El poder de mis sentimiento

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Con una velocidad impresionante, recibí un golpe de Minerva que me hizo rodar en el suelo. Estaba pensando en que espíritu invocar, debía ser rápido. Mi mano estaba húmeda... ¿Húmeda? La respuesta llegó rápidamente a mí cabeza.

—¡Ábrete, portal del templo de la dueña del agua! ¡Acuario! —invoqué y luego agarré otra llave—. ¡Ábrete, puerta del escorpión! ¡Escorpio!

Mientras se distraía con la pareja, use el látigo para sujetar su pie y luego aventarla contra un muro. Escorpio y Acuario combinaron sus ataques, incluso antes de que esta tocase el suelo, destrozando la pared. Entre la ventana de polvo solo se podía escuchar una risa de sus parte. Sin poder reaccionar, los círculos mágicos de Minerva, apuntaban hacia ellos, atacándolos.

—¿Serás perra? ¿Cómo te atreves a tocar a mi hombre? —gritó furiosa la sirena.

Acuario creó pilares de agua que encerraron a Minerva. Escorpio salto sobre el muro para atacarla con una lanza de arena y luego un cañón. Aun así, ella logro salir ilesa. Con intenciones de atacarlos, arrojó su magia, Escorpio hizo una pared de arena para cubrir a Acuario, mientras él intentaba con sus lanzas, hacerla caer. Ella los esquivaba mientras corría en su dirección. La pelea cuerpo a cuerpo era bastante intensa. Minerva atacaba y escorpio esquivaba, pero una patada suya, impulsada por su magia, bastó para arrojarlo hasta desaparecer. La expresión de acuario, me hizo estremecer. La tierra empezó a temblar por alguna razón, luego unos pilares de agua salieron del suelo, rompiendo la calle. Toda el agua se acumuló sobre la colérica portadora de agua. Nunca la había visto manipulando agua que no fuese de su jarrón. Rápidamente reaccioné y con mi látigo golpeé la espalda de Minerva, con su atención sobre mí, el agua cayó sobre ella en un remolina controlado por Acuario. A pesar de intentar mantenerse de pie, la falta de aire se lo dificultaba.

—Acuario ¡¡Cuidado!! –advertí, al notar los planes de Minerva.

Tres círculos mágicos, estaban atrás de Acuario, cuando estallaron, la obligaron a regresar al mundo celestial. La mirada que tenía sobre mí era intensa, pero no iba a dejarme intimidar por alguien y mucho menos ella. Noté que sus círculos empezaron a rodeare, antes de que se activaran, con ayuda de mi látigo, intente salir, pero mientras que estaba elevada el aire ella me atacó con una fuerte patada, arrojándome de nuevo hacía ellos. El dolor, provocado por su magia era demasiado, me recordó mi antigua derrota —¡Esta vez no! —, me dije a mi misma.

—¡Ábrete, puerta del santuario de Asclepio! ¡Momo!

Su luz dorada empezó a cubrir mi cuerpo, sanando mis heridas. Me apresuré a llamar a Tauro y a Capricornio, el primero utilizó el Axe Alebaran, hizo girar su hacha en un salto para luego impactarla contra el sueño y hacer una onda de choque que iría directo a Minerva, a pesar de que esta saltó para esquivarlo no contó con la increíble velocidad de Capricornio que la esperaba con una patada en el aire. Su golpe impacto su abdomen y luego en el rostro. Cuando impacto en el suelo. Una sonrisa apareció en mis labios, los remojé con mi lengua. Era excitante, me llenaba de placer ver cómo era golpeada, quería hacerlo también. Corrí hacia ella, la cual estaba esquivando el hacha de Tauro. Capricornio me tomó de las manos cuando estaba a escasos centímetros de él. Con giros rápido me soltó en el lugar adecuado para que con los impulsos mi patada pudiese llegar.

—¡Abajo Tauro! —ordené cuando mis manos perdían el agarre de capricornio.

Lastimosamente no llegué a impactarla, logró atrapar mi pies con sus manos evitando mi plan, estaba por caer así que con el impulso que me quedaba paté su rostro con el pie que estaba libre. Pude ver su rostro irritado antes de caer. Lo siguiente sucedió muy rápido, impacto un golpe en mi abdomen obligándome a caer duramente contra el suelo, no supe en que momento empleo su magia para hacer regresar a Tauro y Capricornio fue obligado después de tomarme en sus brazos y alejarme de ella.

—Creo que no te enseñe bien ¿Verdad? —Su voz temblaba de la rabia.

Llamé rápidamente a Momo, mientras estaba curándome fue obligada a regresar por Minerva. Mientras la maldije, sentí el impacto en mi espalda obligándome avanzar en su dirección. Aprovechó para golpearme, sin cesar.

—¿Dijiste algo? No pude escucharte —La ironía se hizo presente en su voz mientras pateaba mi abdomen en el suelo. Por mi parte reí levemente—. ¿De qué te ríes basura?

—¿Crees que ganaste zorra? —enfaticé la última palabra—. Te equivocas, seguiré sacando fuerzas aunque parezca imposible porque tengo algo que tú no tienes... —La escuché rechinar mientras me levantaba—. Una familia que me quiere, me apoya y dio un hogar, sin ellos no sería quien soy ahora—Agarre la llave de Géminis, estando totalmente de pie—. ¡Soy una maga de Fairy Tail! ¡Ábrete, puerta de los gemelos, Gemini! Transfórmate en Laxus —La mirada de los gemelos estaba llena de dudas—... Creo en ustedes porque son parte de mi familia —Les sonreí—.

Sentía un gran poder mágico fluir de mi cuerpo. Era increíble la sensación, incluso podía verla, parecía estar danzando a mí alrededor. La trasformación fue totalmente exitosa. No tenía idea que me había sucedido dentro del mundo celestial, pero era irrefutable el hecho que mi magia nivel de magia había aumentado considerablemente. Podía escuchar las voces de mis queridos espíritus, las miré y estaban brillando, sabía lo que querían. Mi cuerpo se sentía como si estuviese flotando, a pesar de las heridas.

—¡Que se abran las puertas de los portadores! —proclamé mirando al cielo.

Un flujo de magia celeste con destellos empezó a rodear mi cuerpo, podía sentirlo desde el fondo de mi ser, mi cabello danzaba con él, pues su amarre había desaparecido. Aquella magia parecía arrollarme en una bella canción, casi podía escuchar cómo me cantaban con susurros al oído. Vi a Géminis atacar a Minerva. Cada momento que pasaba, parecía que me sumergía en la oleada de magia. Desde atrás mis queridos espíritus, fueron por minerva. Solo podía pensar en lo alegre que me hacía sentir verlos sin heridas, sus miradas estaba cargadas de emoción. Las palabras solo empezaron a fluir a través de mis labios, al igual que los movimientos de mi cuerpo.

Luz de las estrellas,

Muéstrenme su esplendor,

Los planetas las cuidan,

Cintos de universos,

Me guiaron con su luz,

Hermosa y celestial.

Narra Levy

Las escenas que veían mis ojos, era demasiado increíbles para ser verdad. Nunca había visto a Lucy convocar tres espíritus mucho menos igualarse a Laxus. El flujo de magia que desprendía era demasiado abrumador. Ese hechizo que estaba recitando, eran desconocidos, no entendía de donde lo había sacado. Incluso las personas a mí alrededor estaban sumergidos. Parecía que cantaba y danzaba a la vez, era simplemente hermoso.

—Ese conjuro —La voz temblorosa de la primera maestra, me sacó del trance, sus ojos estaban cristalizados—... es de Keyla... como... ¿Cómo no me di cuenta? Ella... ella es...

—Primera —Llamó preocupado el maestro—.

Narra Lucy

—¡Destello celestial!

Antes que el impacto llegase a ellos, mis espíritus que sometían de rodillas a minerva, desaparecieron. Con este la golpeo, cayó al suelo inconsciente, dándonos cinco puntos —Derroté al líder—, pensé. Ya no podía ver o escuchar el flujo de magia, en cambio estaba agotada, pero me sentía capaz de continuar. En mi camino, me topé al último integrante de Blue Pegasus.

Un  nuevo comienzo -Stinglu-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora