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JUSTIN

Enloquecí mientras me ponía mis pantalones de chándal y una camiseta, corrí escaleras abajo y tomé las llaves de mi coche, para apresurarme hacia la casa de Stella. Las luces estaban apagadas, salí del coche y golpeé la puerta furiosamente. Oí pisadas y Logan abrió la puerta. Lucía en shock cuando me vio.

-¿Qué mierda quieres? -Escupió. Lo empujé fuera del camino y corrí hacia la habitación de Stella, para encontrarla en el piso aun sosteniendo su celular. Corrí hacia ella y la cargué al estilo nupcial mientras Logan seguía viéndome en completo shock, senté a Ella en el coche y aceleré, conduciendo hacia el hospital.

-¡Por favor, ayuda! -Grité cuando llegamos al hospital. Las enfermeras corrieron hacia ella y la acostaron para después llevarla a una habitación-. Está embarazada -les dije mientras los seguía de cerca. Estaba a punto de entrar a la habitación, pero un chico me detuvo.

-Lo siento, señor, tiene que esperar afuera -dijo amablemente. Lo empujé, logrando que otro tipo me empujara a mí.

-Ella es mi esposa...

-Por favor, espere afuera -dijo. Lo miré mal antes de ir a sentarme a regañadientes en una de las sillas fuera de la habitación.

¿Qué pasa si lo que sucedió hace cinco años, sucede de nuevo? No puedo pasar por ello de nuevo. ¿Por qué Ella no puede entender que no quiero que nada le suceda?

STELLA

Me desperté sintiéndome mareada. Parpadeé para que mis ojos se ajustaran a la luz, y me senté pero fui empujada hacia atrás de nuevo.

-Necesitas descansar un poco -dijo una voz familiar. Me giré hacia un costado para ver a Justin de pie allí, con los ojos rojos. Había estado llorando, eso es seguro.

-¿Qué estás haciendo aquí? -Escupí con rudeza. ¿Qué? Tú harías lo mismo de estar en mi posición. Él básicamente me había dicho que matara a SU bebé.

-Ella, yo lo...

-Solo cállate -le dije.

-¿No lo entiendes, Ella? ¡No quiero que te pase nada! ¡Perdí a mi novia una vez, y no quiero perder a mi esposa! ¡¿Especialmente por la misma razón?! ¿Crees que me arriesgaría de nuevo? ¡¿Perder a la chica que más amo?! ¡Solo tienes veintiuno, por amor a Dios! ¿Cómo estás tan segura de tener un bebé? -Gritó. Él notó mi rostro confundido, negó con la cabeza y pasó una mano por su rostro.

-El doctor dijo que mañana serás libre de irte -suspiró antes de marcharse.

-¿Ves? ¿Vas a dejarme de nuevo? -Mi voz se rompió. Malditos cambios de humor.

-No sabía si querías que me quedara -respondió frustradamente. Se sentó en un sofá y enterró su rostro en su mano.

» Simplemente no quiero perderte -su voz se rompió. Está llorando, de nuevo-. Ver que estás pasando por tanto dolor solo por un condenado bebé, eso es lo último que quiero ver -lloró.

-Tu bebé, Justin. Tu bebé -le corregí. Él finalmente alzó la mirada hacia mí con lágrimas aun bajando por sus mejillas, caminó hacia mí y sostuvo mi mano.

-Por favor, prométeme una cosa -murmuró-. Prométeme que no me vas a dejar -lloró.

-¿De qué estás hablando? -Le pregunté, solo para que llorara más fuerte. Nunca había visto este lado de él antes, lucía tan roto y triste. Me moví, dándole espacio para sentarse, y se sentó a mi lado. Me acurruqué a su costado.