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"Te amo".—Susurro la morena.

"Y yo a ti".—Le respondió la de ojos verdes mientras corría lejos.

—¡Ping!.—El sonido de notificación hizo a la morena despertar, su cabeza dolió desde que abrió los ojos y la ventana del 7° piso en ese lujoso hotel la dejaba ver el lindo cielo aun estrellado.—Aww...—Chillo bajó cuando vió a Lauren, su cuerpo desnudo medio cubierto por la sábana y su cabello revuelto, hicieron que su cerebro se detuviera y guardará esa imágen para siempre.

Tomó su celular, y miro la hora junto a las notificaciones.
6:11 AM, 1 Email, 3 Whatsapp's.

—¿Alguien aún envía Emails?.—Se pregunto mirando la pantalla, sin moverse mucho y aún con su cuerpo desnudo.

@CalArts.LA:
"Karla Camila Cabello Estrabao, 22 de noviembre.
Hemos visto y revisado tú solicitud junto a tú vídeo, y queremos felicitarle por su animación y dibujó, para CalArts seria un honor aceptartele en esta universidad.
Es bienvenida entre el 12 y el 20 de Enero del próximo año.

Esperamos disfrute lo que queda de el año, y las fiestas, cordiales saludos."

Una lágrima resbalo por su mejilla, no de tristeza, si no de felicidad.

—Entré...—Se repitia en su cabeza una y otra vez.

—¿Camz?..., Amor, no llores, Camila calmate, oh dios, no me gusta verte llorar.—Lauren se desperto y ver llorando a su novia no era la manera en la que quería hacerlo, rápidamente se puso histerica.—Tranquila...¿Qué pasa?.—Pregunto abrazándola de lado.

—Entré...

—¿Qué?.

—Que entré, entré a la universidad.—Explico con la mirada perdida.

—¡¿Enserio?!.—Pregunto y Camila le paso su celular para que leyera.

—¡Si!.—Ambas se abrazaron fuertemente y besaron en celebración.

—Te dije que lo lograrias.—Susurro Lauren separándose del cuerpo de la menor volviendo a tirarse a la cama.

—Si me lo dijiste.—Sonrio con picardía y se mordio el labio al ver un bulto en la entrepierna de Lauren.—Y...Quiero un regalo por eso.—Solto tomando sus manos llevándolas hasta su trasero desnudo, la ojiverde la miro con los ojos abiertos en su faceta atrevida.

Camila se metió entre las sábanas y Lauren pudo jurar que se sintia fuera de su cuerpo al sentir la boca de su novia en su miembro.

—Eres como el ángel malo que me hace pecar.—Exclamó, viendo como subía hasta su boca para besarla.

—Tus ojos están más oscuros, me gusta saber que provocó este tipo de cosas.—Dijo con un tono que solo prendió más el cuerpo de la pobre Lauren.

(***)

Mientras Camila provocaba a Lauren, no muy lejos de ese hotel, dos cuerpos amanecían de la misna manera, completamente desnudo y en una posición no muy comoda.

Charlie abrió los ojos, soltó un bostezo y miro un cuarto completamente diferente al que veía todas las mañanas.

—Mierda...—Susurro cuando se dio cuenta que estaba desnudo, una mano lo abrazaba por su abdomen y una respiración golpeaba en su cuello.

Lentamente se dió la vuelta para saber con quién había tenido sexo la noche anterior.

—¡¿Qué?!.—Grito con voz aguda, se levanto tomando la sábana y se golpeo la frente.—No...No...No.

—¿Qué pas...—Hailee abrio los ojos con dificultad y se quedo en silencio analizando lo que estaba pasando, el jóven no pudo evitar mirar sus cenos.—¡Charlie!.

—¡Lo siento!, estás frente a mi desnuda, ¿Qué quieres que yo haga?.—Se escuso desde la esquina en la que estaba envuelto.

—¡Señor un drama más no, por favor!.—Pidió Hailee mirando al techo.—¿Podrías darme la sábana?.

—No, yo estoy me tapado con ella.

—Es algo que ya ví...Y toqué, es mi cuarto así que dame la maldita sábana.—Volvió a pedir con enojo.

—Bien.—Se la tiró y dejo su miembro descubierto.—¿Cómo paso esto?.

—Tú y yo borrachos no es que seamos lo más inteligente del mundo.

—Buen punto.—Ambos se quedaron en silencio con la cabeza baja por unos minutos.—Creó que tengo que irme.

—Es lo mejor.—Susurro Hailee, se tiro a la cama y miro al jóven buscando todas sus prendas.—Eres un bebé.—Se burlo al verlo ir hasta el baño.

—Dejame.—Se encerró y la dejo a solas, el cielo comenzaba a tornarse un poco naranja, apenas estaba amaneciendo.

—Dios...—Susurro la joven golpeando su frente, se supone que ella amaba a Ally, en una semana se iría junto al hasta Londres para buscarla...

—Hailee...Bueno, yo, yo, siento lo que paso, espero que las cosas no se pongan incómodas.—Salió de baño con su ropa puesta.

—Discutiremos esto luego.—Pidió, se despedio de el con un movimiento de mano.

—Haiz...—Dijo antes de salir.

—¿Si?.

—Lindos pezones.—Se río, para luego cerrar la puerta y salir de la casa de su amiga, se sorprendió al no ver a los padres de la joven, hasta que recordó que ella había dicho que estaban fuera de la ciudad.

(****)

—Es tan linda....Adorable, y graciosa, ¡y le gusto!.—Penso Normani, llevaba unos minutos despierta y sonriendo, Dinah estaba a su lado durmiendo tranquilamente, tenía puesta una de sus camisetas y aunque para otra persona se veria como si habían tenido algo la noche anterior, ellas solo habian dormido juntas, así en el lado menos pervertido de la palabra.

Normani jamás había estado en una relación seria, solía comenzarla y luego se aburría o dejaba de lado a la persona, se olvidaba, no le gustaba estar al pendiente de alguien,  y honestamente nadie había logrado obtener al 100% su atención, pero Dinah, ella lo había logrado, ella había estado tratando de entrar a su vida por meses, y la mayor nunca se lo permitió.

Pero hoy, al verla abrazada como un koala a su cuerpo, decidió que esto era lo que quería, que no dejaría pasar la oportunidad.
Miro su ventana, la cual había olvidado cerrar la noche anterior, el cielo se estaba tornando entre azul y anaranjado, y el día estaba cayendo sobre toda la ciudad.

—Buenos días...—Escucho una voz ronca, bajo la mirada y encontrándose a Dinah con una gran sonrisa.

—Buenos días.—Dijo devolviéndole la sonrisa, se acerco a su frente y le dio un beso, ambas se quedaron abrazadas, mirando el cielo desde ahí, Dinah consiente que al fin luego de tantos intentos fallidos, había logrado conquistar ese frio corazón.

Tal vez la noche anterior no había sido solo de despedida, era solo un recordatorio para tosos de que estaban apunto de entrar a otra etapa de su vida, la adolescencia se estaba yendo, sus padres no estarían ahi para siempre, cuidando de ellos.

Y mientras unos cometían errores, otros tomaban malas deciciones, otros se daban oportunidades y unos lloraban en su habitación sintiendo que le habían fallado a alguien... Que nisiquiera estaba a su lado.
Al final de la noche, todos somos responsables de las cosas que hacemos, todos somos culpables de las consecuencias.
Mientras unos ríen, otros lloran y otros se besan, podemos asegurar que somos humanos, y sentir es lo que nos mantiene vivos.

**

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Escritos De Un Corazón Noble || Camren G!P ||Where stories live. Discover now