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Los días se iban como agua entre las manos de ambas, los minutos parecían durar segundos.

Lauren despertó con pereza, había pedido su día libre, camino hasta la cocina con su cabello espantado, unos diminutos boxers y su celular.
Se hizo un moño y leyó el mensaje de su madre

“Perdón, Bob me invitó a cenar”

Sonrió al ver que lo había enviado la noche anterior, se había quedado dormida tan temprano que ni siquiera envio repuesta.
Ya se había acostumbrado a pasar sola en casa, su abuela había decidido mudarse con su tío Bruno ya que Lauren trabajando y Clara con su novio, la anciana pasaba demasiado sola, pero sin duda la extrañaban, ahora la casa de la Familia Jauregui lucía desolada la mayor parte del tiempo.
Lauren se preparó un desayuno y miro la televisión un rato, ordeno la casa, limpio un poco y lavó la ropa sucia.
Tomó un baño y se recostó en el sofá con su celular reproduciendo su playlist y su mirada en el techo.

Al llegar la tarde Camila le envió un mensaje.

“Estoy arreglando la última maleta, Quieres hacerme compañía?”

Lauren tomó sus llaves y fue hasta la casa vecina, Sinuhe le abrió la puerta con una gran sonrisa, le comunicó que Camila estaba en su cuarto.

(***)

–Hey.–Saludó mientras abría la puerta.

–Hola.–Saludó la morena dándole un beso, Lauren camino hasta la cama y se sentó mirando todas las maletas.

–¿Tendrás compañeros de cuarto?.–Pregunto preocupada.

–Si, son dos hermanos, es un apartamento grande me anunciaron así que no me la pasaré sola.

–Tú padre podría haberte pagado uno solo para ti.–Se quejó Lauren, no le gustaba la idea de su novia viviendo con dos extraños.

–Eso es muy caro, no los haría gastar tanto pudiendo pagar menos por un buen lugar, además, no creó que sean malos, son hijos de uno de los socios de papá.

–Podrían ser asesinos.

–Eres demasiado paranoica.

–Y tu muy confiada.–Le llevó la contraria, Camila sonrió con ternura y apretó sus cachetes.

–Siempre tienes que llevarme la contraria.–Se quejó acomodando algunas prendas en la pequeña maleta.–Te extrañare.

–Me lo haz dicho tantas veces.–Rodó los ojos.

–Tu solo lo haz dicho unas cuantas, siento que ni siquiera me extrañarás.

–Camz solo porque no lo diga no significa que no lo haré.–La morena la beso con ternura y siguió tratando de acomodar el regaló de su novia en la maleta.

–Pancho es muy grande.–Abrazó al peluche.–No quiero dejarlo.

–Deberías dejarmelo, algo así como custodia compartida.

–Solo me voy a mudar, no es un divorcio cariño.

–Lo siento, ¿Qué tanto llevas?.–Se acercó a la maleta.–¿Comó quieres que entré?, ni siquiera doblaste la ropa.

–Mamá ya me dio un regaño por eso, no quiero uno tuyo también.–Lauren sacó todo de la maleta y lo volvió a meter en orden, Camila la abrazó por detrás durante todo ese rato.–Eres la mejor.–Agradeció dándole el peluche.

–¿Ves como si entra todo?.–Se dio vuelta.–¿El vuelo es a las 10?.

–Si, mamá dijo que haría una cena, y debes quedarte, no es pregunta, es orden.

Escritos De Un Corazón Noble || Camren G!P ||Where stories live. Discover now