❝The king❞ 왕 ﹙Yoonmin﹚ «Omegaverse»

N I N E

Jimin abrió de a poco sus ojos, su cuerpo le dolía como si hubiera hecho ejercicio un día entero. Apenas despertó del todo se dió cuenta que no estaba en su habitación, los brazos del alfa lo abrazaban por la cintura. ¿Había dormido con Yoongi? El aroma a menta del alfa lo terminó de despertar, llamando toda su atención, Jimin se dió vuelta para quedar frente al mayor y así admirar la belleza de éste mientras dormía.
Acarició la mejilla del alfa provocando así que éste se despierte de a poco.
Yoongi no podía estar más feliz de ver a su omega con él, había extrañado despertar en las mañanas abrazado a él. Cosa que Jimin no se acordaría por razones obvias.

—Buenos días. —Dijo Jimin acariciando el suave pelo blanco del alfa

—Buenos días cachorro. —Yoongi depositó un cálido beso en la mejilla de su lindo omega— ¿Cómo amaneciste?

—Me duele un poco el cuerpo, pero no me puedo quejar. —Jimin estaba levemente sonrojado.

—¿Recuerdas lo de anoche? —Yoongi tenía que contarle a Jimin.

—Muy poco. —Jimin apoyó su cabeza en la almohada. —Solo sé que empezó a hacer frío y me desmayé.

—Anoche, ¿no te sentías raro? —Preguntó el alfa.

—No, solo sé que hacía muchísimo frío y hasta llegue a pensar que yo lo provocaba, pero debió ser solo por el frío. —Y efectivamente Jimin no tenía ni la más mínima idea de que él había desarrollado un poder. No veía eso posible.
Yoongi sin más preámbulo cambió de tema, era mejor dejar ese tema para cuando llegue el momento. Jimin no estaba listo para saber toda su historia pasada y sobre controlar sus poderes. Porque si Yoongi le hablaba de sus poderes, tendría que confesarle absolutamente todo, desde su reencarnación hasta su vida actual, entonces Yoongi prefirió pensar lo que le diría más adelante y así estar más seguro.

—¿Quieres desayunar algo? —Yoongi se sentó en la cama y estiró sus brazos. —Puedo ir a pedir que nos preparen algo y lo traigo a la cama, ¿Que dices?

—Está bien, pero... no quiero que te vayas. —Jimin intentó hacer un puchero, que para él fue un fracaso pero para Yoongi era la acción más tierna del omega en todo el día y eso que recién iniciaba.

—Voy y vuelvo en segundos, espérame aquí y que no se enfríe la cama. —Yoongi se puso sus pantuflas y salió de la habitación a avisarle a Jin que les prepare algún desayuno.
Mientras tanto Jimin se tapó hasta las orejas con las suaves sábanas y frazadas de terciopelo. La cama era blanda, suave y cómoda, todo lo que lo cubría olía a Yoongi, su lobo estaba encantado con el aroma varonil de las sábanas, era un aroma demasiado adictivo y embriagador. No se dió cuenta de cuánto tiempo pasó oliendo y dándole cortos besos a las sábanas que Yoongi ya se encontraba en la habitación con el desayuno listo.

—Cachorro no me seas infiel con mis sábanas. —Dijo Yoongi con una sonrisa en sus labios al ver a Jimin besando las sábanas con su aroma.

—Señor Min...—Jimin estaba rojo como un tomate.

—Preferiría que me des esos besos a mi y no a la sábana, ella no merece tus besos. —Yoongi se metió en la cama otra vez.

—¿Y usted si los merece? —De dónde había sacado ese lado atrevido, ni el lo sabía.

—Solo tú sabes la respuesta a eso. —Yoongi lo miró a los ojos. —¿Qué dices, mis labios son dignos de besar los tuyos?

—Por supuesto... —Jimin sonrió levemente.

—Que bueno saberlo. —Yoongi le devolvió la sonrisa. —De no ser porque tengo pensado algo más especial te besaría desesperadamente justo ahora.

—¿Algo especial? —A Jimin le entró la curiosidad.

—Si, tengo pensado algo especial para cuando sea nuestro primer beso, porque estoy segurísimo de que va a suceder. —Yoongi siempre tan seguro. —¿Has besado a alguien alguna vez? —Yoongi le dió una taza de café a Jimin.

—N-no. —Jimin la tomó

—Lo supuse. —Yoongi le dió un trago a su café. —Por eso quiero que sea algo especial.

—¿Por qué es tan lindo conmigo? No recuerdo haber hecho algo para merecerlo, usted es más de lo que yo merezco.

—No lo recuerdas, pero con el simple hecho de que estés conmigo tomando un café ya hace que te merezcas el universo entero Jimin. — Yoongi tenía miles de motivos para ser lindo con Jimin, era su vida entera.

—Gracias por ser así señor Min. —Jimin por primera vez dejo un beso en la mejilla de su alfa y su lobo interior aulló enamorado.

La sonrisa de Yoongi no tardó en aparecer, era la primera demostración de afecto que Jimin le proporcionaba.
Quería besarlo ahí mismo, marcarlo y mandar todo a la mierda. Que Jimin se entere sobre su pasado y el peso que este cargaba. Pero tenía que esperar solo un poco más, la luna de sangre estaba cerca, lo presentía y en cuanto la luna de sangre llegue, su lobo interior estaría listo para crear ese lazo tan importante con su Omega, con Jimin.

[...]

—¿Le dijiste? —Preguntó Hoseok

—Todavía no, el no recuerda nada de lo ocurrido anoche.

—Esta bien, creo que todavía no es el momento. —Dijo Hoseok.

—No lo es, tengo que esperar a que tengamos el lazo, recién ahí podré confesarle todo. Aunque sé que lo voy a confundir demasiado y no quiero eso.

—Pero tienes que hacerlo, así está escrito.

—Lo sé Hoseok. —Yoongi se sentó en el sofá de su despacho.

—Cambiando de tema. Tengo que decirte algo. —Dijo Hoseok sentándose frente a su hermano.

—¿Es malo? —Yoongi se preocupó y Hoseok negó con la cabeza entonces Yoongi se relajó un poco. —Está bien, dilo.

—Me gusta alguien. —Hoseok lejos de estar contento se tapó la cara frustrado.

—¿Y por qué estás frustrado si es algo bueno?

—Él no gusta de mí. —Un amor no correspondido era la cosa más horrible que un alfa podría experimentar. —Le gusta Jungkook.

—Demonios Hoseok eso apesta. —Yoongi sentía algo de lástima por su hermano. —¿Cómo sabes que le gusta Jungkook?

—Me doy cuenta como lo mira, como le habla y todo. Yoongi no soy idiota. —Hoseok se sacudió un poco los cabellos.  

—Está bien ¿Quien ese omega? ¿Es uno de los cocineros? —Preguntó el alfa.

—Taehyung.