El Padre de Mi Mejor Amiga|Justin Bieber|Editada|

Capítulo 83: Estas segura ahora, estarás segura siempre

-Bueno, ya es tarde-murmuró Justin luego de mirar su reloj.

Luego de esa charla tan extraña, mamá lo había invitado a cenar. Supuse que más allá de todo lo que estaba sucediendo, ella se sentía agradecida de cómo Justin había actuado con todo lo de Brad.

Bufé a lo bajo sin poder evitarlo, porque no quería que se fuera, disfrutaba mucho de su compañía y ese día me sentía especialmente sola.

-Si-respondió mamá-deberías ir a la cama, ha sido un día muy largo para tí-dijo observándome y tomando mi mano derecha, que estaba sobre la mesa de la cocina.

Escondí mis labios intentando tragarme mis palabras, no quería dormir en esa cama, no luego de lo sucedido con Brad, no había regresado allí desde entonces.

-¿Qué pasa? preguntó mamá, mientras Justin se colocaba su abrigo.

-No quiero dormir ahí-dije a lo bajo, sintiendo la mirada de Justin sobre mi.

Mamá abrió la boca para decir algo y luego la cerró, supuse que iba a preguntar por qué hasta que entendió mis razones.

-Puedes dormir en mi habitación-respondió.

Negué rápidamente con la cabeza, mi madre tenía cientos de problemas en su espalda ya que su trabajo le exigía pasar horas y horas de pie, y sabía cuánto sufría cuando no dormía en su colchón especial. Siempre que nos íbamos de vacaciones ella lloriqueaba por las contracturas en su cuello. Incluso al dormir en la casa de Amber se había llevado su propio colchón.

-Supongo que dormiré en el sofá-me encogí de hombros.

Hubo un pequeño silencio en el que mamá parecía estar pensando qué hacer para no dejarme dormir en el sofá una noche más.

No era la gran cosa, supuse que eventualmente lo superaría y podría volver a dormir en mi cama.

-¿Puedo acompañarla?-preguntó Justin en voz baja.

Parpadeé sorprendida volviendo mi vista hacia él.

¿Acompañarme a dormir?

Cristo, eso sería jodidamente increíble.

Mamá parecía estar pensándolo, mantenía su ceño fruncido, y desee que se apiadara de mí y lo dejara quedarse más que nada en el mundo.

-Sólo será por esta noche-agregó él.

Volví a mirar a mamá con mis ojos expandiéndose y esperando su respuesta como una niña esperando que la dejen ir a una pijamada.

Ella suspiró pesadamente al tiempo que rodaba sus ojos.

-Está bien

Sonreí ampliamente y no pude evitar que mi corazón saltara de emoción.

Sólo había dormido una vez con Justin, y sólo había sido increíblemente satisfactorio al verlo despertar junto a mí, pero él ni siquiera me había tocado a la hora de dormir.

Y hacía mucho tiempo que no sentía sus cálidos brazos sobre mí. Lo extrañaba tremendamente y me sentía sola sin él.

En ese momento más que nunca agradecí tener una madre como ella, porque siempre parecía anteponer mis sentimientos a lo que creyera correcto, y eso me hinchaba el corazón.

Lentamente se puso de pie, y luego de desearnos buenas noches y arrojarle una mirada amenazante a Justin, subió las escaleras en dirección a su habitación.

Cuando por fin estuvimos solos, mi cuerpo entero se quejó en la necesidad de tocarlo.

Él volvió a quitarse su abrigo ante mi atenta mirada, y se acercó a mí para acariciar mi cabello.