocar mi mejor cara de horror.
- ¿Qué sucede?
- Malas noticias.
- ¿Sobre?
- La casa. —el frunce el ceño.
- ¿Sobre la casa? No me han llamado para informarme de nada.
- Tal vez saben quién es la patrona. —río para que no se convierta en el empresario necio y llame a algún ingeniero. —la cosa es que encontraron una falla en uno de los cuartos y quieren que viajemos a verla, porque hay que mover ahora un par de cosas.
- ¿En serio? —sigue aún sorprendido.
- Si Steve. —ruedo los ojos. —yo me ocupo de todo, viajaremos mañana cuando salgamos del trabajo, no te preocupes de nada.
- Que eficiente mi mujer. ¿De casualidad no hay también un masaje en los pies?
- Si, para mí, hoy cuando lleguemos. —le guiño un ojo y el niega con la cabeza.
- Soy un hombre sometido, te falta el látigo.
- No me hace falta, como las mamás solo basta una mirada.
- Me siento un niño. —estrujo sus cachetes y el intenta morderme.
- Traidor.
Son casi las 4 de la tarde y ya estoy durmiéndome, no dejo de cabecear, me levanto cuando escucho una carcajada, alzo la vista y es Aaron tomándome fotos.
- Jodete.
- En el trabajo no se duerme señorita Woods.
Escucho que tocan la puerta y él ordena a que entren.
Es Jorsh, entra y cuando me ve sonríe de oreja a oreja.
- Pero si aquí está mi gordita favorita.
- Hoy es el día que me digan así. ¿Dónde carajos estabas tú? Tengo todo el día sin verte.
Me cruzo de brazos y él se detiene a mitad de camino con los brazos abiertos, voltea a donde Aaron buscando una explicación el solo levanta los brazos.
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Dulce Infierno
RomanceAda Woods esa mujer sin filtro que dice lo primero que le pase por la cabeza, es torpe como ella sola, habla hasta por los codos y está más dormida que despierta. Pero ante todo es fiel a su familia y a sus seres queridos. A sus 23 años se traslada...
Capítulo 107.
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