41

498 110 38
                                    

Narra Seungkwan.

normalmente las mañanas siempre eran silenciosas, Mina preparaba el desayuno y yo leía el periódico. desde que nos casamos siempre fue así. aveces comentábamos algo acerca del día.

todo eso cambio cuando Seungjae llegó.

aún recuerdo el día que nació. el miedo que sentí no se lo deseo ni a mi peor enemigo. había perdido todo, no quería perder a mi hijo.

mire a mi alrededor. recordé cuando Seungjae era pequeño. las mismas mañanas silenciosas se convertían en risas y juegos cuando ese pequeño se despertaba. bajando paso a paso de las escaleras aún adormilado en sus tiernas pijamas. esperaba con ansias el que se despertara todas las mañanas para volver a escuchar aquella risa.

pasaron los años y aquel bebé que con pocas fuerzas luchaba por su vida en una incubadora y al que me prometí cuidar con toda mi vida seguía creciendo. de ser pequeño niño comiendo alegre de su cereal favorito mientras veías caricaturas antes de ir a la escuela. como tiernamente agitaba su pequeña mano despidiéndose antes de entrar al kínder.

vi a mi pequeño, a mi fuerza crecer todos estos años. y aún con el mismo miedo de siempre.

"¿puedo ir a nadar con Sanha y mis amigos? por favor, por favor."

todo era un 'por favor'. quería explorar, quería vivir y disfrutar como los demás niños. pero el hecho de que estuve a punto de perderlo a él también me llenaba de pavor. poco me duró el tratar de ponerlo en una burbuja de cristal.

ese pequeño niño se convertía en un joven.

"¡tengo que irme se me hace tarde!"

saliendo corriendo de casa con un pedazo de tostada con jalea de mandarina en la boca y una sonrisa que me daba las fuerzas y me recordaba porque hacía todo lo que hacía.

a escondidas salía a correr, a ejercitarse. se que no quería preocuparme pero pronto entendí no podía controlarte. activo y lleno de fuerzas. ya no eras aquel bebé que necesitaba de un tubo para respirar.

y ahora...

"ya me voy." la luz de esos ojos se estaba apagando.

"¿no vas a desayunar?" preguntó Mina.

"no tengo hambre."

"Seungjae... necesitamos hablar."

"no tengo nada que escuchar. no me interesa. y no, no se preocupen. no tienen que vigilarme porque lo que menos quiero es estar cerca de... los Chwe." frío, vacío.

mi hijo quien se convirtió en mi fuerza todos estos años estaba perdiendo la suya. cada vez que intentaba acercarme a él solo me alejaba. Sanha me cuenta que no pone atención en clase, que no come, que no sonríe.

el miedo regresa a mi al recordar todas esas semanas que me sentí así años atrás. como casi pierdo la batalla...

estaba perdido y fue mi hijo quien me salvó.

"¡estoy embarazada!"

desde esa vez, incluso cuando nació.

y sentía que ahora yo necesitaba salvarlo a él. o incluso, era alguien más quien necesitaba hacerlo. pero ¿cómo? era hijo de Vernon.

llegue a mi puesto de mandarinas. con mucho que pensar y sin respuesta de que hacer.

"¡Seungkwannie!" era Seokmin. "¿cómo sigue Seungjae?" preguntó preocupado mi amigo.

"igual. y tengo miedo, Seok. lo veo a él y me recuerda a mi cuando pasó 'eso'."

"pero fue diferente."

summer days • verkwanWhere stories live. Discover now