Capítulo 82: Justin, ella es una niña

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Cuando nos montamos al auto de Justin, su teléfono comenzó a sonar incesantemente, él observó la pantalla y suspiró pesadamente.

-Nena, es Amber-dijo girando en su asiento para verme, ya que me encontraba en el asiento de atrás.

Mierda, no me sentía lista para Amber.

Amaba a mi mejor amiga antes que a cualquier cosa en el mundo, pero sabía cómo se tomaría la noticia y realmente sentía que debía tomar un problema a la vez si deseaba continuar mínimamente cuerda, aquello era demasiada presión psicológica.

Hice una mueca de confusión, sin saber qué responder.

-No estoy lista para decírselo-murmuré.

Justin asintió en mi dirección y volvió a girarse, creí que rechazaría la llamada, pero contestó.

-Nena-dijo en un suspiro, y fui capaz de oír los gritos frenéticos de mi amiga al otro lado de la línea-Amber...cálmate por favor-pidió él con su voz calmada.

Me sentí terriblemente mal de que ella probablemente estuviera preocupada por mi, y que yo no fuera capaz de responder a sus llamados, pero conocía a Amber, y sabía que ella iba a indagar sin descanso hasta saber qué sucedía si tenía la oportunidad de hablar conmigo. No estaba lista para eso.

-Ella está conmigo-mis pensamientos fueron interrumpidos por la voz de Justin, aún al teléfono.

Justin suspiró, y posó su mano libre sobre su frente, agachando su cabeza frustrando.

-No...¿estás loca? cálmate por favor-gruñó-Cristo Amber, luego podrás hablar con ella, no en este momento, te llamaré en unas horas, adiós-dijo y colgó rápidamente, como si no quisiera oírla más.

Lo oí resoplar pesadamente y poner el motor en marcha.

-¿Ella está bien?-preguntó mamá, quitándome las palabras de la boca.

-Si, sólo quiere saber dónde está Emma, y es tan obstinada que no puede obtener un no como respuesta-dijo comenzando a conducir.

Por ese pequeño momento quise reír, porque ellos dos eran totalmente idénticos, y no parecían darse cuenta.

Mientras íbamos de camino a la estación de policía, mi madre y Justin parloteaban sobre temas legales, abogados, y cosas que no entendí.

Una vez que aparcamos fuera, el miedo me invadió una vez más y agradecí tener a mamá y a Justin conmigo, supe que si tuviera que hacer aquello sola hubiera huido como un conejo asustado.

Entramos a la estación de policía en silencio, Justin ponía una de sus manos en mi hombro como siempre que quería transmitirme seguridad, haciéndome saber que estaba allí.

En la mesa de entrada nos recibió un señor bastante mayor, que nos hizo esperar por alguien a quien denominó el detective Charles.

Esperamos por unos minutos allí en algunos asientos color negro, la mano de Justin permanecía en mi muslo y me acariciaba constantemente, supongo que sabía que estaba tan nerviosa como la mierda.

Mamá me observaba de a momentos, pero no decía nada.

Estar allí se sentía horrible, era un gran edificio gris con personas caminando de un lado al otro y teléfonos sonando constantemente.

Finalmente el detective Charles llegó con nosotros, era un hombre bastante joven, con enormes anteojos y un traje color café.

Luego de tomar nota en una planilla sobre la cuestión que nos llevaba allí, me observó por algunos segundos, y preguntó sorprendido cuál era mi edad.

El Padre de Mi Mejor Amiga|Justin Bieber|Editada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora