—¿Estás bien?—preguntó Denise viendo cómo me lanzaba al suelo a respirar.

Odio hacer ejercicio, Dios sabe cuánto.

—Si...solo...no lo...volvamos a...hacer—dije entre suspiros. Denise comenzó a reír y se lanzó al suelo junto a mi.

—¿Te parece una batida luego de esto?

—Me parece excelente.

***
—¡Oh! ¡Look what you made me do! ¡Look what you made me do! ¡Look what you just made me look what you just made me do!—cantábamos a todo pulmón mientras la canción Look What You Made Me Do de Taylor Swift sonaba en la radio.

Luego de una hora de espera, el grupo de chicas se cansó de esperar y se fueron, dejándonos el camino libre para que Denise y yo pudiéramos salir e irnos en paz. Aunque antes de irnos Denise tuvo que "realizar un encargo", pero no le di mucha importancia, solo estaba feliz de poder estar en la camioneta sana y salva. Ahora estamos de camino al apartamento de Andy, mientras bebemos de nuestras batidas y cantamos a todo pulmón.

—¡Está es la mejor batida que he probado en mi vida!—exclamé dándole otro sorbo a mi batida de oreo.

—¡Tienes que probarlas todas entonces!—respondió Denise bajando la velocidad del auto cuando llegamos al apartamento.—Nuestro destino.

—¿Crees que Andy haya cocinado? Muero de hambre—confesé tocando mi panza.

—Acabaste de tomarte una batida—señaló Denise sorprendida.

—Soy un barril sin fondo, amo tragar.

—Bueno comelona, seguramente iremos a comer a algún restaurante, ya sabes, porque es tu cumpleaños—informó Denise saliendo del auto, tomando todas las bolsas de compras. Yo bajé y la seguí.

—No es necesario, con solo estar con ustedes y ver una película en Netflix soy feliz—confesé con una gran sonrisa.

Y no miento, no necesito salir a ninguna parte para pasar un buen cumpleaños. Estar con ellos me llena de una manera que no tienen idea, son lo mejor que me ha pasado, son todo para mí. Además, no es como si estuviera acostumbrada a que me celebren los cumpleaños. Siempre estaba sola en mi habitación, y de vez en cuando Chloe llegaba con un cupcake de chocolate y una vela sobre el simulando un bizcocho. Extraño los cupcake que me traía Chloe, eran los mejores por el simple hecho de que ella lo traía con amor, y sabia que me haría sentir mejor.

Hoy Chloe me llamó a las 2 de la mañana, olvidando por completo el cambio de horario para felicitarme. Casi no hablamos porque tenía un sueño muy pasado, pero quede en volverla a llamar en cuanto antes, o hacer un FaceTime.

—Solo pensamos que sería lindo—comentó Denise entrando la llave a la cerradura una vez frente a la puerta del apartamento.

—No hay nada más lindo que estar con ustedes—me sinceré. Denis sonrió.

—Quizás podamos sorprenderte—dicho eso, abrió la puerta y...

No. Puede. Ser.

—¡Feliz cumpleaños!—exclamaron los chicos y Andy al ver que entrábamos. ¡Hasta ZK-9 estaba ahí!

—¡Oh por Dios!—exclamé tapándome la boca ante la sorpresa. Las lágrimas no tardaron en salir de mis ojos por lo cual me tapé el rostro al instante.

—¡Feliz cumpleaños Ally!—me deseó mi hermano acercándose a mí para abrazarme. Lo abracé con fuerza mientras que lloraba en su hombro.

—Eres el mejor hermano del universo—dije separándome de él. Andy tenía los ojos llorosos, pero me estaba sonriendo con intensidad.

—¿Y para nosotros no hay abrazo?—preguntó Michael estirando sus brazos. Yo reí mientras me secaba las lágrimas y me lancé a sus brazos—Y pensar que tenias 15 cuando te conocí.

—Wow, ha pasado tanto tiempo—dije con sarcasmo y el comenzó a reír.

—¡Crecen tan rápido!—exclamó con dramatismo para luego besarme en la cabeza—Feliz cumpleaños Allison—me deseó con una tierna sonrisa.

¿ALGUIEN QUE ME EXPLIQUE COMO SE SUPERA QUE MICHAEL GORDON CLIFFORD ME DESEEÓ UN FELIZ CUMPLEAÑOS?

Ah esperen... Eso no se supera.

Poco a poco, los chicos me fueron abrazando y felicitando, y haciendo chistes sobre lo madura que me he puesto y lo mucho que había crecido. Realmente son lo mejor que me ha pasado.

—¡Allison! ¿Podrías venir aquí un segundo?—preguntó Denise con una tímida sonrisa. Dejé de hablar con Ashton para dirigirme hacia donde se encontraba la castaña.—Feliz cumpleaños—me entregó una bolsa color azul celeste y yo la tomé con una sonrisa. Cuando abrí la bolsa, mi boca cayó al suelo.

Era el vestido rosa que no pude probarme.

—Vi cómo te brillaban los ojos cuando lo viste, así que no pude evitarlo, tenía que comprarlo, además de que ya había conseguido unos zapatos que le hacían juego.

No sabía qué decir, no sabía ni cómo reaccionar. Así que hice lo único en lo que soy buena, llorar y abrazarla con todas mis fuerzas.

—Muchas gracias—susurré.

—No hay nada que agradecer—dijo separándonos del abrazo. Lagrimas salían de sus ojos al igual que de los míos. Ahora, ponte ese vestido y enamora a los chicos más de lo que ya están enamorados de ti.

Yo reí ante su comentario y me dirigí hacia mi habitación, donde rápidamente me cambié al vestido rosa pastel. Una vez con el puesto y con los zapatos, me eché un vistazo al espejo, y no pude evitar más que sonreír. Estaba feliz, no sólo por el vestido, sino porque por primera vez, pasaría un cumpleaños feliz, por primera vez, no estaría encerrada en mi habitación, por primera vez estaría con las personas que me importan.

Simplemente nada podría arruinar este día.

Me di un último vistazo y sonreí aún más. Sí señor, este es un día muy especial para mí, pensé cuando mi celular comienza a sonar. Lo tomé y contesté, seguramente era Chloe para pelear conmigo por no haberla llamado.

"Hola mocosa, ¿nos extrañaste?"

Y es así como un día perfecto queda arruinado.

Recuperando a 5SOSWhere stories live. Discover now