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Lauren:

—No tengo ánimos para ir al supermercado.—Escuche a mi madre hablar con mi abuela en la sala.—Es martes...—Se quejó.

—Lo sé hija, pero necesitamos ir a comprar muchas cosas...—Mi abuela paro de hablar y miró el reloj en su muñeca. —Sabes que, iré yo y de pasó te traeré algúna píldora para tu dolor.

Las miré un momento y trate de convencerme.

<<Ve, ayuda a tu abuela>>
<<Te puedes encontrar con alguien que odies, eww>>

Esta bien, decidi ignorar mi parte paranoica.

—Vamos abuela, voy contigo.—Me ofrecí tomando mi chaqueta del perchero.

—¿¡Enserio!?...Mamá, díme que no estoy alucinando.

—¡Clara!.—Regaño mi abuela.

—Yo...Bueno quiero ir y ver afuera y traer tus pildoras.—Hablé sin poder explicar bien mis ganas de salir.

—Bien, Lauren cuida a mamá y no la dejes comprar muchas verduras si no quieres comer eso toda la semana.

—Bien, vamos.—Abrí la puerta y me encamine hasta el garaje dónde estaba el auto de mamá, miré a la casa del frente, Sofi no estaba a mi cuidado hoy, la escuela de Camila tenía un partido y ella la había llevado para apoyar a "Charlie" del cual Sofia habló mucho.

Debo admitir que ya me estaba sorprendiendo el hecho de que Camila no tuviera un novio o por lo menos alguien que ande buscando eso con ella, vamos es una chica hermosa, y supongo que "Charlie" era mas que un amigó.
Traté de ignorar mis pensamientos de...¿Celos?, no definitivamente no.

—¡Como rayos!.—Trate de mover el volante pero no recordaba muy bien como tenía que retroceder, no era mi culpa, no conducía hace muchos años.—Ohhh...—Susurré cuando recordé la mayor parte de mi clase de conducir.

Toqué la bocina muchas veces pero mi abuela no salía.

—¡Ya voy!, dios, ni yo que me quedan pocos años de vida estoy tan apresurada. —Solté una carcajada ante las palabras de mi abuela.

—No digas eso, tú tienes que estar viva para cuando me casé.

—¡Ufff!, pues tendré que esperar mucho.

—¡Ey!.—Me quejé conduciendo fuera de nuestro vecindario.

—Tiene que gustarle el arroz con pollo o tu mamá no les dará la bendición.

—Mamá es tan sobre protectora que estoy segura no me dejará casarme.

—En todos estos años las únicas que se ganaron su confianza son Normani, Sofia y Camila....Por cierto, ¿Recuerdas a Bradley?.

—¿Bradley?...Brad si mi amigo en segundo grado.—Respondí recordando a el niño de rulos con el que habíamos formado una amistad, Normani, Brad y yo éramos como los tres mosqueteros, o eso fue hasta que Normani se mudó, y mamá me sacó de la escuela.—¿Que sucedió con él?.

—Trabaja con su padre en el supermercado y tienen un bar cerca de la pastelería.—Me explicó.

—Oh bueno, él nunca fue una mala persona y me alegra que le este llendo bien.—Hablé con sinceridad, estacionan el auto frente al supermercado.—Bien vamos.

***

Estuvimos buscando las cosas por un largo rato entre risas, regaños y explicaciones, hasta que llegamos a la caja registradora.

—Mirá es él. —Me señaló a un chicó alto y de buen porté con sus inconfundibles rulos.—Bradley hijo.

—Señora Jaregui, tiempo de no verla por aquí y...—Me miro con duda analizandome de píes a cabeza.—¡¿Lauren?!.

Escritos De Un Corazón Noble || Camren G!P ||Where stories live. Discover now