10- Estoy contigo.

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Verlo frente a mí una vez más, no sabía si era un sueño o una pesadilla, no sabía si estoy quedando loca o es real, en este momento no sabía qué pensar ni qué creer.

—Valentina —se acercó a mí—, ¿estás bien?

—No —negué.

—Te vez muy pálida —se acercó a mí—. No te ves bien —me tomó de la mano, se sentía demasiado real para ser un sueño—. Ven, siéntate —me llevó al sofá y me sentó ahí.

—¿Por qué estás acá? —dije aún en shock—. ¿Cómo es qué...? —sentí que algunas lágrimas bajaban por mí mejilla—. ¿Por qué? —tomé una bocanada de aire—. Dios, estoy tan confundida. De seguro esto es un sueño.

—No Valentina, aquí estoy —apretó mi mano—, estoy contigo.

—Pero... Rafael —su nombre salió de mis labios como un sollozo.

—Estoy vivo.

—Pero el accidente, Emiliano nos dijo que no quedó nada, que lo único que habían quedado eran cenizas. ¿Acaso no tuviste un accidente?

—Sí lo tuve, mi avioneta tuvo un problema mecánico y cayó.

—¿Entonces?

—Unos tipos me sacaron, pero no para salvarme, me llevaron a una cárcel y allí estuve todo este tiempo —lo que me estaba diciendo era como de una película.

—¿Cómo es que estás acá?

—Alguien me ayudó a salir, pero no quiero habla de eso, ya en otro momento te explicaré todo, ahora quiero saber cómo estás —bajó la mirada a mi vientre—, a parte de embarazada, quiero saber cómo están mis hijos, quiero verlos, los extraño mucho. En este tiempo no hubo momento en que no pensara en ellos.

—Ellos no están, se fueron con Tavo y Diego a la casa de Susan, pero volverán en la tarde —asintió.

—Bien, si he esperado más de tres meses para verlos, podré aguantar unas horas.

—No puedo creer que estés acá —me lancé a sus brazos como había quería hacerlo desde que lo vi—. No te imaginas cuanto he llorado y sufrido pensando que estabas muerto.

—Ya estoy acá —me dio un beso en el cabello—. Y te extrañe mucho, no podía dejar de pensar en ti —nos vimos a los ojos—, me di cuenta que yo nunca podré olvidarte, siempre serás parte esencial de mi vida, siempre ocuparas un lugar especial en mi corazón —me acerqué y junté sus labios con los míos. El respondió a mi beso, lo que significa que aún siente algo por mí.

—Te amo —le dije cuando nos separamos.

—Vale, yo estoy con Leslie y la amo —sentí como mi labio inferior empezó a temblar—. Ey, no vayas a llorar —volvió a abrazarme—. Ya te dije que tú siempre ocuparás un lugar importante en mi corazón.

—Pero yo te amo.

—También lo hago —besó mi mejilla—. Pero lo nuestro ya no va a pasar, incluso ahora tendrás un hijo de él y de seguro están juntos...

—No, te equívocas. Desde que supe la verdad no he vuelto a estar con él, no hay nada entre nosotros, lo único que nos une es el niño.

—¿Es un niño? —asentí.

—¿Quieres verlo? —tomé mi celular y en la galería busqué el vídeo del ultrasonido—. Es él, aun no tiene nombre.

—Es lindo —sonrió—. ¿Por qué? —me vio.

—¿Por qué qué?

—Porque con él si quisiste tener otro hijo, a mí siempre me dijiste que no era el momento.

Por ti TodoWhere stories live. Discover now