20- Baby Efrén.

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Rafael

—¿Qué quieres de regalo de cumpleaños? —preguntó Leslie mientras se sentaba en mis piernas.

—No lo sé, sorprendeme —le di un beso en el cuello.

—Umm... Eso me gusta —cambió su posición, hasta quedar a horcajadas—, porque podré hacer lo que yo quiera —rozó sus labios con los míos.

—Espero que quieras lo que estoy deseando que quieras —con una mano tomé su cara y la besé.

—¿Tú sólo piensas en sexo? —fruncí el ceño.

—Yo no estoy pensando en sexo —negué.

—¿Y entonces en qué, porque yo pensé que pensabas en eso?

—¿No serás tú la que sólo piensas en eso? —levanté una ceja—. Yo sólo estaba pensando en ti, en mi cama, con muy poca ropa y...

—¡Rafael! —me golpeó el brazo—. ¿Hablaste con Efrén?

—No, aún no, pero después lo haré.

—¿Por qué no lo haces mientras lavo los platos?

—Pero a mí me toca lavarlos.

—Lo haré yo, sólo ve a hablar con Efrén —sonreí—. Anda, ve ya.

—Gracias amor —la besé, se levantó de mis piernas y yo fui a mi oficina para llamar a mi amigo.

Me senté en mi silla, tomé mi celular y marqué su número, pero no respondió, así que decidí esperar un momento, quizás estaba en el gimnasio o algo. Mientras esperaba respondí algunos mensajes que tenía en WhatsApp. La mayoría eran de negocios. Los estados tenían el punto blanco, así que los revisé. Los primeros eran de mis hermanos, fotos e imagines con frases y esas cosas, el otro era de Tavo con sus amigos, también había un vídeo donde uno de sus amigos decía que debían estar estudiando, pero estaban jugando. Él y yo hablaríamos seriamente de eso.

El siguiente era de Efrén, la primera en el gimnasio, el cabrón sólo andaba presumiendo, la segunda era de un pastel, la tercera era de él con Valentina... Ella le estaba dando de comer en la boca y él a ella. Apreté mi celular entre mi puño... maldito traidor. Habíamos sido amigos desde la adolescencia y me hacía eso.

Mi celular empezó a sonar, lo vi, era Efrén y respondí de inmediato.

—Eres un hijo de la chingada, Efrén —grité.

—¿Para esa verga me llamaste?

—¿Estás saliendo con Valentina, con mi esposa?

—¿Sabes qué? Vete a la verga Rafael... Ah, pero antes voy a responder tu pregunta, sí, estoy saliendo con Valentina.

—¡Maldito hijo de...!

Colgó.

—¡Aaaah! —grité y lancé todo lo que estaba en mi escritorio—. ¡Maldita sea! ¡Maldito Efrén! Me lleva la...

—¿Qué pasa amor? ¿Por qué estás así? —Leslie me veía asustada, así que respiré hondo hasta calmarme un poco.

—No pasa nada —me acerqué, rodeé su cintura con mi brazo y la pegué a mí—. Sólo quiero hacerte mía en este momento.

—¿Qué pasó con Efrén? —puse mi mamo libre detrás de su cuello y la besé bruscamente.

—Nada, no pasó nada, sólo vamos arriba.

—¿Por qué no aquí? —empezó a desabrochar mi camisa—. ¿Sabes? Yo también quiero que me hagas tuya.

Me empujó hasta que choqué con mi escritorio, cambié nuestros lugares y la senté sobre el escritorio, llevaba un vestido corto de tirantes, así que bajé los tirantes y me encontré con sus pechos desnudos; los cuales de inmediato empecé a besar, chupar y masajear con mis manos. Lentamente bajé mi mano por su pierna, la metí por debajo de su vestido, hice sus bragas a un lado y y metí dos de mis dedos, los cuales metí y saqué repetidas veces. Podía sentir como mi miembro choca con la cremallera del pantalón.

Por ti TodoWhere stories live. Discover now