¿Casualidad o destino? [CLEXA AU]

Capítulo 15: Cena familiar

Lexa POV

La ventanilla baja del automóvil permitía que la suave brisa de primavera, acariciara mi rostro y causará una sensación magnífica sobre mi piel.
El silencio se opacaba con la música que sonaba de fondo, y se mezclaba en armonía con la noche tranquila y estrellada que nos acompañaba camino a casa de los Griffin.
Clarke mantenía su mirada fija en el camino, concentrada como si estuviera perdida en pensamientos pero sin descuidar la conducción. ¿En qué pensaría? Tal vez, estaba nerviosa al igual que yo, aunque no lo demostraba. Envidiaba que pareciera tan tranquila, cuando yo apenas podía controlar el cuerpo.
Miles de veces había ido a casa de los Griffin, pero esta vez era diferente, y además de que hacía tiempo que no los veía, muchas cosas habían cambiado. Como el hecho de que mi mejor amiga ya no era mi amiga. O sí lo era... Pero todo lo que sentíamos, el besarnos, y toda la situación, hacían que de cierta forma, fuera todo distinto y un poco complicado de manejar todavía.

Gire la mirada y la observé detalladamente. La sonrisa se dibujó en mis labios enseguida. Su concentración y ensimismamiento me causaban ternura. Pero no duro mucho mi momento de privilegio, porque enseguida notó cómo la observaba.

-¡Hey! ¿Entretenida? -Preguntó sonriente, dedicándome una mirada rápida.

-Algo. Me gusta cuando te concentras. Pones un gesto muy peculiar en tu rostro, que me provoca ganas de...- Me detuve, ruborizándome y encogiéndome de hombros.

-¿Ganas de qué? - Frenó casualmente en un semáforo y se dio vuelta para mirarme fijo, tratando de hacerme poner más nerviosa de lo que estaba.

-Ganas de decirte lo tonta que eres.- Solté, con una risa nerviosa.

-Oh, ¿yo soy la tonta? Puede ser. Pero tú, lo eres también. Y una muy hermosa.- Se estiró, lo que el cinturón de seguridad le permitió, y me dejó un casto beso en los labios, para luego continuar conduciendo con una gran sonrisa.
Mordí mi labio, y solté un suspiro. Aún no podía acostumbrarme a las sensaciones que me generaban sus besos, sus palabras, sus caricias y todo lo de ella. Realmente todo había cambiado y adoraba aquello a pesar de todo, porque por alguna extraña razón sentía un alivio inmenso dentro de mí. Y no solo alivio, mucha paz también.

Después de un largo trayecto, llegamos a la casa de sus padres. Estacionó, se quitó el cinturón, y se giró en el asiento, quedando de frente a mí.

-Te noto algo nerviosa. ¿Qué sucede?

-No lo sé. Tal vez ver a tus padres después de todo lo que ocurrió entre las dos, y el hecho que hace tanto tiempo que no los veo...

-Lex, ellos te adoran, y lo sabes. Y acerca de lo que sucede entre nosotras... No tenía planeado decir nada aún. Es todo reciente, y apenas estamos adecuándonos a todo esto. Es algo nuestro, y creo que por el momento no debemos involucrar a más personas.

-Sí. pienso igual. Quitando a Raven y Anya, que bueno... - Solté una risa a la que Clarke se unió.

-Ellas están varios pasos delante nuestro.-Asentí, riendo aún.

-Escucha, sigues siendo mi mejor amiga, a pesar de todo. Ciertas cosas cambiaron, pero otras siguen siendo como siempre lo fueron. Y seamos lo que seamos, ahora o en un futuro, lo seguirás siendo, porque te sigo eligiendo cada día, como la persona por la que daría todo, y la que sé que estará en mis momentos buenos y malos. Y sabes muy bien, que yo también estaré para ti de igual forma.

-¿Qué hice para merecerte?- Solté, pensando en voz alta, admirada ante sus palabras.

-¿Qué hice yo, Lexa, para merecerte a ti?- Sonrió y me besó tan tiernamente, que logró que me sintiera segura y que el cuerpo se relajara.
Solté un suspiro y acaricié su rostro.