Capítulo 14

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—Y esta es la estatua de la libertad—dije a los chicos señalando a la gran mujer verde desde el muelle. Vi la frente de Calum arrugarse ligeramente mientras que ponía una de sus manos sobre los lentes de sol.

—Agh, estúpidos lentes—gruñó Cal con la intención de quitárselos pero Michael lo detuvo.

—Recuerda que lo tenemos para no ser descubiertos—le dijo para luego arreglarse su gorra de golf mientras que con su celular tomaba una fotografía.

—Claro, como es tan común ver a un chico roquero con el cabello tiñado de un azul eléctrico con una gorra de tenis y unas gafas de corazones—Calum comenzó a aplaudir—Bravo, tu inteligencia es impresionante, espero que sea contagiosa.

—Primero que todo, es una gorra de golf idiota, y segundo que todo, si vas a seguir con tu sarcasmo te lanzaré hasta la estatua de la libertad para que te cuelgues de tus calzones en su antorcha.

¿Debería de detenerlos? No solo se ven adorables discutiendo si no que están llamando la atención de varias personas y digamos que no son tan estúpidas como parecen.

—Chicos—los llamé haciendo que ambos me miraran—Creo que los han descubierto—señalé con mi mentón a un grupo de chicas que miraban a Calum y a Michael como la última Coca del desierto.

—¡No puedo creer que sean ustedes!—chilló una de ellas dando saltos.

—¿Podría tomarme una foto con ustedes? Por favor—lloriqueó otra.

—¡Los amamos!—gritó la más bajita de las 5.

Mikey tanto como Cal se miraron el uno al otro con una pequeña sonrisa y luego asintieron dejándoles entender al grupo de chicas que estaban de acuerdo con sus intenciones.

—¿Podrías fotografiarnos?—me preguntó una castaña. Yo asentí torpemente y tomé su móvil para sacarles varías fotos.—Gracias—me sonrió para tomar su teléfono celular e irse con las demás.

—Eso fue bonito—sonreí con dulzura.

—Si, son increíbles—concordó conmigo Calum.

—Bueno, entonces espero que no les moleste ser inundados con sus increíbles fans porque vienen como manada hacia esta dirección—señalé a una muchedumbre de personas que corrían como si su vida dependiera de ello.

—¡Mierda! ¡Corran!—exclamó Michael y eso fue lo que hicimos.

—¿A dónde?—preguntó Calum.

—¡Ni puta idea!—gritó Mikey doblando un callejón.

—¿Primero nos mandas a correr y no tienes ni puta idea a dónde vamos? ¿Acaso puedes ser más genio de lo que ya eres?

—¡Ya cállate!—le respondió de vuelta.

—¡Esperen!—grité ya que ambos corrían como si no hubiera un mañana por lo cual yo me quedé atrás ya que soy un asco haciendo ejercicio—¡Chicos!—poco a poco fui disminuyendo la velocidad hasta que me detuve completamente. El grupo de chicas pasó por mi lado sin importarle que algunas me empujaran o me pisaran.

Fruncí el ceño pensando en que podría hacer. No podré alcanzarlos a este paso, sería imposible.

Miré un banco no muy lejos de donde estaba y me dirigí a el para sentarme y poder descansar un poco, al cabo que a nadie le intereso, yo no soy la famosa aquí.

—¡Miren! ¡La chica rubia que estaba con Mikey y Calum!—me señaló una pelirroja.

—¿Tienes su número de teléfono? ¡Te doy 100 dólares si me lo dices!—gritó otra corriendo hacia dónde mi.

Hablé demasiado rápido.

***
¡Heyyy! He vuelto y he actualizado temprano, ámenme :)

Estaba aburrida en mi habitación y me puse a pensar ¿porque no escribir? Ya estás haciendo de vaga mucho tiempo, haz algo por tu vida. Así que aquí el resultado.

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Recuperando a 5SOSWhere stories live. Discover now