Vídeo

15K 1.2K 1.3K
                                    

18+

—¿Tiro ésto? —Carol levantó una hoja de papel, Rhodey levantó la vista y estiró la mano para ver de qué se trataba.

Estaban en plena mudanza. Más pronto de lo que habían imaginado, habían visto cristalizado su deseo de vivir juntos, ellos dos y Sam, de quien podían escuchar sus pasos acercándose por el pasillo del que sería, muy pronto, el antiguo hogar de Rhodey. Estaban, por lo tanto, ayudándole a empacar y a tirar todas las cosas acumuladas que ya no necesitaba. Por supuesto, había muchos papeles que ya no tenían valor alguno, ropa, zapatos y libros, que seguramente donaría. Incluso, encontró un pequeño recuerdo del baby shower de los bebés de Steve, la invitación y un broche de pasta con dos bebés envueltos en sus mantas. Fue la invitación la que llamó tremendamente su atención al abrirla; al leerla, algo chocó en su cerebro, algo ahí daba la razón a Pepper:

Les invitamos al baby shower 

en honor a la próxima llegada de los gemelos 

de Tony y Steve.

Tony y Steve.

TONY.

 To.ny.

¿Qué demonios? Se preguntó y guardó ambos objetos en el bolsillo de su pantalón de mezclilla para mantenerlos apartados de todo el barullo y de cosas. Ahora, estaba esa hoja de papel que Carol le había extendido. Estaba doblada y al principio no parecía tener nada, porque lo que estaba en ella estaba dibujado tenuemente a lápiz. Era un dibujo de Tony, uno sencillo, donde daba la espalda, pero giraba el rostro hacia atrás como mirando sobre su hombro. Le llegó una extraña sensación, sumamente parecida a la que había sentido con la invitación del baby shower.

¿Qué demonios? Volvió a preguntarse. Mientras intentaba recordar de dónde había salido eso, porque, además, sentía que tenía un recuerdo ahí, pugnando por salir de su mente, como cuando se tiene una palabra en la punta de la lengua, pero no se puede pronunciar; Sam atravesó la puerta y se inclinó hacia Rhodey, por encima de su hombro, curioso por lo que su "trieja" veía con tanto interés. Al principio no le encontró lo extraordinario, era un dibujo de Stark, ni más ni menos, no era raro que Rhodey, al ser su amigo, lo tuviera por casualidad. Pero...

—Lo hizo Steve —dijo.

—¿Qué? —preguntó Rhodey girando el rostro hacia él—¿Cómo lo sabes? No tiene firma.

Sam se acuclilló y le mostró una marca al borde de la hoja. Una simple marca azul y roja.

—Steve suele marcar las hojas de sus cuadernos de dibujo con eso—explicó Sam—, vieja costumbre del colegio. Y ya que es un dibujo muy bien hecho, debo suponer que es suyo.

—Oh, ¿de verdad? —Carol quiso ver el dibujo—. Mi primo es muy talentoso en eso.

Sam asintió.

—¿Por qué lo tienes tú, Rhodey?—preguntó Sam y levantó las cejas pícaramente— ¿Te gusta Stark?

—Claro que no—dijo Rhodey, al tiempo que le pasaba la hoja a Carol y ésta reía por lo que acababa de decir Sam—. Debió dármelo, pero no recuerdo porque...lo qué es más, ¿por qué Steve lo dibujó?

—A veces, Steve dibuja lo que llama su atención o lo que tiene enfrente—Sam se encogió de hombros y luego, señaló unas cajas— ¿Me llevo eso?

Rhodey asintió y mientras Sam ayudaba con eso, él pidió de vuelta el dibujo.

—Estoy seguro que Tony me lo dio a guardar—dijo, y sí, curiosamente, estaba seguro de ello—. Pero, ¿por qué?

El inesperado despertar a tu ladoWhere stories live. Discover now