23- Año nuevo.

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Cuando Valentina entró a la casa para ir al baño, supe que esa era mi oportunidad para hablar con ella sin que nadie nos viera, ya que adentro sólo se encontraba el personal. Unos minutos después de que ella entrara, la seguí asegurándome primero de que nadie me viera; Leslie no me preocupó porque estaba hablando con sus amigas, mi hermana estaba con Susan, Diego con Tavo y Efrén con mis hijos.

Por un momento pensé que había subido las escaleras, pero luego una sombra que se colaba por debajo de la puerta del baño de la planta baja, supe que ahí estaba, así que me paré al lado de la puerta a esperar que saliera. Unos minutos después lo hizo y al verme se asustó.

—¿Vas a entrar o...? —no la dejé terminar de hablar y la metí de nuevo—. ¿Qué haces Rafael? Déjame en paz, quiero regresar a la fiesta con mis hijos.

—Tenemos que hablar —enllave la puerta—. ¿Por qué andas con Efrén? —rodó los ojos.

—Rafael, el que seamos amigos no te da derecho a decidir que debo hacer con mi vida, con quién salgo o con quién no.

—Valentina, él es mi mejor amigo —se escogió de hombros—. Ah, ¿o sea que no te importa?

—No es que no me importe su amistad, es sólo que no me importa tu opinión acerca de mi relación con él.

—¿Relación?

—Lo que sea, ese no es tu problema —quiso apartarme de la puerta—. Quítate, si no me dejas salir, Efrén va a buscarme.

—Jamás pensé que tú serías capaz de hacerme algo así —bajé la mirada y negué.

—¿Hacerte qué Rafael? Por favor, déjame ser feliz con quién a mí se me pegue la gana, deja que pueda sacarte de mi corazón así como tú hiciste conmigo —levanté la mirada.

Nunca te he sacado de mi corazón —pensé.

—Está bien. Sólo háganme un favor —frunció el entrecejo—, procuren no aparecerse frente a mí —abrí la puerta, me hice a un lado y la dejé salir.

Cabizbajo salí del baño, ¿por qué me afectaba tanto eso que estaba pasando? Me encabronaba no poder dejar a Valentina a un lado, ¿quería ser su amigo? sí, ¿quería verla feliz? Por supuesto, pero pensándolo bien, no quería verla con otro.

Estaba tan jodido.

Volví al jardín y Valentina ya estaba con Efrén y los niños, Leslie cuando me vio se acercó y me abrazó.

—¿Dónde estabas, mi amor? —pude notar por la manera en la que estaba arrastrando las palabras que ya había tomado mucho.

—Estaba en el baño y por lo que veo tú en el bar, amor creo se te está pasando un poquito la mano, recuerda que tenemos planes para recibir el año nuevo —acaricié su mejilla.

—¿Otra vez Rafael? —rió—. Toda la madrugada y la mañana estuvimos en eso —puse un dedo en sus labios.

—¿Qué te puedo decir? Nunca tengo suficiente de ti —le di un beso en los labios—. Quiero tenerte en mi vida y en mi cama el resto de mi existencia.

—Me gustó lo de la cama, yo también quiero —ella también me besó y mordió mi labio inferior.

—¿Qué hora es? —vi mi reloj—. Faltan veinte minutos para las doce, así que estamos a nada de estar en la cama.

—Me encanta eso —bajó la mano que tenía en mi espalda hasta mi trasero y apretó una de mis nalgas—. Y esto también.

—A este paso no llegaremos a las doce.

***

Valentina

—¿Por qué te tardaste tanto en el baño? —me preguntó Efrén cuando me senté a su lado y tomé a una de las niñas en mis brazos.

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