Recuperando a 5SOS

Capítulo 10

M A R A T Ó N: UNO

—¿Tú?—preguntó Michael incrédulo. La persona permanecía quieta, tratando de descifrar que estaba sucediendo y porque había una chica en la habitación.—¿Qué demonios haces aquí?

—Puedo preguntar lo mismo—respondió el otro cruzándose de brazos.—¿Qué haces tú aquí? ¿Y quién es ella?—me señaló.

—Al parecer tuvimos la misma idea—sonrió Michael acercándose al chico—Te extrañé hermano—lo abrazó y este le devolvió el abrazo.

—Lo mismo digo Mikey—dijo separándose del abrazo.—Bien, ahora responde—se giró a verme—¿Quién es ella? Jamás la había visto ¿No me digas que te convertiste en un traficante de blancas Michael?—preguntó más en un tono de burla.

—No seas idiota—comenzó a reír este—Ella es Allison, la conocí ayer—me presentó y el chico me miró por un momento.

—Mucho gusto Allison, soy Calum—estiró su mano hacia mi. Yo permanecí en mi lugar quita. No podía respirar, hablar, no podía moverme.—¿Le sucede algo?—miró a Michael preocupado.

No puedo creer que Calum Hood está frente a mí, ¡Mi chico 5SOS favorito está frente a mis narices! Necesito un abanico, necesito que alguien me golpee, necesito saber que no estoy soñando porque juro que lloraré cuando me despierte.

—El gusto es mío—pude decir al cabo de unos minutos.

—¿Eres fan?—yo asentí rápidamente—Eso explica—rió.

—Tu risa me hace sentir en las nubes—dije inconscientemente y al instante tapé mi boca. Calum me miró con una media sonrisa haciendo que me sonrojara.

—Me agrada—me señaló y sentí como mi corazón dio un vuelco de felicidad.

Calum Hood, ex integrante de 5 Seconds of Summer, dijo que le agrado. Alguien por favor que me pellizque. Es más, no, no me pellizquen, quiero seguir soñando.

—Michael, está mirándome raro otra vez—dijo Calum a su amigo quien rió.

—Descuida, es inofensiva—puso una mano en mi hombro y sentí como mi corazón latía a mi millas por segundo.

Michael. Clifford. Está. Tocándome. Oh. Por. Dios.

—Mikey, quita la mano de ahí, ¿no vez que está a punto de un ataque?—preguntó Calum tomando la mano de Michael para quitarla de mi hombro.—Allison, respira—inhaló y exhaló para que yo repitiera su acto.

—Me estás hablando—dije temblando—¡Calum Hood me está hablando!

Y sin decir más terminé lanzándome sobre él para darle un abrazo.

Llámenme loca, llámenme exagerada, llámenme gorda fan obsesionada, pero el estar abrazando a Calum Hood es la mejor sensación de este mundo.

Sentí como sus brazos comenzaron a rodear mi cuerpo sujetándome con fuerza, como si estuviera intentando protegerme de algo, o eso quería pensar yo, y debo de admitir que no hay lugar más seguro que sus brazos. ¿Hace cuánto no me sentía así? ¿Hace cuánto no me sentía segura? No lo recuerdo, desde hace mucho.

—¿Estás llorando?—preguntó separándose de mi. Parpadeé algo aturdida y toqué me rostro.

En efecto, estaba llorando.

—Dios, ahora debes de pensar que soy una niñita terca y sentimental—me lamenté bajando la mirada apenada. Estoy llorando frente a dos chicos y no son unos chicos normales por decirlo así.

—Por supuesto que no—negó con una sonrisa—Es normal llorar al ver a tus ídolos.

—Es cierto, debiste de ver la cara de Calum cuando conoció a Usher, pensé que se desmayaría—dijo Michael recibiendo una mirada de Calum.

—No es solo eso—dije mientras limpiaba mis lagrimas.—Es solo que desde hace mucho no me sentía feliz—sonreí tímida—O segura.

Ambos chicos se miraron los unos a los otros, como si sintieran lastima por mi, y eso es lo menos que quiero que sientan, lástima por una niña desamparada.

—¿Quieres hablar de ello?—preguntó Mikey.

—¿Ahora? Son las tres y media de la mañana—señaló Calum su celular.

—Cuando gustes—dijo sentándose en la cama.

—¿Puede ser otro día?—fingí un bostezo—Tengo sueño.

—Está bien—asintió Michael levantándose.—Buenas noches

—Buenas noches—sonreí.

—Ey, ¿dónde se supone que duerma yo?—preguntó Calum indignado.

—Puedes venir a mi habitación, pero dormirás en el suelo—le dijo Michael a su amigo.

—¿No dormiremos juntos?—hizo puchero.

—Estas enfermo—rió mientras salía de la habitación.

—¡Pero quiero cucharita!—exclamó siguiendo al peli-verde.

Entonces ahí estaba yo, acabando de presenciar un momento Malum.

¿Genial no?