-¿Qué carajos, Yoongi?- NamJoon frunció el ceño levantándose, la diferencia de altura era tan notoria en ambos que Hoseok no pudo evitar soltar una ruidosa y escandalosa risa en medio de la molestia del agredido.

-Tenias una mosca.- respondió encogiéndose de hombros el rubio platinado mientras volvía a tomar su taza preciada.

-¿Que tienes, NamJoon? Estás distraído, frustrado, molesto... Yo qué sé, estás todo raro. ¿Es por Jin? ¿Tanto te afecta ese chico?- hablo esta vez su amigo desde el sofá, se levantó y se acercó a las mesa de la cocina para ya ponerse serios todos.

-No es solo eso, es... La universidad ya saben, el primer año siempre es pesado.

Respondió siendo sincero a medias, realmente estaba preocupado por sus estudios, el dinero, los gastos, estaba preocupado por eso. Pero de su mente el tema principal abordaba todos sus pensamientos, y ese tema principal era nada menos y nada más que Kim SeokJin.

Chico que, desde hace casi dos semanas, no sé sabía absolutamente nada. El no tuvo el valor de buscar su número y llamarlo, así como tampoco tuvo el valor de preguntarle a nadie sobre el. Pero si habia escuchado rumores. Que si Jin había huido por problemas con el estado, o tal vez había cambiado de universidad, decían que su hermanito estaba en problemas legales, y también que SeokJin era alguien al quien pagaban por sexo y le habían pasado una ETS.

Muchos rumores que a Namjoon solo mataban, estaba ansioso, quería verlo. No podía simplemente desaparecer de su vida y ya. No podía, no después de decirle Busca otra forma de pagarme.  SeokJin debía explicarle eso. ¿Quería dinero, acaso?

No estaba seguro, y la mirada de sus amigos le había hecho saber que estaba demasiado sumergido en sus recuerdos.

-Perdón, que dijiste...- pregunto apenado al ver la pequeña cara molesta de Yoongi.

-Que dejes de ser tan estúpido y vuelvas a ser tu.- el moreno frunció el labio al escucharlo tan brusco como siempre.

-El lo había dicho de manera tan poética hace un rato, es alguien sensible.- interrumpió Hoseok limpiando una falsa lágrima.- te lo perdiste.

-Yah, NamJoon. Debes volver a las realidad, todo está bien aquí. Tenemos la renta pagada, los gastos reducidos, tu pasaste el exámenes de post ingreso, deja de preocuparte por nada.

-¿Pasaste el exámen?- dijo ahora Hoseok, sorprendido al máximo por lo que escuchaba.

-Si, pase el... Exámen... ¡Lo pasé!- gritó después de un segundo, recordando aquella vaga promesa que habían hecho.- son mis esclavos por un mes entero, ah, qué buena victoria.

Ambos chicos, Hoseok y Yoongi, se miraron ente si temiendo por sus vidas. Sentían que aquello sería como en la secundaria.

Siéntense niños, hoy es día de cuento, pensó Hoseok con miedo, por qué si. Para Hoseok era una historia de miedo.

Había sido hace tanto tiempo, Yoongi y Hoseok cursaban el último año, a pesar de tener una diferencia de edad, Hoseok estaba adelantado.

Era su último curso y los ánimos entre ellos era mejor, después de aquel beso fugaz y la confesión repentina del antiguo pelinegro, todo había mejorado en su relación, costó bastante eso era evidente, pero por lo menos ahora Hoseok lo saludaba normalmente, algo que el pequeño corazón del puberto Yoongi agradecía, pues luego del primer desplante el desprecio en el se vió llegar muy rápido.

Ambos, si bien no eran unidos, tenían una relación cómplice por abajo, Hoseok no había aceptado sus sentimientos, sin embargo le gustaba abusar de ellos de vez en cuando, se hicieron amigos, amigos que de vez en cuando hacían algo más que el título. Hoseok nunca acepto ser gay, mucho menos bisexual, a esos momentos de calentura excesiva los dominaba como "cercanos". Se excusaba con la estúpida frase de "nuestra amistad es más sincera que la de los demás, tú me deseas, yo estoy caliente, y ya".

Penetrame, ¡ahora! [NamJin]Where stories live. Discover now