Capítulo 9:La princesa y el beso.

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Y el maldito día había llegado, Penny realizaría su obra de teatro escrita por ella y dirigida, yo creo que esto será un desastre pero como buena amiga depósito toda mi confianza en este proyecto.

"Que sea lo que Dios quiera, diría mi abuela"

Aún era de día y los preparativos para la obra aún no habían acabado así que para las seis de la tarde yo estaba subida a una vieja silla tratando de acomodar una bombilla para que la luz pudiera alumbrar perfectamente al escenario.

–Estoy seguro de que te vas a caer –oí decir a Caleb, ni siquiera me di cuenta en que momento se acercó pero tampoco lo miré, mi concentración estaba puesta en la maldita bombilla que no quería encajar.

–Si te apareces así de la nada es probable que me asusté y caiga –dije y me mordí la punta de la lengua para no maldecir a la bombilla ¿Cómo es posible que no pudiera hacer algo tan simple?

–Penny cree que necesitas ayuda...

–Y te envío a tí –lo interrumpí al fin colocando la bombilla. Sonreí victoriosa, me sacudí las manos y lo miré por sobre mi hombro.

Caleb estaba a un par de pasos de mí silla, me sorprendía lo alto que era porque aún en una silla él no parecía perder mucha altura.

"O quizás tú eres muy enana y no puedes quitarle unos centímetros de altura ni siquiera con una silla."

Debo admitir que mi ex compañero de trabajo en la bodega se veía muy bien con el traje de príncipe y una corona plateada sobre su cabellera negra, además ésta estaba medio inclinada dándole un aspecto de desorden perfecto.

–¿Ves? Soy autosuficiente.

–Poner una bombilla no te hace completamente autosuficiente.

Me gustaba ver los ojos de Caleb sin aquellas gafas de lectura, su mirada tenía un reborde oscuro que resaltaba el color azul de sus ojos y que mayormente estaba oculto tras unos lentes de cristal, pero teniendo tan bonita mirada yo no creo que debería ocultarla.
Además era diferente a otras personas de ojos claros porque si lo pensaba, la mayoría de quienes tienen ojos azules como los suyos o celestes tienden a tener ojos grandes, algo redondos y llamativos, pero él traía una mirada sutil, de ojos entonados como la de un felino.

–¿Ah no? ¿Y qué me hace autosuficiente?

Me quise cruzar de brazos pero en el movimiento la silla se balanceó de pronto y pegué un gritillo cuando caí, pero lo peor no fue eso sino que nunca llegue a tocar el piso y cuando me di cuenta Caleb me había sostenido con su brazo derecho, apoyándome contra su cuerpo y en su mano izquierda traía el libreto de la obra.

–El poder evitar una caída sin que alguien tenga que atraparte es un ejemplo –respondió a mi pregunta y yo me di un golpe mentalmente por ello.

Mis mejillas se pusieron de color y me apresuré a ponerme de pie, lo peor de esto era que Caleb no entendió muy bien a qué se debía mi nerviosismo ya que le resultaba muy difícil comprender ciertas cosas relacionadas a los sentimientos de los demás, él simplemente me miró un tanto confundido aunque sin perder aquel toque neutro en su semblante.

"Oh el lindo chico robot" se animó a decir mi mente y pronto tuve que dejar de mirarlo a los ojos por la rara sensación de nervios dentro mío.

–¿Aún ensayas tu personaje? –pregunté. Sé que él no solía hablar mucho, la verdad es que fue sorprendente haber entablado una conversación fluida entre los dos sin que se haya cerrado en sí mismo en algún momento.

Caleb asintió. Era bastante perfeccionista, eso no debía de sorprenderme.

–¡Chicos, necesito su ayuda! –escuché a Penny, la miré de inmediato y vino corriendo hacia mí, sin embargo mi atención estuvo un instante puesta en Ciro que no muy lejos nuestro nos observaba mientras otro participante del elenco le hablaba.

Decadencia. [En Curso] Where stories live. Discover now