Capítulo 23: El principio de caos.

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Solo paso una hora desde que el nuevo Chris había llegado a aquel lugar y se sorprendió de lo rápido que viajaban las noticias, justo cuando estaba siendo guiado por esa tal París hacia su nueva habitación fue interceptado por un tumulto de personas que parecían conocerlo y otros que solo andaban de curiosos sin poder creer que ante ellos tenían a un vampiro que escapó de las garras de Regina.

Todo ello era super raro para él, nunca antes había vivido algo así, nunca estuvo rodeado de tantas personas pues había pasado la mayor parte de su vida en un laboratorio con sujetos que no le dirigían la palabra más que para inyectarle cosas.

–Descuida, esto será hasta que se les pase el asombro –le susurró París haciéndose camino entre los demás mientras daba órdenes y al parecer todos acataban sin chistar; ella podía verse frágil pero no por ello tenía menos poder su palabras ante los demás.

Lo bueno es que esa mujer y Héctor habían caído fácilmente ante las mentiras que les dijo; les hizo creer a ambos lados historia que Regina le ordenó contar, ahora ellos pensaban que él había sobrevivido a aquella caída y que fue encerrado por su hermana en un laboratorio por bastante tiempo hasta que Thaily lo encontró cuando la verdad era que el verdadero Chris ya estaba muerto y que él no era más que un simple clon. Sin embargo odiaba serlo, odiaba ser la imagen de otra persona y odiaba ser utilizado como conejo de pruebas, pero seguir el plan de Regina era el único método para lograr la libertad que tanto deseaba si a cambio le entregaba a aquella humana, pero antes, debía de convencer a Thaily de cambiarse de bando y eso lucía bastante difícil a simple vista.

–¿Chris? –oyó una dulce voz no muy lejos suyo y se volvió a ver quedándose helado ante la imagen de una preciosa mujer mirándolo a un par de metros.

Ella, ella era la de los vídeos, la chica que parecía ser fanática del verdadero Chris, aquella que le demostraba cariño como si no hubiese un mañana y que por alguna razón el vampiro la rechazaba una y otra vez. Ahora éste Chris se quedó paralizado ante tanta belleza sin poder entender cómo es posible que su clon la hubiese rechazado tanto ¿Es que acaso era ciego?

Tenía su largo cabello rosa cubriéndole los hombros y vistiendo un ligero vestido blanco en el cual se notaba la palidez de su piel pero a su vez hacia relucir el tono verde de su mirada, y en aquellos bonitos ojos habían lágrimas de felicidad.

–Entonces es verdad –la oyó decir, tenía una voz melodiosa –Estás vivo.

Su nombre ¿Cómo era su nombre? Aquel otro vampiro la llamaba, la llamaba...

–Penny.

Ella sonrió de par en par y vino corriendo hacia él como en los viejos tiempos y saltó a sus brazos, Chris no dudó en tomarla y abrazarla. Obviamente no la conocía realmente, solo mediante los vídeos de cámara de seguridad, pero no iba a rechazar un abrazo de esa hermosa mujer ni por una gran suma de dinero.

–Estas vivo –la oyó lloriquear –No lo puedo creer, tú, tú estás...

–Vivo. –completó con un tanto de desgana, de pronto se sentía horrible el fingir ser alguien más y que no de dieran cuenta. Definitivamente odiaba portar el rostro de alguien que ni siquiera él mismo conocía realmente.

–Sí. Estoy tan feliz –ella murmuró y una vez parada delante suyo lo tomó por las mejillas, Chris se vio algo sorprendido, creyó que pasaría lo mismo que en los vídeos pero esta vez Penny solo le dejó un beso en la frente cuando podía jurar que ella besaba al verdadero Chris en la boca cada vez que lo veía ¿Es que acaso había dejado de gustarle?

–Penny, él aún debe descansar, luego harán todo este numerito de reencuentro, abrazo y besos –la regañó París como si fuese una madre –Deja que duerma un poco, que se bañé y que coma algo.

Decadencia. [En Curso] Where stories live. Discover now