4. Guardaespaldas - L.S (Primera Parte)-Terminada

Veintiséis

Troy comenzó a impacientarse, em cuanto una nueva piedra dio contra la puerta.

-¡Salte de una maldita vez!—gritó furioso—...¡Ve ha ver que ha sido ese ruido!.

-Seguramente serán los chicos haciendo el tonto, joder déjese de histerias-dijo Cowell despreocupado.

En el exterior, Tras esperar un tiempo y ver que nadie salía, Harry miró a sus compañeros pero entonces Zayn le hizo señas para que no se adelantase pues había escuchado al menos las voces de dos personas en el interior.

Una nueva piedra fue arrojada.

-¡MIERDA COWELL!, ¡VE A VER QUE DEMONIOS PASA!-gritar fuera de sí, mientras bajaba de nuevo al sótano.

Simon entonces salió pistola en mano y caminó despacio en medio de la oscuridad, buscando a sus compinches.

-¡Harrison!...¡Jackson!—llamó sin obtener respuesta—...¿Dónde coño estáis?

Cuando ya estaba lo suficientemente lejos de la puerta, de repente escuchó un crujido tras suyo, por lo que entonces giró, encontrándose a Harry y Zayn, los cuales le propinaron dos puñetazos que lo dejaron inconsciente.

-Maldita sea, solo ha salido uno y aún no sabemos cuantos más hay ahí dentro-maldijo Zayn.

-Al menos uno más si que hay pero me da que ese no saldrá. Debemos arriesgarnos-dijo el ojiverde queriendo ir hacia a la casa.

De repente oyeron los gritos de Troy.

-¡Cowell!...¿Qué ha sido eso?... ¡Cowell!.

Al ver que este no regresaba, el padre de Louis bajó rápidamente al sótano y abofeteó a Louis para que se espabilase.

- Esto no me gusta, ¿Cómo mierda nos habrán encontrado?... ¿Acaso tienes un localizador en el culo o qué?—preguntó comenzando a revisar el cuerpo del ojiazul.

El hombre pronto encontró la pulsera del tobillo y entonces lo abofeteó.

—¡Malditos inútiles!, ¿Cómo es posible que no se hayan dado cuenta de que llevabas esta mierda puesta?

El chico sonrió mientras se frotaba la mejilla.

-¡Harry vendrá por mí y te pateará el estómago, maldito hijo de puta!.

-¡Cállate!... ¿Por qué tenías que joderlo todo?, ¿Eh?-gruñó Troy caminando de un lado a otro sin saber que hacer.

-¡Nunca he querido irme contigo, maldito psicópata!, ¡antes prefiero morirme!, ¡Socorro!....¡socorro!...¡aquí en el sotan...auch...

—¡CÁLLATE!

El convicto le propinó un fuerte puñetazo que lo hizo doblarse adolorido.

De repente, se escucharon sirenas acercándose y también voces fuera de la cabaña.

—Van a jo-joderte vivo—dijo el chico sujetando su vientre.

-Jodido niño...ok, está bien... Tú y yo daremos un paseo como padre e hijo-dijo agarrándolo de un brazo con fuerza y poniéndolo delante suya a modo de escudo, mientras le apuntaba en la sien-...Camina o te mato aquí mismo.

-¡Suéltame maldito loco!, ¡tú no eres mi padre!-gritó Louis intentando soltarse.

-Cállate... joder-susurró Austin dándole pequeños golpes con el cañón de la pistola.

En la puerta de la cabaña, tanto sus compañeros como los agentes de policía, intentaban detener a Harry para que no entrase sin un chaleco salvavidas.