Reina de dragones

6.2K 290 10
                                    

Tras desayunar salí con Ace al gremio. Descansaba en mi cabeza mientras me contaba de su fantástico sueño, debía admitir que su imaginación era increíble. Tras los primero pasos afuera del edificio, pude sentir la brisa rozar mis muslos al filtrarse por los cortes laterales de la falda café, además, de un poco de frío en mi cuello por las dos coletas alta que ataban mi cabello. La mañana estaba bastante tranquila y el cielo despejado. Divisé el edificio de gremio y le comenté a Ace que ese era nuestro destino. Antes de abrir a puerta escuché un escandaló, parecían sillas moviéndose y algunos gritos. Al empujar la puerta lo primero que llamó mi antención era la chica de cabello verde parada sobre una mesa, se giró y me vió. Sus mejillas estaban teñidas de un rojo tenue, parecía haber estado bebiendo. Busqué rápidamente el reloj para ver la hora. A penas eran las nueve de la mañana ¿Cómo podía estar borracha tan temprano?

—¡Tú! —llamó en un rugido. Cuando levantó su dedo indice para señalarme, supe que me buscaba— ¿Crees que eres mejor que yo? —cuestionó reposando su mano izquierda en su cadera— ¡Maldita!

—Pero ¿Qué?

Antes de poder reacccionar, se acercó repentinamente. Di un salto para retroceder un paso, su rostro se acercó un poco al mío antes de caer. Era increíble lo rápido que se podía mover. Me dio una sonrisa altanera mientras se separaba y movía con su mano el cabello sobre su hombro. Dio un paso hacía mi, sin saber la razón yo retrocedí hasta quedar acorralada contra la pared. Al ser más alta que yo tuve que mirarla hacia arriba —¿Qué demonios quiere? —, me pregunté internamente. Su mirada recorría cada sentimetro de mi rostro, luego bajó hacia mi cuerpo. Sentí que mi corazón iba a explotar por un momento y el aire dejó de fluir a mis pulmones.

—No eres más que una gallina —susurró en mi oreja izquierda antes de separase —. Soy más sexy que tú. Todo en ti es corriente: tus ojos, nariz, labios y cuerpo. No creas que vas a superarme.

No pude evitar reírme en mis adentros, cuando se cambió por un biquini de gatita. Solo podía pensar que era graciosamente tierna. Me uní a su juego con un biquini negro. En algún punto se volvió una competencia, nos movimos a la barra para una guerra de modelaje. Independientemente de la ganadora, se estaba volviendo una situación divertida para mi. Se designaron tres jueces, entre ellos estaba Yukino, Rufus y una chica de cabello castaño en corte pixy y ojos azules. La batalla fue "intensa", muchos calleron rendidos por el sangrado en sus narices, pero no íbamos a parar. Aunque me estaba diviertiendo, se atrevió a llamarme corriente... Ahora era personal. Cambié el concepto a una madura mujer sadica. Por alguna razón en uno de mis trabajos como modelo, eso logró vender más de lo habitual. Al final terminamos en un empate, Amy no estaba contenta con eso, pero la borrachera parecía estar bajándole.

—Fue divertido —comenté, mientras me estiraba y me acercaba a Rufus —. Maestro, me voy a ausentar por un tiempo tengo un asunto que atender —anuncié con seriedad—.

—Solo promete algo —comentó jugando con la pajilla de su batido, luego me miró a los ojos atraves de mi antifaz—... Cuidate.

—Lo haré —respondí con una sonrisa—. Cuidado con Amy.

Al día siguiente me encuentra dudosa, de pié en la entrada principal de la mansión que en algún momento de mi vida llamé hogar. Por mi cabeza pasaron todo los buenos y malos momentos dentro de estos terrenos. Casi podia escuchar a mi madre llamarme o la voz de mi padre al regañarme. Ace mi miró y saqué los pensamientos de mi cabeza, tomé un bocado de aire para emprender mi camino. Le expliqué un poco a la gatita sobre mi historia en esta mansión. Al llegar todo esta lleno de polvo por dentro, caminé a la que fue mi habitación, pude encontrar muchas cosas que me traían muchos recuerdos. No recuerdo cuanto tiempo estuvimos ahí. Dejé de lados esas viejas pertenencias y me dirigí a la habitacion de mi padre, mencionó dejarme algo, alegando que podría reconocerlo de inmediato.

Un  nuevo comienzo -Stinglu-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora