Once

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Tras trasladar a Louis al hospital, rápidamente los sanitarios se lo llevaron al interior de este, mientras sus padres y los guardaespaldas, esperaron muy intranquilos en una de las salas.

...—¿Cuanto más van a tardar en decirnos algo?—habló Jay desesperada tras una hora.

—Tranquila cariño, los médicos saben lo que hacen—dijo Mark abrazando a su esposa.

—Iré a ver señor... quizás me digan algo—habló Zayn ofreciéndose.

—Gracias muchacho.

Cuando el morocho salió de la sala de espera, Harry se acercó a sus jefes.

—¿Les traigo algo?... quizás le venga bien una bebida caliente.

—Gracias Harry, una tila estaría bien—dijo la mujer girándose hacia este.

—¿Y usted señor?, ¿Un café?.

—Si, Harry, muchas gracias.

El rizado se fue a la cafetería para buscar los pedidos, mientras los Tomlinson se sentaban de nuevo en los bancos de la sala de espera.

—Estoy tan asustada Mark, ¿por qué Louis haría una cosa así?, ¿qué pudo haberle pasado para intentar quitarse la vida?.

—No lo sé, cariño, nuestro hijo es todo un misterio.

Zayn regresó con noticias pues al parecer una amiga suya que era enfermera y que empezaba su turno, se había enterado que el lavado de estómago ya había finalizado y que el chico se recuperaría.

...—¡Oh gracias al cielo!—exclamó Jay aliviada abrazándose a su marido.

Minutos después, Harry regresó con una bandeja con las bebidas calientes, entonces le entregó la tila a Jay y el café a Mark, luego otro café para Zayn también y por último cogió el suyo.

Poco después, un médico que aún venía quitándose los guantes y la mascarilla se les acercó para hablarles.

—¿Doctor cómo está nuestro hijo?.—preguntó la mujer impaciente.

—Señores Tomlinson...su hijo está estable.... Le hemos hecho un lavado de su estómago pero es difícil precisar cuantas pastillas se tomó y por tanto cuanto afectará el sedante a su organismo... Dependerá de cómo evolucione en las próximas horas.

—Pero, ¿su vida corre peligro?—preguntó Mark.

—Su hijo a tenido mucha suerte, la acción de meterlo bajo la ducha para mantenerlo consciente, ha sido vital—dijo el médico sonriéndoles.

—¿Podremos verle?

—Les pido paciencia

—Esta bien, doctor, muchas gracias.

Los Tomlinson miraron entonces al ojiverde y se acercaron.

—Gracias Harry... Te debemos la vida de nuestro hijo—habló la mujer abrazándolo entre lágrimas.

—Si muchacho, muchas gracias—habló también Mark, extendiendo su mano para estrecharsela.

El guardaespaldas ojiverde sonrió aliviado.

—No tienen que agradecerme nada, solo lamento el no haberlo seguido hasta la habitación, quizás....

—Tranquilo, no te atormentes, Louis tenía esas pastillas y supongo que iba a aprovechar cualquier momento a solas, no podías preveerlo—Jay le tocó la cara—…lo importante es que se recuperará.

Zayn se acercó también y palmeó la espalda a su compañero para felicitarle.

—Bien hecho, compañero, bien hecho.

4. Guardaespaldas - L.S (Primera Parte)-TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora