Capítulo 53

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Beatriz palidece instantáneamente, en cuanto las palabras abandonan la boca del médico, y se aferra a las sábanas con mucha fuerza al sentir su corazón bombear con violencia contra su pecho.

— ¿A-Aborto?— balbucea, en estado de shock.

—Beatriz, intenta calmarte— pide Marcus al escuchar el ruido que produce el electrocardiógrafo al marcar los latidos del corazón de la mujer.

— ¿Cómo es posible un aborto? Yo no puedo tener hijos.

—La misma sorpresa me llevé al ver el resultado de tus exámenes en el psiquiátrico.

— ¿Esto es real?— cuestiona aturdida—. Entonces asesiné a mi bebé, ¡lo asesiné!

—Doctor Smith... ella necesita calmarse— dice una de las enfermeras ingresando en la habitación, atraída por la alarma que emite el electrocardiógrafo.

—Déjame esto a mí, por favor.

—Lastimará al bebé— dice la mujer con seriedad mientras dirige su mirada hacia Beatriz.

— ¿Bebé?— cuestiona Beatriz observando al médico, con la mano en el pecho, intentando controlar su respiración—. ¿No murió?

Marcus la observa fijamente, y una pequeña sonrisa torcida se dibuja en sus labios, mientras asiente con la cabeza lentamente. Al mismo momento en el que la enfermera se retira de la habitación para darles privacidad.

—Por alguna razón, ese pilluelo, o pilluela, se aferró a la vida... Beatriz, quiere vivir.

—Quiere vivir— replica la mujer mientras baja su mirada hacia su vientre, al mismo tiempo que su mano aterriza con suavidad sobre el y sus ojos se cristalizan—. De verdad estás ahí, pero, ¿cómo es eso posible?

—Tú no eres estéril. Me tomé la libertad de hablar con tu ginecólogo... con un poco de amenazas, me confesó toda la verdad. Y la verdad es que Jared le pagó para que te hiciera creer que eras estéril.

— ¿Él hizo eso?— la decepción pinta su rostro—. ¿Por qué?

—Porque otro hijo hubiera arruinado sus planes.

—Ya no sigas— pide con la voz temblorosa, sujeta su vientre con ambas manos y cierra los ojos con fuerza tratando de contener las lágrimas que se acumulan en sus ojos.

—Tienes dos, casi tres meses de embarazo— le comenta Marcus observándola fijamente, hasta que nota cómo las lágrimas se deslizan por las mejillas de la mujer, entones baja la mirada—. Beatriz, hay algo más que tengo que decirte... sobre Jared.

—Tengo que encontrar a Katy— balbucea de pronto, abriendo los ojos e intentando incorporarse. Los latidos de su corazón se aceleran nuevamente y la maquina comienza a sonar—. Tengo que salir de aquí.

—Beatriz, tienes que calmarte... lo que te diré ahora es muy importante.

—Marcus, por favor, ya no más... no quiero saber nada de él, y-yo...

—No puedo, no dejaré que vivas en una mentira— sentencia con voz firme, obligando a la mujer a prestarle atención—. Jared, no solo le pidió al médico mentirte, sino que también decidió hacerse una vasectomía para asegurarse de que tú y él no pudieran convertirse en padres nuevamente.

Beatriz amplía los ojos de manera exagerada mientras lo observa atónita, sin poder creer lo que él acaba de decir.

— ¿Cómo es eso posible? ¿Cómo es esto posible?— cuestiona desconcertada mientras baja su mirada hacia su vientre—. No lo entiendo.

La Niña Del OrfanatoWo Geschichten leben. Entdecke jetzt