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Narra Vernon.

"esta dormido. ni siquiera se dio cuenta que tú estabas durmiendo en el sillón. tratando de no hacer ruido después de llegar a casa a las 4 de la mañana..." comenzó a reír un poco mi tía tomando de su leche con café. "me parece familiar."

"¿cómo puede dejarnos preocupados así como así? voy a despertarlo. me tiene que escuchar." pero mi tía me detuvo del brazo.

"déjalo dormir. pero más que nada, déjalo vivir. y como te dije, me parece familiar. y como cuando tú lo hacías, yo no tengo queja alguna. es más me encanta ser parte de historias así."

"¿cómo historias así? ¿el que no llegue a dormir y llegue a las 4 de la mañana? ¿y donde estaría? ¿tomando? ¿fumando? ¿malas compañías?..."

"¿justo como lo hacías tú?" mi tía me calló con solo eso. "y lo dudo. Noah no es así por el poco tiempo que lo conozco se que no lo es. estoy segura que fue por una razón más fuerte el su llegada a esa hora. ahora, tu tranquilo. sal un rato. distráete. ¡ve a la plaza por unas mandarinas! si, si. se me acabaron ya y necesito hacer más té y galletas."

"¿espera? ah, no creo que sea..."

"rápido. mira toma.." mi tía agarro su bolso y puso en mi mano un billete. "estoy segura Noah le caerá bien un buen jugo recién hecho cuando despierte y después del regaño." levantándome casi jalándome de mi silla mi tía me llevo hacia la puerta y ni tiempo me daba de protestar. "ve, ve." cerrándome la puerta en la cara.

suspirando frustrado decidí caminar hacia la plaza.

casi nada había cambiado. algunos puestos nuevos y más turistas que hace años. el internet ha llamado a estos extranjeros y pronto Jeju se convirtió en el destino preferido para vacaciones. pero antes para mi esto era un lugar secreto que me ayudó a escapar de la presión en la que vivía. de la que hasta ahora sigo viviendo.

llegando al quiosco de la plaza sonreí ante el recuerdo de ese día. ¿me preguntó si todavía estará...? sentándome en la banca mire hacia arriba y si, ahí estaba.

los dibujos que eran un poco torpes pero llenos de sentimientos que incluso ahora seguían siendo tan fuertes como nunca. en eso, se escuchó una música. guitarra.

un señor estaba sentado en un banco casi en medio de la plaza mientras alegre tocaba de su guitarra y cantaba al compás de un estilo casi parecido a la trova. todos los turistas acercándose a observar.

entonces mire hacia al lado, era como si no me acordara.

el puesto de mandarinas del papá de Seungkwan.

por lo que me había contado mi tía, el papá de Seungkwan había fallecido cuando el hijo de este tenía 4 años. sus hermanas decidieron irse de la isla a conocer el mundo. Seungkwan decidió quedarse. lo cual nunca entenderé.

este al encontrarse con mi mirada se quedó congelado. nervioso comenzó a atender a los turistas tratando de verse como si nunca me hubiera visto. sonreí ante esto.

la música seguía sonando y me hizo viajar en el tiempo. como si mis pies tomaran vida propia comencé a bailar un poco. cerrando mis ojos moviendo mi cabeza y torso al compás de aquel suave y lento ritmo. al abrirlos Seungkwan me miraba gracioso, casi riéndose. me hizo recordar ese día en esta misma plaza en los primeros días que nos conocimos.

tiene mucho que no me dejo llevar por la música. incluso cuando en algún momento de mi vida la llegue a amar tanto como...

mirándome curioso, Seungkwan me hizo sentir como antes. entonces seguí moviéndome aunque sabía que ritmo no tenía. la guitarra seguía sonando y mi cuerpo solo siguió su ritmo. alzaba mis labios y también mis cejas metiéndome en la sensación de la música. Seungkwan ahora no podía ocultar la risa que escapaba de sus labios.

mordiendo mi lengua comencé a usar mis manos para moverme siguiendo la música.

la canción termino y todos aplaudimos al artista. si recuerdo bien creo este señor se colocaba la mayoría de los días en esta plaza.

con un poco más de valentía camine hacia el puesto de mandarinas. Seungkwan tenso y nervioso con cada paso cerca que daba.

"hola..." hablé sonriéndole.

"¡buenas, Vernon!" me saludo Seokmin quien estaba en un puesto de al lado. "oh no. digo, malas..." reí ante su comentario y volví mi vista a Seungkwan quien trataba de verse indiferente.

"buenos días..." dijo el chico de mejillas infladas.

"necesito algunas para mi..."

"tu tía." hablo Seungkwan y al darse cuenta de lo que dijo se puso más nervioso. "me imagino. ella siempre me compra y..."

"así es." le seguí sonriendo.

con una risa seca Seungkwan ya frustrado agarro una bolsa. "agarra las que necesites. elígelas tú..." dijo esto último con un puchero.

era tan adorable como siempre.

observando las mandarinas no podía elegir. todas se veían jugosas y deliciosas.

en eso sentí la vista de alguien sobre mi. Seungkwan me miraba curioso con esos enormes ojos oscuros.

"¿ves algo que te guste, Boo?" pregunté alzando mi ceja con esa sonrisa de galán que creí perdida en mis fracciones.

ante este comentario la sonrisa de Seungkwan se desvaneció y la mía también. el pasado agitándonos como mil y un tornado.

pero antes de decir algo, alguien más nos interrumpió.

"¿papá? ¿que haces aquí?" era Noah.

summer days • verkwanOn viuen les histories. Descobreix ara