Capítulo 22: Te haré el amor...

Comenzar desde el principio
                                    

No Clarke. No me iré a ningún lado. Dije firme.En todo caso, nos iremos todas. Ya no tenemos nada que hacer aquí. Contuve el llanto, e intenté dejar de mostrarme tan afectada. Todo tenía que acabar de una vez por todas. Clarke asintió, y suspiró buscando calmarse.

―Tienes razón. ― Anya, se mantenía aferrada con su brazo por mi cintura, y Clarke me dedicó una mirada llena de nostalgia, queriéndose disculparse por algo que no tenía la culpa. Niylah comenzó a reírse, como si le causara gracia toda aquella espantosa situación.

―Sí cariño, vete tranquila con tu novia ahora. Sabes en dónde encontrarme cuando necesites una mujer de verdad. ― Le dijo a Clarke, sin importarle nada. ¿A qué demonios jugaba? ¿Tan ebria estaba para no ser consciente de la maldad de las palabras que salían de su boca?

¿Qué demonios te sucede? Le gritó Raven furiosa, acercándose lo más que pudo, pero sin tocarla. ― Te conviene alejarte de ambas, porque te juro que te mataré Wilson. Dejé pasar lo de esta tarde. Pero si no te alejas de ellas, conocerás lo que es sentir mi puño en tu rostro. Cerró su puño y se lo mostró, amenazándola.

Bla Bla Bla... Que ruda eres... Tócame, y TÚ, conocerás lo que es quedarse sin trabajo doctora Reyes. Adelante, dame la excusa perfecta para hacer lo que deseo desde hace varios meses. ―Dijo jugando con fuego y aumentando la apuesta de la amenaza.

Maldita perra, te voy a...Se lanzó sobre ella en un estado irascible, pero Clarke la sostuvo y la alejó de inmediato.

―Tú no puedes hacer eso. No tienes la autoridad. ― Gritó furiosa Raven, mientras intentaba soltarse de los brazos de Clarke.

―¿Quieres arriesgarte y ver que sí? Recuerda quién soy yo en ese hospital. ― Cruzó los brazos, y mantuvo la postura mostrando triunfo. Las personas a nuestro alrededor comenzaron a murmurar y a pararse a observar toda la escena.

―Eres una perra Wilson. Una maldita perra. ― Niylah soltó una risa y se dibujó una sonrisa maliciosa en sus labios. Gesto que acrecentó la cólera de Raven. Anya quiso meterse, pero la detuve.

Raven detente. Vámonos. Intentó tranquilizarla Clarke. Su desesperación se notaba acrecentarse. Tomó del brazo a su amiga  y quiso sacarla lejos de allí cuando la gente se comenzó a aglomerar a nuestro alrededor. Cuando Raven intentó hablar nuevamente, Clarke se adelantó y ordenó con firmeza. RAVEN, VÁMONOS. AHORA. Y comenzamos a caminar hacia la salida, dejando a toda la gente y a Niylah detrás.

Acuérdate de mis palabras Woods, acuérdate que me darás la razón. Gritó llena de odio Niylah no queriendo ser la perdedora.

―Vete a la mierda Niylah. ― Respondió Clarke, girándose hacia ella, con la voz entrecortada.

Anya me guío hasta las afueras del bar, mientras Clarke y Raven buscaron nuestras cosas. Conociéndola, era más que seguro que usaría ese momento para regañarla también, por no ayudar a controlar la situación. Pero ¿qué podía esperar de su amiga? La habían amenazado con perder su trabajo sin necesidad. Involucrándola en algo que no correspondía. Tan bajo y sucio había sido la jugada de Niylah, que no esperaba otra reacción por parte de Raven. No tenía la culpa de nada. Lo mismo había ocurrido conmigo, jugó sucio tocando mi punto débil. Era una manipuladora profesional, y lo único que deseaba ella, era ganar, costara lo que costara. Aunque ganar significara, para la doctora Wilson, herir lo suficiente a una persona hasta hundirla. Ése, ya había sido su triunfo. Y lo peor de todo, lo había logrado.

¿Casualidad o destino? [CLEXA AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora