El Padre de Mi Mejor Amiga|Justin Bieber|Editada|

Capítulo 45: El amor es ciego ¿verdad?

Me desperté sobresaltada y respirando entrecortadamente y supuse que aún era de temprano por el silencio alrededor.

Mierda.

Sentí un escalofrío recorrerme y miré a Brad durmiendo a mi lado sin inmutarse del miedo que me invadía.

Comprobé todas las partes de la habitación con la mirada.

Vaya, que sueño más horrible.

Mi mente trabajó diciéndome que no había sido un sueño y que aquellas manos cálidas que sentí sobre mí fueron las de un espíritu que misteriosamente habitaba en la casa de Amber.

Joder, que miedo.

Me acurruqué junto a Brad y hundí mi rostro en su pecho para evitar ver fantasmas flotando o bailando sobre mi en lo que quedaba de mis horas de sueño.

Sintiéndome totalmente descansada abrí mis ojos y los cerré al instante, el sol me daba en la cara.

Me estiré un poco y comencé a reír como loca cuando las manos de Brad comenzaron a estrujarse en mis costillas.

-Ya ¡Ya basta!-chillé riendo.

-Repite conmigo, "Brad eres lo mejor que le ha pasado a mi aburrida vida.."-sonrió relajado, sentándose sobre mis caderas para estar mas cómodo.

-Brad, Brad...tu eres-tome aire intentando respirar y continué riendo-eres lo mejor que le ha pasado a mi aburrida vida-volví a chillar e intente apartar sus brazos desesperadamente.

Él continuo moviendo sus manos sin inmutarse por mis intentos de alejarlo.

-Aun no he terminado cariño-canturreó-ahora te toca decir "Brad, amor mío, tus abdominales son aún mejores que los del señor Bieber" aunque ambos sepamos que es mentira pero bueno, el amor es ciego ¿verdad?-

Solté una fuerte carcajada que fue más por lo que dijo que por las cosquillas.

-Brad cielo, tus ab...abdominales son aún mejores que los del señor Bieber-dije rápido y sentí a mis pulmones agradecerme cuando él se detuvo.

-Muy bien, nena-sonrió él, con su cabello desordenado y sus ojos brillantes.

Jodido ken parlante.

-Eso fue muy injusto-fruncí el ceño fingiendo enojo.

-¿Tu crees?-preguntó poniendo sus manos sobre mis costillas otra vez.

-No no no no, fue totalmente justo-dije rápido, apartándome de sus manos.

Él sonrió satisfecho y se alejó de mi.

-Eso es lo que pensé

Me puse de pie y le enseñé la lengua en respuesta, me encerré en el baño para cambiarme en una falda rosada, un top blanco y sandalias del mismo color. Parecía haber un hermoso día de verano afuera.

-Mm que hermosa es mi novia-sonrió con sorna haciendome reír.

-¿Que hora es?-pregunté

-Mmm-miró la hora en su teléfono y sus ojos se expandieron-las doce del mediodía.

-Mierda que tarde-murmuré.

-Si, yo tengo que ayudar a Chris en su casa, así que me ire ahora- se apuró a ponerse sus zapatos, y soltó algunos quejidos de dolor.

-Bueno-asentí y luego de esperar a que se colocara sus zapatos y chaqueta, bajamos las escaleras.

Esperaba que no hubiera nadie abajo, pero definitivamente no esperaba encontrar a toda la familia Ingals en alrededor del living.