Nada

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—Nat—Bucky se giró en la cama tanto como sus heridas se lo permitieron—Nat... oye...

Natasha movió el brazo con un gesto que le indicaba que no le haría caso por más que le hablara. Estaba concentrada, mirando por una pequeña rendija de la puerta de la habitación de Bucky, se las había ingeniado para colocar la lente de la cámara del celular ahí y así obtener pruebas. Y es que detrás de la puerta, en el pasillo para ser más exactos, Sharon, mejor dicho, Tony, con la espalda en la pared, hablaba con el Dr. Strange, el cual acababa de salir de hacerle una revisión a Bucky.

Parecían muy cercanos, hablaban, al menos, con un aura familiar sospechosa; además, lo hacían en voz baja y por lo tanto, cerca uno del otro, faltaba muy poco para que se hablaran al oído.

—Nat, Nat, Nat—detrás de ella Bucky no dejaba de molestar—¡Natasha!

—¡Shhh!

Nat le dirigió una breve mirada ceñuda, y volvió la vista a la pantalla de su teléfono. Vio como Tony y Strange se despedían con unos breves asentimientos de cabeza y miradas cómplices. Entonces, sólo entonces, Nat cerró la puerta por completo y se giró hacia su marido.

—¡Lo sabía! ¡Esa está mintiendo, Bucky! ¡Ni siquiera porque Steve está a unos pasos se detiene! ¡Soberana sinvergüenza!

—Nat, espera...

—Mira—Natasha le mostró las fotografías que había tomado, así como los vídeos—, dime si no se ven sospechosos, James.

Bucky pasó las imágenes poco a poco, y torció la boca con disgustó.

—Tenemos que decirle a Steve—dijo Nat sentándose al borde de la cama de su marido—¿No crees?

—Nat—Bucky apartó la vista de las imágenes y le miró con cierto deje suplicante—, espera más. Esto no nos dice nada.

—Pero James, no puede seguir con ella. Si la demanda de divorcio procede...

—Es que no lo entiendes, Nat. No lo entiendes porque no estuviste con Steve todos estos días.

—¿Qué es lo que no entiendo?

—Él la quiere, en serio, la quiere. Y está convencido de que ha cambiado. Se pasó toda la misión hablando de ello, diciendo cosas como que Sharon era otra persona. Nos tenía hartos, Nat, a Sam y a mí con ello. Además, piensa en que Steve esta en recuperación también, y esto no le hará bien.

Natasha se mordió la mejilla interna y obtuvo su teléfono de vuelta.

—Pero es que...

—Nat, Steve cree que "Tony" si lo quiere o al menos está en camino de ello. Y a él, a él le encanta su nueva mujer. Necesitamos estar completamente seguros, ¿de acuerdo?

Nat asintió y suspiró.

—Bien, pero no le quitaré la vista de encima.

***

Tony se puso de acuerdo con Strange sobre los últimos detalles de la invocación que harían esa noche. Sería en la habitación que ocupaba su cuerpo, Pepper los esperaría ahí con el anillo de bodas de Steve y el médico místico se encargaría de lo demás. Si todo salía bien, le había dicho, al día siguiente estaría en su cuerpo. La pesadilla tendría fin.

Cuando entró a la habitación de Steve, éste le sonrió desde la cama; y Tony pensó que "pesadilla" término usado por Strange para denominar a su particular viacrucis, no era tal, no podía concebirle como tal. Porque incluso los pequeños inconvenientes, como los sostenes y el sangrado mensual, ser mujer, no había resultado mal.

El inesperado despertar a tu ladoWhere stories live. Discover now