Capítulo 29

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Allison

Mientras los chicos hablaban en la sala de estar, Calum me dejó quedarme en su habitación. "Mi paraíso es tu paraíso" dijo con una sonrisa antes de cerrar la puerta.

Si esto es el paraíso no quiero saber qué es lo peor.

Su habitación era un completo desastre. Ropa tirada por todos lados, calzones debajo de la cama, cajas de pizzas amontonadas a un lado con pedazos de pizzas a medio comer. Los calcetines estaban dentro de una pecera vacía la cual la adornaba pequeñas casas de Bob Esponja. Si la definición de una habitación de chicos fuera una foto, de seguro esto fuera lo mejor para describirlo.

Logré hacerme paso hacia la cama para sentarme y viva mi suerte, me senté en un envase de budín de chocolate.

—¡Puaj! ¡Calum!—chillé viendo mi pantalón manchado de la oscura sustancia.—Chicos—rodé mis ojos con fastidio mientras buscaba algo en la habitación que sea útil para poder limpiarme el postre.

No pasó ni más de un minuto cuando la puerta del cuarto de Calum se abre. Me giré y vi a un molesto Michael. Parecía haber llorado y a su lado tenía la misma maleta que traía cuando llegamos.

—Recoge tus cosas Allison, nos vamos—dijo limpiando su nariz con la manga de su suéter.

—¿A dónde?—pregunté confundida—Acabamos de llegar.

—Por lo cual se te hará más fácil empacar tus cosas—observó la habitación hasta que dio con mi maleta. Se acercó a ella y la tomó—Bien, no desempacaste nada.

—Ni siquiera me diste tiempo—murmuré.

—No importa, no es necesario—dijo entregándome la valija.—Andando.

Michael se giró y salió de la habitación a toda prisa. Yo tomé la maleta, un tanto confundida y lo seguí. Cuando bajamos las escaleras, vimos a los chicos los cuales nos observaban expectantes. Luke estaba limpiándose los ojos, Calum miraba a Michael y luego a mi y Ashton estaba negando. Los demás presentes no mostraban expresión alguna.

—¿A dónde vas?—preguntó Calum con seriedad.

—A dónde no te importe—le espetó Michael.

Yo lo miré sorprendida, sin entender porque le había hablado a Calum de esa manera. Hubo una pequeña discusión entre ambos, hasta que decidí intervenir, no de la mejor forma, pero lo hice.

—Pero Mikey...

—¡No te metas Allison!—me gritó Michael.

Retrocedí aterrada. Este no es el Michael que conozco. No es el Michael cariñoso, comprensivo, honesto y humilde que conocí hace un meses en Nueva York. Este es un completo extraño, un impostor. Y honestamente no me agrada.

Después de eso, no escuché nada más, no se lo que dijo Calum, no se lo que dijo Ashton, no se lo que respondió Michael. No sé si Luke hizo algo, no sé nada.

—Te encontraré, lo prometo—dijo Calum, esta vez dirigiéndose a mi.

Yo asentí porque no podía hacer nada más. Si hablaba de seguro mi voz se quebraría y las lágrimas no tardarían en salir.

Un furioso Michael volvió a tomar mi mano haciendo que me tragara un gemido de dolor. Nos dirigimos al taxi, y Michael lanzó las valijas al baúl de este, no antes de obligarme a entrar a el primero. Una vez dentro, ni me molesté en ponerme el cinturón de seguridad, sólo miraba por la ventana a la casa, donde Calum permanecía ahí inmóvil, como un perro en guardia, observando el taxi con extremada atención.

Recuperando a 5SOSWhere stories live. Discover now