-¡No le daré ni un centavo, usted discúlpese por arroyarme!.

-¡Yo te daré algo, pero serán golpes!

-Haber, haber. –me desabroché el cinturón y bajé del auto. –No hay necesidad de ponernos agresivos, ¿verdad?.  –le sonreí al tipo. –estamos en un semáforo y por lo visto mi, uh, amigo iba adelante, me imagino que fuiste tu el que no tuvo precaución, así que no veo el por qué él tenga que pagarte algo. –me encogí de hombros.

El tipo estaba que echaba humo por las orejas y Liam aun ni se creía el que yo estuviera allí, bueno, tal vez porque yo jamás ayudaba a los demás, pero allí estaba yo, salvando al idiota de Payne.

-¡Ustedes dos están locos!. –gritó el hombre. –Eres un idiota y tu amigo igual, y debe pagar. –el hombre dejo de encararme para tomar a Liam por el cuello de la camisa. Liam palideció y se cubrió el rostro con las manos. Yo apreté los puños.

-Eh, eh, bájalo ahora pedazo de mierda. –dije enojado. –oh… ¿quieres que mi padre se entere de esto?. –el hombre soltó una carcajada.

-¿Y tu crees que a mí me importa quién es tu padre, niño?. –me preguntó con una risa burlona.

-Mmm, depende, ¿a caso ese camión de carga no es de los que trabajan para la compañía Horan?. –el hombre me miró con los ojos entrecerrados. –Oh, perdona, olvidé presentarme. Soy Niall, Niall Horan, lástima que no sea un gusto. –Le sonreí con suficiencia y el tipo rápido soltó a Liam y se puso nerviosa.

-Yo.. yo…

-Descuida, supongo que puedo olvidar lo que acaba de pasarte con mi mejor amigo. –dije elevando los hombros.

-Gracias…

-Sólo si le pagas los daños de su bicicleta, claro está. –el tipo hizo una mueca y yo volví a sonreír.

El hombre regordete le había dado a Liam un poco de dinero para cubrir los daños de su bicicleta, ¡Y el muy idiota no los aceptó!, solo hizo que el tipo le pidiera disculpas y ya, el hombre le sonrió a Liam y le agradeció el gesto luego de pedirle disculpas.

-Eres un idiota. –le dije luego de que el tipo se había ido. -¡Mira que no aceptar el dinero!.

-No tenía porque.

-Pero el jodió tu bicicleta, ¿no?.

-Sí, pero igual trabaja duro para ganar su sueldo, no es justo que yo se lo quite así.

-Pero él quería que le pagaras. –le dije rodando los ojos.

-Lo sé, pero no todos somos iguales.

De Liam Payne me irritaban muchas cosas, y entre ellas estaba su manera de querer ser un puto hippie que solo era amor y paz para todos, era simplemente molesto verlo dejarse pasar por otros solo porque “era lo correcto”, parecía un idiota, pero a él no parecía molestarle.

-Como sea… -miré su bicicleta. -¿Cómo te irás para la escuela?.

-Ummh, supongo que caminando, ¿no?. –dijo como si fuera lo mas obvio del mundo.

Mordí mi labio inferior y acomodé mi cabello para evitar parecer estar nervioso. ¿sería buena idea eso?.

-Bueno, podría darte el privilegio de que yo te lleve al insti. –le dije con una sonrisa arrogante. Liam negó con la cabeza.

-No gracias, no quiero que presumas y luego saques provecho de haberme hecho un favor…dos favores el mismo día.

-Oh, vamos, Liam, somos compañeros ¿no?, solo quiero, uhh, ¿ayudarte?.

Liam elevó una ceja.

-¿Desde cuándo Niall Horan , alias Soy Mejor Que Todos quiere ayudar?.

Desde que te conocí, imbécil.

Negué con la cabeza y le dí un golpe mental –pero doloroso- a mi sub consiente.

-De acuerdo, ya se hace tarde y te tardaras mucho a pie, pero si no quieres venir… -le dí la vuelta a mi coche y me subí en el asiento del conductor, arranque el motor y escuche como la puerta del acompañante se abría y se cerraba. Giré mi cabeza y sonreí con suficiencia y arrogancia al ver a Liam sentado al lado mío.

-Solo conduce, Horan.

-Como quieras, Liam…

El camino había sido silencioso entre nosotros, bueno, de fondo teníamos la buena música de The Killers pero nosotros seguíamos en silencio y eso me estresaba. Aparqué el auto cuando llegamos al instituto y Liam bajo disparado de él luego de susurrarme un gracias.

-¡Ehh, Espera!. –le grité sin pensarlo, la verdad, quería hablar con él.

-¿Qué?. –Liam se detuvo en uno de los pasillos. –Habla, Horan, ya es tarde.

-¿Para qué quieres darte prisa?, ya están en la primera hora y no te dejarán entrar. –Liam miró su reloj y maldijo por lo bajo.

-¿Cómo es que estas tan tranquilo por no haber entrado a clases?.

-Honestamente, no me importa. –le dije con una sonrisa. –como sea… ya no entramos de todos modos.

-¿y que querías?. –cuestionó.

-¿Yo?.

-Si, venías corriendo atrás mío, ¿Qué querías decir?. –fruncí el ceño. -¿habrá sido algo de lo que pasó ayer en tu casa…?. –preguntó apenas audible.

¿Enfrentar los problemas o hacerme el idiota…?, mmm hacerme el idiota.

-¿De que hablas ahora?.

-¡Oh, vamos!, no finjas que no te acuerdas de nada cuando fuiste tu el que empezó!. –Gritó alterado.

-Estas demente. –dije moviendo mi mano restándole importancia y comencé a caminar pero Liam me tomó de la muñeca derecha y me giró.

-¡Eres un completo idiota, Niall!.

-¿Por qué?. –preugnté medio riendo.

-Tu bien sabes por qué. –me soltó las muñecas. -¿A caso te parece gracioso el hecho de haberme besado solo porque sabes que soy gay?. –parpadeé varias veces, ¿Cómo había llegado a esa conclusión?.

-uhm, sí. –mentí sonriendo. -¿por…?.

-Idiota.

-Oh, vamos, Payne, sólo fue un intento de beso, nada más, no siquiera fue uno real. Haces una tormenta en un charco de agua. –comenté cansado.

-No es verdad.

-Oh, ¡si que lo es!, no me imagino cómo te hubieras puesto si te hubiera besado en serio.

Liam abrió mucho los ojos y comenzó a tartamudear queriendo decir algo pero no lo logró. Se me hacía algo divertido ver a Liam con color en las mejillas y hablando como imbécil. Entonces se me ocurrió algo que me hizo sonreír. Miré a ambos lados del pasillo y sonreí aún más.

-Voy a darte algo para que hagas un verdadero drama. –le dije tomándolo de las muñecas y entrando al pequeño cuarto donde guardan los utensilios de limpieza.

Cerré la puerta y empujé a Liam hasta que chocó con la pared, lo aprisioné con mis brazos a ambos lados de su cuerpo y lo besé… de nuevo.

Pero esta vez fue diferente, porque Liam movió sus labios sobre los míos, un poco torpe, pero intento seguir el ritmo, mientras yo enredé mi lengua con la suya y recorrí prácticamente toda su boca… no estaba mal.

Me separé de él y le sonreí nuevamente con suficiencia. Liam respiraba agitadamente debido a que el beso nos había quitado aire y no me quitaba la mirada de encima.

-Ni una palabra a nadie, Payne. –sonreí. – Ya sabes lo de tu beca y esas cosas, ¿de acuerdo?.

-uh…

-Ya sabes… -abrí la puerta del pequeño cuarto y le sonreí antes de salir de allí con una sonrisa sínica en is labios. –que sea nuestro pequeño secreto.

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