Mark Tomlinson, es un poderoso hombre de negocios, esposo de Jay, una de las mujeres más admiradas del país.
Un fallido secuestro pone en alerta a la familia, por lo que deciden contratar más seguridad para sus hijos. Uno de ellos será Harry Styles...
Dos semanas habían pasado desde el intento de secuestro de Louis, por lo que lo que Simón Cowell nuevamente volvió a reunirse con sus cómplices pues debía informarles de los detalles del nuevo plan.
...—Jefe...¿Entonces volveremos a por el bastardo Tomlinson?
—Así es, tendremos una nueva oportunidad—habló este.
—Estamos ansiosos de saber, cuéntenos.
—Está bien, muchachos... Dentro de una semana será el cumpleaños de Jay —comenzó narrando este— ... como cada año, solicitaran una banda musical para la ocasión y ahí será cuando nosotros entraremos.
—Pe-Pero nosotros no tenemos idea de tocar instrumentos, ni siquiera los tenemos...¿Cómo lo haremos?—cuestionó el más bajo de los secuaces.
—Nuestro patrocinador nos va ha financiar unos, tranquilos—explicó el cabecilla—... El está ansioso por echarle mano al caprichoso y escurridizo mocoso, pagará lo que sea.
—Pero cada vez hay más guardaespaldas es esa casa—dijo entonces el otro cómplice no muy convencido—...¿Cómo se supone que los reduciremos y nos llevaremos al chico?, tan solo somos tres.
Cowell sonrió con despreocupación.
—Debo concretar unos asuntos con el patrocinador aún pero en cuando lo tenga os contaré más—habló encendiéndose un cigarrillo—… mientras tantos seguir ocultos, no podemos volver a cagarla.
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(...)
Louis estaba intentando por enésima vez, que Harry volviera a ser su guardaespaldas, alegando que Niall no era muy eficiente, sin embargo la razón era otra pues no quería admitir que lo extrañaba.
...—A ver explícame ¿Porqué si ya está todo lleno de cámaras espiándonos y el gorila entrometido ya descansa plácidamente, tengo que soportar que el orangután del rubio no vuelva con las chicas?.
—Hijo... ¿cuántas veces te hemos dicho que trates con respeto a los guardaespaldas?—le replicó Jay mirando a su hijo molesta, ya cansada de su insistencia.
—Eso ahora no importa...respondeme mamá—le miró fijamente el ojiazul tras perseguir a su madre hasta el despacho, mientras Niall lo esperaba en la sala de espera.
—Louis, cariño, habla con tu padre... Él fue quién los cambió a petición de Harry.
El ojiazul bufó molesto.
—¿Papá?, ¿Crees que no lo he intentado ya?...él no quiere hacer nada, además seguro que me colgaría del cuello si sabe que...—Louis dejó de hablar.
Jay que escuchaba las quejas de su hijo mientras revisaba unos papeles, levantó la vista
—¿Si sabe que, Louis?.
El chico entonces suspiró y negó con la cabeza.
—No nada... no importa.
—Hijo, de veras que me encantan tus visitas a mi trabajo pero estoy tremendamente ocupada, así que seguiremos hablando de esto en otro momento, ¿de acuerdo?.
