Capítulo 1: Volver a verte

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¿Alguna vez han pensado cuáles son las posibilidades y probabilidades de coincidir con una persona? Una en un millón, tal vez. Varios factores pueden influir para que ese coincidir suceda. Muchos creen que el destino es el encargado de poner a cada persona en el sitio correcto, en el momento justo. Otros no creen en él y dejan aquel coincidir en manos de casualidades que van entrelazándose unas con otras de manera sucesiva; y están aquellos, que creen que la vida es un conjunto de ambas para no desestimar ni a una ni a otra. Lo certero es que en la vida se nos presentan personas por alguna razón necesaria. Sea para algo negativo o positivo. El modus operandi  puede ser incierto y con infinitas posibilidades, pero que ni los más escépticos podrían dudar de que una forma u otra estamos atravesados por el destino, las casualidades y las causalidades. 

***

Clarke POV

Hacía poco más de un mes que mi noviazgo de varios años había llegado a su fin de manera definitiva. Después de intentar un sinfín de veces darle una nueva oportunidad a la relación, tomamos la decisión de abandonar una batalla perdida para seguir cada una por su camino. Era lo más sano. Y aunque lo sabía, me dolía, y mucho. Pero para ser sincera estaba cansada. No cansada de amarla, sino cansada de luchar sola contra algo que ya había perdido la fe de poder cambiar. Lo que más dolía en el alma era que el amor no había acabado, al menos de mi parte, sin embargo eso ya no era suficiente.

Intenté e intento pensar que aunque el amor siga existiendo entre dos personas y las cosas no funcionan, es necesario soltar y dejar que la vida actúe sin presiones, sólo permitir que todo fluya.
Sin embargo lo que deseo contar es una historia diferente, otra persona, otro amor, otro destino...

Varios años atrás, cuando a penas tenía 15 años, un sinfín de coincidencias o por obra del destino, la vida me presentó a Lexa. Una gran amiga que tenía la desgracia de tener lejos.
Por razones de estudio, debió cambiar de ciudad hacía ya 4 años y el contacto que nos quedaba eran mediante mensajes o llamadas. Nos vimos poco y nada durante el último tiempo debido a que mi trabajo tampoco lo permitía. Sin embargo, la distancia no perjudicó la amistad. Se mantuvo tan fuerte e intacta como el primer día.

Lexa llegó a convertirse con el paso de los años en una gran confidente, alguien a quien le contaba lo que fuera  y sabía que siempre encontraría un hombro en dónde recaer si acaso lo necesitara.

Es verdad también, que en un principio sentí una atracción hacia ella que confundió a mi mente por mucho tiempo. La mente y el corazón a veces hacen pactos de razonamiento y terminan guardando en lo profundo del alma ciertos sentimientos, y este había sido el caso. Tal vez nunca tuve el coraje de afrontar lo que en realidad sentía, sin embargo elegí la amistad por encima de todo, y luego la vida se encargó de presentarnos a otras personas, permitiendo que el vínculo creciera aún más, pero desde ese lado. La amistad.

La extrañaba. Extrañaba tenerla cerca y poder compartir una copa de vino y nuestras largas charlas de madrugada, he ahí mi decisión de viajar a verla y reencontrarnos después de tanto. Necesitaba cambiar de aire y despejar mi mente, y sabía que cerca de ella podría encontrar un poco de paz.

***

La mañana que debía viajar, me levanté temprano, más de lo que debía. La ansiedad mezclada con alegría era más fuerte que yo.
Tomé una ducha y terminé de armar la maleta. Mi estadía en L.A. solo iba a ser de una semana, pero, llevaba ropa como para un mes. Siempre dicen "más vale prevenir. " Lo sé, suelo tener un toque de exageración en muchos aspectos de mi vida, pero bueno... no me juzguen.

¿Casualidad o destino? [CLEXA AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora