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Estaba sentada en la cama mientras me pintaba las uñas, con Shay sentada en el sofá reventando la goma de mascar que tenía en la boca, y Kylie leyendo una revista junto a mí. Los chicos estaban afuera divirtiéndose.

—¡Jesucristo, cállate la boca! —Kylie gruñó, diciéndole a Shay que guardara silencio. Miré a Shay y ella solo sonrió, continuando con lo mismo—. ¿Cómo lidias con esto? —Me preguntó.

—Shh, estás siendo grosera —sacudí mi cabeza.

—Sí, cariño, estás siendo grosera —Shay me hizo mofa. Kylie bufó y se levantó.

—¿Hay algo que pueda beber aquí? —Me preguntó. Asentí y le dije que había bebidas en la cocina, y salió mientras miraba mal a Shay. Me reí entre dientes y continué pintándome las uñas.

—¿Habrá un bebé? —Shay preguntó de pronto. Sonreí y me encogí de hombros.

—Ojalá que sí —respondí.

—¿Quieres una niña o un niño? —Preguntó. Me encogí de hombros y reí entre dientes un poco.

—No importa.

—Confía en mí, si es una niña será tan bonita como tú y todos los chicos matarían por estar con ella —dijo mientras veía al espacio ensoñadoramente—. Y si es un niño, solo Dios sabrá que pasaría —rio. De hecho, es agradable y es fácil hablar con ella.

Después de terminar con mis uñas, coloqué el esmalte a un lado y me recosté.

—Lo sé, lucirá como su padre —le dije.

—O quizás como ambos —dijo ella.

Quizás sí. Se siente bien imaginar tener niños corriendo por nuestra casa, gritando, riendo y todo. Quizás sea un poco pronto para que empecemos una familia, pero nos amamos tanto que sabemos que estamos listos.

Justin me convenció de tener un bebé una noche cuando estábamos en Canadá. Me dijo que cuando tuviéramos hijos tendríamos que despertar a mitad de la noche por sus llantos, y cómo amaremos a nuestros hijos y lo increíble que será tener una familia.

Nuestra familia.

La puerta se abrió y Justin entró, sus ojos cayeron en Shay, quien lo estaba viendo directamente también.

—Creo que los dejaré solos —Shay me sonrió antes de caminar hacia la puerta—. ¡Bye, Jay! —Dijo antes de oírla correr por las escaleras. Justin sacudió la cabeza, cerró la puerta detrás de sí y se acercó a mí. Me hice a un lado, dándole algo de espacio para que se recostara.

Él me sonrió antes de felizmente hacer su camino hacia la cama y acostarse junto a mí. Me vio con una gran sonrisa, antes de acercarme a él.

—¿Qué pasa? —Reí mientras le preguntaba.

—Nada, ¿no puede un esposo darle algo de amor a su esposa? —Preguntó tiernamente. Me sonrojé y enterré mi cabeza en su pecho, y él rio entre dientes. Frotó mi espalda tranquilizadoramente, haciéndome soltar un bostezo.

—Estoy cansada.

—Solo ve a dormir bebé, tenemos un par de horas antes de que nuestras familias lleguen —susurró. Suspiré con felicidad antes de cerrar los ojos y Justin continuó frotando mi espalda.

—¡Elle! ¡Elle! ¡A despertaaar! —Oí una voz chillona y femenina decir con felicidad. Sabiendo que era Jazzy, sonreí y me di la vuelta. Abrí los ojos y ella chilló, después se subió encima de mí y le dio un beso a mi mejilla.

—¡Hola, bebé! —Sonreí y ella soltó una risita. En ese momento, Justin entró con Jaxon en brazos. Jaxon sonrió ampliamente cuando me vio y estiró sus brazos en mi dirección. Enternecida, me sentí antes de que Justin me lo diera.

—¡H-Hola! —Sonrió. Era tan adorable.

—Hey, bebé —lo saludé.

—Mamá y papá están abajo esperando verte —dijo Justin. Asentí antes de levantarme con Jaxon en brazos, y Jazzy se aferró de mi mano mientras bajábamos las escaleras.

Después de saludar a todos, incluyendo a unos cuantos primos míos que vinieron, y a la familia de Justin. Todos nos sentamos en el patio trasero, y tuvimos una buena barbacoa mientras hablábamos sobre todo. Justin se sentó justo a mi lado, con Addie sentada en su regazo mientras jugaba con los dedos de Justin. A veces se metía uno a la boca y lo chupaba tiernamente.

—Sí, y una vez atrapamos a Stella cuando tenía seis años besando a un tierno niño —mi mamá rio mientras le contaba a todos una historia de cuando yo era pequeña. Sí, era vergonzoso, pero hey, ¿no es eso lo que hacen todas las madres del planeta?

—¡Hey, tú no me contaste eso! —Justin gruñó juguetonamente. Lo miré mal y sacudí la cabeza, él rio entre dientes y me haló hacia sí.

Reposé mi cabeza en su hombro mientras escuchaba a otros miembros de la familia hablar entre sí, bromeando y riendo. Era muy divertido, honestamente. Había pasado tanto tiempo desde que mi familia y yo fuimos a unas vacaciones juntos como esta.

—Hey, hey, ¿por qué Shay no canta una canción? Canta bien, después de todo —dijo Ryan y todos empezamos a animarla para que cantase. Ella rio y se encogió de hombros.

—Vale, vale, démosle un intento —dijo, y Ryan le tendió la guitarra que había estado sosteniendo todo este tiempo. Ella mordió su labio antes de empezar a tocar la guitarra.

—¡Ah, conozco esta canción! —le dije. Ella sonrió, y asintió antes de comenzar a cantar Did It Hurt por NeverShoutNever.

Empezamos a cantar la canción con ella, y aplaudimos cuando terminó. De hecho, ella canta muy bien.