Inicia una gran aventura

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Después de unirme a Sabethooth estaba muy impaciente por cambiar mi estilo, quería iniciar desde cero, sabía muy bien que realmente no cambiaría quien soy solo por tener un estilo distinto, pero la idea ilusionaba demasiado. Al salir de la oficina, me presenté formalmente como una nueva integrante. Obtuve muchas miradas extrañas, pero la sonrisa de Yukino me hizo sentir acogida, luego fui disparada al pueblo, literalmente, casi se podían ver mis rastros de polvo. El clima era agradable y la brisa no era fría a pesar de estar dando por culminado el verano. Camine un rato por las calles de Fiore, no tenía un gran cambio la verdad, pero solo habían sido unas semanas desde que me fui. Vi algunas tiendas de ropa, normalmente no me dejaría llevar, sin embargo compre mucha ropa sin recordad que debía buscar un apartamento. La ropa consistía en algunos top, faldas con un corte al costado derecho, algunos pantalones cortos vestidos con falda y cortes al costado. Tenía una nueva marca y planeaba mostrarla. Terminé pasando por una tienda donde vendían máscaras, decidí comprar unos antifaces simples y otros con adornos como plumas, en diversos colores. No dudé en comprarlos eran muy lindos y me ayudarían a mantener mi identidad en secreto durante las misiones. De regreso al apartamento de Sting veía mis brazos llenos de bolsas, juré no volver a comprar de forma tan impulsiva, por otra parta lo disfruté mucho, no recordaba la última vez que gasté tanto dinero en mi. Una vez dentro llamé a Cáncer para completar mi cambio

—Cáncer quiero un cambio de look... tal vez otro color, no lo sé.

Después de un rato escuchando el sonido de sus tijeras, Cáncer puo un espejo frente a mi rostro. La puntas que antes era rubias se tiñeron de negro degradándose desde la mitad de la espalda; lo que antes era lacio fue cambiado por una hermosas ondas; mi flequillo estaba de lado y sus puntas eran negras igual que el resto. Era más frecuente ver un degradado de oscuro a claro, pero en mi caso era la contario.

—Wao —susurré impresionada—.

—Es un placer-tene —confesó arreglando sus lentes—.

—Gracias Cáncer eres el mejor, ya puedes regresas.

Cambié mi ropa por un top rosa pastel sin tirantes, una falda hasta las rodillas negra con cortes a los costados, junto con unos botines café y unas medias largas un poco más arriba de la rodilla. Tomé una chaqueta café y regresé al que ahora era mi nuevo gremio. Fui directo al tablero, estaba emocionada por empezar. Encontré un anuncia en donde la paga era alrededor de doscientos mil jewells. Era perfecto, solo tenía que hacerme pasar por una empresaria, los detalles después serían dados después. Por experiencia las misiones más extrañas eran de ese tipo, con un poco de morbo por saber lo que sucedería busqué a quien tendría que reportárselo.

— ¿A quién debo avisar? —balbucí confundida—.

—Creo que me buscas —Escuche una voz atrás de mí, me giré rápidamente. Me encontré con una chica de largos cabellos verdes trenzados a un costado de su hombro, literalmente llegaba a sus rodillas, mantenía un flequillo recto y una bella sonrisa. Vestía una polera amarilla y una falda azul corta en los costados desde el inicio, por lo que eran visibles los pantalones cortos que llevaba—.

—Si —confesé con una sonrisa, posando mi mano izquierda en mis caderas—, quiero hacer esta misión —anuncié entregándole la hoja—.

—Si deseas puedes ir en pareja —informó—.

Busque inútilmente con la mirada a Sting y a Roge. Tuve que ir sola, debido a que ellos no se encontraban. Regresé al apartamento de Sting para hacer una maleta, empaque todo lo necesario. Le dejé una nota en la mesa y emprendí mi camino a la estación de trenes.

***

—Ya saben lo que tiene que hacer —recalcó nuestro comprador—, los quiero a los tres en la entrada del casino, en horas.

—Ahí estaremos —informó Roge—.

Salimos de un edificio directo al hotel para cambiarnos. Los chicos se fueron a cambiar por unos trajes, posiblemente. No estoy muy segura como se enteraron sobre la misión, sin embargo cuando me di cuenta estaban esperándome en la estación de trenes. Fue sumamente extraño.

Tomé una ducha rápida para cambiarme. Opté por un traje con escote de corazón rojo y un corte de lado izquierdo junto a unos tacones negros. Me puse una peluca negra con un peinado recogido bastante voluminoso para escondí mis llaves como si fueran adornos y un poco de maquillaje para terminan. Solo faltaba mi antifaz negro con plumas rojas en los costados. Al salir y llegar a la sala principal, a medida que me acercaba pude ver a dos hombre esperándome.

Un  nuevo comienzo -Stinglu-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora