Capítulo 4: El complicado corazón.

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Arrastré mis pies de muy mala gana hasta el almacén donde Penny realizaría la obra de teatro y dónde ahora solo estaban ensayando, me sorprendía mucho saber que en tan poco tiempo consiguió el elenco, pero conociendola solo puedo decir que uno de sus poderes debía ser la habilidad de convencer a los demás.

Ella corría de un lado a otro cerrando cosas y entregándole objetos a las personas que la rodeaba como vestimentas y guiones.

¿En qué momento se había puesto a escribir? Algo me decía que tenía esto planeado desde hace tiempo.

Apenas me vio una enorme sonrisa iluminó su rostro y vino corriendo hacia mí abrazándome de pronto y quedé helada sin saber bien cómo actuar ante tal emoción.

–Me alegra que estés aquí –dijo –¿Carel viene contigo? –miró detrás mío como si yo fuese a traerlo oculto y negué algo aturdida.

–Él se fue, creo que tenía otras cosas que hacer.

Penny hizo una mueca de disgusto donde se le inflaban los cachetes y se veía mucho más adorable, a veces la veía como si fuese mi pequeña hermanita o una muñequita de porcelana.

–Es cruel, dijo que me ayudaría.

Me encogí de hombros y sonreí para ella.

–Descuida, quizás venga más tarde, ya sabes cómo es.

La chica de cabello rosa claro solo asintió desanimada y un segundo después volvió a sonreír.

–No importa, me alegra que estés aquí, necesitamos a la doncella de la princesa y tú eres la indicada.

¿Doncella?

–Espera ¿qué? Dijiste que no iba a ser un personaje llamativo –me quejé al momento en que tomó mi mano y empezó a arrastrarme hasta el escenario donde estarían los demás.

A nuestro alrededor solo habían un montón de sillas preparadas, ni siquiera sé cuándo será la obra pero Penny se encargó de que ya esté todo listo de antemano, era un lugar con mucho espacio o el suficiente para que entre una gran cantidad de personas, de techo alto y ventanas cubiertas con pintura negra dejando entrar apenas un reflejo de luz, lo bueno es que había grandes lámparas en cada esquina y varias sobre el escenario, de ese modo le daba el toque teatral que tanto se necesitaba.

–No es principal –se defendió Penny –Apenas se te verá en escena, tú serás como la sirvienta de la princesa, pero no lo veas a mal, serás también como su mejor amiga y ella te tratara muy bien.

Viré los ojos.

–Dejame adivinar, la princesa serás tú.

Penny rió dulcemente, parecían campanillas ¿como alguien podía verse adorable y a la vez un tanto aterrador?

–No seas tonta –me dijo mirando a la alfombra roja por donde caminábamos –Soy la directora, no puedo hacer dos cosas a la vez.

–¿Entonces quién será?

Nos detuvimos ante la plataforma del escenario y me sorprendí de ver a tantas personas ensayando muy concentrados, pero mi mirada se detuvo en uno de ellos, en Caleb, quién paso a ser drásticamente mi ex jefe ya que ahora trabajaría en la enfermería y no en el almacén. Nunca creí que aceptara ser parte de toda esta tontera pero al parecer lo hizo, estaba de perfil a mí, traía lentes de lectura y en sus manos el guión de la obra.

Lo que me sorprendió aún más es que tuviese puesta una corona de rey sobre su cabellera negra y como si fuera poco me miró, sus ojos azules no pasaban desapercibidos ni siquiera detrás de aquellos cristales que le daban el toque de chico intelectual pero sin ser ridículo, traía una camisa blanca arremangadas desprolijamente hasta los codos y unos vaqueros de jeans oscuros más sus zapatos negros.

Decadencia. [En Curso] Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ