Mark Tomlinson, es un poderoso hombre de negocios, esposo de Jay, una de las mujeres más admiradas del país.
Un fallido secuestro pone en alerta a la familia, por lo que deciden contratar más seguridad para sus hijos. Uno de ellos será Harry Styles...
—Pues yo la verdad, tampoco lo sé—Dijo Harry mientras giraba para entrar ya en la propiedad Tomlinson—...pero no tardaremos en ir todos a la calle si Mark os descubre, así que callaos.
Los tres suspiraron y entraron en la casa tras aparcar el todoterreno en la parte lateral, donde vieron que el coche de la policía que había acercado a la familia seguía allí.
En el salón, Jay y Mark estaban hablando con dos agentes, los cuales se despidieron diciéndoles que debían ir cuanto antes a comisaría y prestar declaración por escrito.
Tras irse estos, el empresario pidió a Liam y a Zayn que se fuesen a descansar pues quería hablar con Harry, el cual se acercó nervioso, suponiendo que no iban a tardar en notificarle que estaba despedido.
—Cariño, por favor.
—Jay sube a ver a las niñas y dejanos solos.
Esta asintió con pesar y obedeció, entonces Mark carraspeó y miró duramente al ojiverde.
—Gracias Harry, muchas gracias por tu labor, al fin tenemos de nuevo a Louis sano y salvo aquí pero debo comunicarte que ya no necesitaremos tus servicios.... Supongo que no entenderás porqué te doy las gracias y te despido pero es lo que tengo que hacer—habló este caminando de un lado a otro con las manos a su espalda—...No voy a permitir una relación entre Louis y tú y mucho menos bajo mi techo, no sé cuanto tiempo lleva pasando esto, ni quiero saberlo pero sea lo que sea, se acabó.
—Lo que yo y Louis sentimos no influye en mi trabajo, señor.
—Oye, muchacho...me importa muy poco si influye o no, solo no quiero que estés cerca de él, ¿Me he explicado?
El guardaespaldas sintió un puñal en el corazón a pesar de que ya se lo esperaba pues Louis ya se lo había advertido, aunque en ese momento le costaba creer que el empresario pudiese ser tan homófobo, aunque lo estaba comprobando.
—Está bien, recogeré mis cosas—dijo el guardaespaldas aparentando entereza, aunque por dentro estaba muerto de tristeza y miedo.
—Adiós, Harry—dijo finalmente Mark subiendo las escaleras para ir a su habitación.
El ojiverde llegó destrozado en la habitación, donde su compañero Niall ya estaba por acostarse pero en cuanto vio a este cogía la maleta y comenzaba a meter sus cosas dentro de ella, se detuvo.
—Harry, ¿Por qué guardas tus cosas?.
—Me voy compañero, me han despedido... vas a tener otro compañero de habitación a partir de ahora.
De repente, se escucharon golpes en la puerta y tras a abrirla, vio que eran Liam y Zayn.
—¿Qué ha pasado?, ¿qué te ha dicho el señor Tomlinson?—preguntó el ojimiel.
—¿Podéis creerlo?, lo han despedido y está recogiendo sus cosas—dijo indignado Niall sin entender—…¿Así le pagan que hayan recuperado a su mocoso?.
—Déjalo, me darán otro destino, volveremos a vernos.
Harry terminó de meter sus cosas en la maleta y la cerró, dispuesto a irse.
—Pero no es justo
—Lo que lamento es que ya no voy a poder estar con Louis, por favor no dejéis que le hagan daño, protegerlo mucho... Aunque su padre verdadero haya muerto, me da la sensación de que esta familia tiene muchos problemas ocultos y los peligros están ahí.... Por favor cuidaros mucho vosotros también— dijo estrechándoles la mano a cada uno y abrazándolos antes de salir por la puerta.
—Hasta luego, compañero—se despidieron los tres—… buena suerte.
Este salió de la casona tras llamar al coche de la agencia, cuando de repente escuchó a su espalda la voz entrecortada de Louis.
—Ha-Harry... ¿i-ibas a irte sin despedirte de mi?.
El ojiverde se giró y vio al chico en pijama, descalzo y con sus ojos y sus mejillas rojos y llenos de lágrimas, entonces se le encogió aún más el corazón.
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—Lo siento, pequeño pero parece que esto es un adiós.
—No, no quiero que te vayas, convencemos a mi madre... Mark no puede echarte, tú me salvaste.
—Tranquilo pequeño, yo estaré bien...es mejor que yo me vaya, no quiero que te aleje a ti...estaré bien, me darán otro servicio, no te preocupes por mí.
El chico corrió a sus brazos.
—Llévame contigo, vámonos juntos.
El escolta negó y besó su frente.
—Todavía eres menor y estaría cometiendo un delito...tranquilo, volveremos a vernos...no cometas locuras y obedece a tus padres, aunque tengan un modo de pensar equivocado, ellos te aman.
—No quiero que te alejes de mi, te amo Harry y no puedo prometerlo, seguro me escaparé.
—No, no puedes hacer eso... Tú debes quedarte con tu familia...yo también te amo a ti y siempre lo haré... Si nuestro destino está unido, estate tranquilo, porque algún día nos encontraremos—dijo el guardaespaldas divisando su transporte—... Anda vuelve a casa y cuídate mucho...hasta luego, pequeño.
—Ha-Hasta luego Ha-Harry.
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