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Todos en el vecindario podían escuchar la música que provenían de la casa de la familia Jauregui, sin embargo no era tan exagerada como para llamar a la policía, varios entendían a Lauren, tenía casa sola, estaba joven...

–Agh.–Chillo recogiendo una cáscara de banana que se venía cayendo de la bolsa de basura desde que salió de la cocina.

La calle estaba iluminada en su totalidad por modernas lámparas que seguramente el estado había pagado, Lauren echo todas las bolsas en el basurero frente a su casa.

Cuando estaba dispuesta a volver a dentro para terminar con su limpieza nocturna, un maullido la sorprendió, el árbol que una amiga del supermercado le había regalado ya estaba creciendo frente a su casa, con su celular alumbró entre el césped.

–Tengo que cortarlo.–Se quejó buscando el animalito del que provenía el llanto, bajo el pequeño árbol estaba un pequeño gatito, blanco con una pequeña machita marrón en su ojo izquierdo.–¡Awww!, cosita, ven aquí.–Lo tomó y el pequeño se aferró a su mano clavando sus garras.–Oye tranquilo, me lastimas.–Bromeó abrazándolo, entro nuevamente a su casa con él en brazos, lo dejo en el piso y siguió ordenando la casa.

El día después de haber estado con resaca junto a Dinah y Bradly había prometido ordenar el desorden que habían hecho, pero lo venía posponiendo desde hacía una semana, y la casa parecía un desastre.

Se carcajeó fuertemente al ver como el gatito huía de la aspiradora, cuando termino de aspirar, el felino la seguía en cada paso, de un lado a otro.
Guardo las cosas del cuarto de su abuela en una caja, no pensaba tirarlas, la amaba demasiado y estaba segura que en algún momento ella volvería al fin y al cabo ella era su nieta favorita.

–¿Tienes miedo?.–Le pregunto al pequeño gatito que la seguía y miraba asustado las escaleras que daban al sótano.–Ven.–Lo metió a la caja con las cosas y bajo junto a él, antes le daba pánico bajar ahí, incluso cuando su madre se mudó, tenía miedo de bajar a lavar la ropa, pero perdió el miedo después de no tener ropa interior limpia.

Sonrió con cansancio al ver el desorden que había ahí, debía ordenarlo también, pero mañana tenía que ir a trabajar y no se sentía con energía para seguir, se tiró al viejo sofá que llevaba años en ese viejo sótano y revisó su celular.

Camz❤: ¿Quieres hablar?
     
[01: 16 AM]

Lauren bostezo con cansancio pero presionó el botón de videollamada.

Camila contesto, pero movió el teléfono muchas veces hasta que al fin habló.

–¡Holaaaa!.–Le sonrió por la pantalla, Lauren notó que estaba haciendo tareas y la luz apenas le dejaba ver su lindo rostro.

–¡Hola Camz!, ¿Haces tarea?.–Pregunto acariciando con su mano libré al pequeño felino que estaba acostado en su pierna.

–Soy más tareas que persona, pero dime, ¿Qué haces despierta a está hora?, no creí que fueses a contestar.–Sonrió dejando de ver las hojas de papel poniendo toda la atención en su novia.

–Llegué de trabajar, y noté que la casa estaba hecha un desastre, así que hice una limpieza nocturna.

–Toda una ama de casa.–Se burló la morena.

–Es lo que tengo que hacer, me dejaron sola.–Se auto- compadeció.–¡Oh!, no creerás lo que encontré.

–¿Mis ganas de hacer esta tarea?.–Volvió a bromear, Lauren soltó una carcajada ante su ocurrencia pero negó con la cabeza.

–Mira.–Le mostró al pequeño dormido en su pierna.–Lo encontré afuera llorando hace un rato, no tiene correa, pero me ha andado siguiendo todo el rato.

Escritos De Un Corazón Noble || Camren G!P ||Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt