¿Casualidad o destino? [CLEXA AU]

Capítulo 9: Nuestro infinito

Lexa POV

Una vez Clarke me mencionó, que dormir abrazada a una persona amada, ayuda a reducir la producción de una sustancia química en nuestro cerebro llamada cortisol, denominada la hormona del estrés, y por otro lado, estimula el aumento en la producción de oxitocina, otra hormona, generadora de felicidad y bienestar en este caso. Por ende, el dormir de este modo, no se lo puede minimizar a un simple acto, sino hay darle el crédito que merece por permitirnos un descanso ideal y perfecto.
Me atrevo a decir, que es totalmente factible todo aquello, porque el hecho de que Clarke me abrazara y estuviera conmigo, ayudó a que descansara física y mentalmente de una forma que hacía muchísimo tiempo no lo hacía.

Fue un gran alivio darme cuenta que aún era demasiado temprano para levantarme. Aunque la alarma en mi teléfono todavía no había sonado, ignoraba la hora exacta que estaba viviendo. Sólo me conformó saber que podía descansar un rato más.

Tomé delicadamente la mano de Clarke que rodeaba mi cintura, la acaricié, la acerqué a mis labios y le dejé un casto beso para luego apoyarla sobre mi pecho. Mi mente no demoró en recordar aquel beso que me había dado horas atrás. Había sido perfecto, pero no estaba completamente segura cómo sentirme al respecto ante toda la situación. Obviamente no esperaba que algo así ocurriera la noche anterior. Sin embargo, para ser sincera, muy adentro mío tal vez lo deseaba.

Sentía la suave respiración de Clarke sobre mi nuca como una pequeña caricia constante. Era una sensación magnífica y relajante. ¿Con qué voluntad iba a poder moverme de allí, si estaba tan a gusto? Volví a cerrar mis ojos y concentrada en su respiración, presioné más su mano sobre mi pecho y dejé que el sueño me abrazara una vez más, disfrutando de sentir el calor que su cuerpo irradiaba contra el mío.

-Psss. Lexa...- Escuchaba a lo lejos, pero no llegaba a identificar si estaba soñando o si realmente quién me sacudía las piernas era real.

-Woods...- Con mis ojos a penas abiertos, distinguí a Anya con una taza de café en sus manos y sonriente como si estuviera disfrutando de algo. Entonces reaccioné. Clarke aún dormía y estaba más aferrada a mí que antes, con su pierna sobre mi cuerpo y su mano en mi pecho. Le  regalamos a Anya, una escena que llevaba años esperando, y todo porque había quedado tan profundamente dormida que ni siquiera había podido escuchar la alarma despertador.

- ¡Oh!- Solté mientras trataba de abrir mis ojos por completo y despegarme de Clarke sin las ganas suficientes. Debía ir a trabajar y solo anhelaba seguir en la misma posición durante todo el día.

Le dejé un tierno beso en la frente y salté por encima de ella. La arropé bien y dejando la mitad de mi corazón allí, me dirigí con Anya a la cocina.

-Ya quita esa sonrisa de tu rostro, quieres. - Intenté hacerme la seria mientras llenaba mi taza con café.

- ¿Qué sucedió? ¿Cómo estás?- Intentó sacarme información con una sonrisa poco disimulada en su rostro y llena de curiosidad.

-Luego hablamos, ¿vale?

-Pero, ¿te encuentras bien?- Insistió.

-Mucho mejor. - Respondí dándole un sorbo a mi café, sin despegar la mirada de Clarke.

-Ajam... La doctora sexy te tiene tan enamorada... mírate Woods. - Dijo intentando burlarse. Dejé mi taza y antes de salir de la cocina para cambiarme solté:

-Tal vez...- Escuché por detrás de mi espalda como dejó escapar un "lo sabía" emocionado, tratando de no gritarlo. No pude evitar una risita silenciosa. Creo... creo que tal vez Anya, sí podría haber estado en lo cierto todo ese tiempo. Sin embargo, no sabía qué tan lista estaba para aceptarlo completamente.