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JUSTIN

Miré a Ella, quien estaba caminando por la casa frustradamente con una mano en su frente y la otra en su cintura. Era tierno verla lidiando con los problemas porque estaba malhumorada, mandona y algunas veces mala, pero eso simplemente era tierno, amo eso sobre ella. Maldición, amo todo sobre ella.

Me asustaba mucho el hecho de que la amaba tanto que no podía pasar un día sin ello.

—¡Sería de utilidad si hicieras algo en vez de solo sentarte ahí, sin hacer absolutamente nada! —Me dijo de mala gana. Reí y me encogí de hombros.

—Es un placer verte de este modo, mi amor —respondí con acento inglés. Ella me vio mal, tomando una de los cojines del otro sofá y tirándomelo, pero lo tomé antes de que me golpeara y lo puse a un lado.

—Jódete —murmuró y continuó caminando alrededor de la sala de estar, me recliné en el sofá y recosté mi cabeza en el reposacabezas.

—No le di a esa mujer mil dólares por nada, Ella. Quería que ella arreglara tu vestido, esa va a ser su primera propiedad, y eso es todo —le dije, con la esperanza de que se calmara un poco. Sí, le di a la diseñadora otros mil dólares ya que Ella fue a la boutique para ver si su vestido le quedaba bien, y no fue así, pues la talla es muy pequeña y Ella estaba enloqueciendo porque: uno, la boda es en dos semanas y dos, estaba engordando, pero era más que hermosa para mí.

—¡Eso no hace que las cosas estén bien, Justin! —Me escupió.

—Bueno, ¡¿y tú piensas que hacer un berrinche como una jodida niña de cinco años hará que las cosas estén bien?! —Le alcé la voz, no es que estuviera molesto con ella, pero no podía seguir hablando como la malcriada que era. Ella era una malcriada, una niña de papi que creció en una familia muy adinerada, mientras que yo, bueno, yo era un niño pobre y los otros niños se burlaban de mí porque usaba ropa más grande, y no tenía mucha ropa.

—¡Te odio! —Ella escupió y corrió escaleras arriba. ¿Ven? Todo lo que necesita es aprender la lección y dejar de actuar como una niña de cinco años. Usualmente voy tras ella y le digo que lo siento, pero hoy, decidí no hacerlo. Si algo, era ella la que se tenía que disculpar por ser toda una bruja cuando no hice nada, y todo lo que quería era ayudarla. Me di cuenta de que era muy pronto para casarnos, ya que solo habíamos estado saliendo por un par de meses y ya nos íbamos a casar, pero era lo que nuestros padres querían así que tenía que ser de ese modo. Amaba mucho a mi familia, y no quería decepcionarlos de ningún modo.

Ya que Ella no había salido de su habitación y casi era hora de la cena, decidí ordenar pizza para cenar. Cuando llegó, subí las escaleras para llamarla a cenar. Oh, olvidé mencionar que finalmente conseguimos una casa nueva y vendimos el penthouse, ya que Ella se quejaba de básicamente vivir en el tope de un rascacielos, y odiaba eso. Abrí la puerta de su cuarto para verla luchando mientras apretaba su estómago. ¿Qué rayos estaba haciendo esta chica?

—¿Qué estás haciendo? —Pregunte.

—¡Estoy gorda! —Lloró y golpeó su estómago. Me acerqué y la tomé de ambas manos para obligarla a mirarme. No quería que se hiriera a sí misma de ese modo. Entiendo que las chicas son inseguras sobre su peso, pero Ella no se debería herir a sí misma así. Se retorció, tratando de escaparse de mi agarre.

—¡Mírame! —Demandé. Ella se calmó y me miró con miedo en sus ojos—. ¡No estás gorda! Maldición, Ella, ¡solo porque el jodido vestido no te queda no significa que estás gorda! Esa estúpida mujer probablemente hizo el vestido de la talla incorrecta y por eso no te queda. Estas bien, vale. Para con esto —le dije, solo logrando que llorara aún más fuerte—. Okay, ¡¿qué está mal ahora?! —Dije de mala gana. Es frustrante ahora mismo.

—¿T-Te vas a c-casar c-conmigo s-si e-estoy e-engordando? —Sollozó, y me calmé un poco. Estaba asustada de que no me fuera a casar con ella porque está engordando. Aw.

—Por supuesto. Te amo porque tú eres tú. No porque tienes este cuerpo con el que todas las chicas sueñan. No tienes que preocuparte por ello, ¿vale? Te amo, y seré tu esposo en una semana. Emociónate por eso —le guiñé un ojo. Ella se sonrojó por mis palabras y retrocedió de mí.

—Ordené pizza —le dije. Ella alzó la mirada hacia mí y después negó con la cabeza.

—No tengo hambre —respondió.

—No te hice una pregunta, vamos —le dije y tomé su pequeña mano en la mía, arrastrándole escaleras abajo hacia el comedor. Ella se sentó frente a mí y bajó la mirada a la pizza frente a ella.

» ¿Sabes qué? No voy a comer si tú no comes —le dije y me recliné en mi silla. Ella me miró.

—Te dije que no tengo hambre —me dijo firmemente. Fruncí mis cejas.

—Bueno, yo tengo hambre pero no voy a comer hasta que mi novia coma algo —discutí. Ella negó con la cabeza, pero después tomó un pedazo de pizza y le dio un mordisco. Sonreí y comencé a comer. De hecho, ella comió tres pedazos antes de decidir que ya no podía seguir comiendo. No tengo hambre, mi culo.

—Estoy muy llena —dijo, reclinándose en su silla y colocando las manos en su estómago. Me reí entre dientes por sus acciones, ella simplemente era adorable. Es increíble cómo es toda una mujer independiente cuando está en el trabajo, pero toda una bebé cuando está en casa y especialmente cuando está conmigo. La amo, demasiado.

Siempre pensé que era incapaz de volver a amar desde que Selena rompió conmigo, pero estaba equivocado y nunca pensé que me enamoraría de Stella Marie Adams. Sí, Selena Gomez y yo solíamos salir, estaba tan enamorado de ella y era capaz de renunciar a todo solo por estar con ella, salimos por tres años antes de darme cuenta de que nuestra relación nunca significó nada para ella. La amaba, demasiado. Todo era perfección, pero después se convirtió en un desastre, se volvió muy distante y estuve a punto de proponerle matrimonio, cuando me enteré de que me engañaba y que me usaba solo por dinero. Rompimos, y un par de meses después me llamó para decirme que me quería de vuelta, pero era tan difícil para mí confiar en quien fuera. Entonces me convertí en un completo idiota, me acostaba con chicas diferentes cada noche y jugaba con los sentimientos de las chicas.

Wow, no he follado con nadie desde que mi relación con Ella se volvió más seria, y esos son casi seis meses. Wow, realmente me estoy convirtiendo en un endeble por ella, pero ¿siendo honestos? No me arrepiento.

—¡Justin! —Ella me llamó. Me giré hacia ella y me frunció las cejas.

—¿Qué?

—¿Oíste lo que dije? —Me preguntó.

—Uh, no. Lo siento, bebé, ¿qué dijiste? —Le pregunté. Ella solo suspiró y se levantó de la silla, antes de salir del comedor y subir las escaleras hacia nuestra habitación. Puse los ojos en blanco y limpié el comedor antes de subir las escaleras tras ella. Cuando llegué ahí, Ella estaba enroscada en la cama. Me acosté a su lado y envolví su pequeña figura con mis brazos.

» Lo siento, bebé. Solo estaba pensando y no pude oír lo que me dijiste —me disculpé. Ella solo asintió con la cabeza, sin decirme nada.

» Así que, ¿qué dijiste? —Le pregunté. Ella negó con la cabeza, aún sin decirme nada.

» Ella, lo siento mucho —me disculpé de nuevo. Ella no dijo nada, así que solo suspiré y aparté mis brazos de ella, dándome la vuelta para ver hacia otro lado.

—Justin —finalmente habló después de unos momentos de silencio—. Te amo —dijo, y no pude evitar sonreír por lo tierna que era.

—También te amo, hermosa.

Bieber Corporation → j.b → spanish versionWhere stories live. Discover now