~ Capítulo 16 ~

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Esto

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Esto. Es. Increíble.

Y os preguntaréis: ¿Por qué digo esto? Fácil. Mientras yo y Max buscábamos desesperadamente a mi amigo Tristan, que seguro se había metido en un buen lío por mi culpa, Mollie apareció de la nada a nuestro lado... En medio de un supermercado... Menos mal que en este pueblito no hay mucha gente, se hubiera montado una bien gorda si no fuera así...

Pero empecemos desde el principio.

—  ¡Tristan! ¿Estás aquí?  — Me acerco a Max, quien está buscando a mi amigo por el pasillo de al lado. — No lo encuentro .

— Yo tampoco, creo que no está por aquí. Deberíamos buscar por otros lugares. — Asiento algo preocupada, sólo espero que esté bien.

— ¡Alexia! ¡Dave! ¡Tenemos un problema! — Mollie aparece a mi lado en mitad del pasillo. Del susto que me llevé di un pequeño brinco.

— ¡Joder! ¡Mollie! ¡No me des esos sustos! ¿¡Acaso quieres que me dé un paro cardíaco!? 

— ¡Paro cardíaco el que le va a dar al pobre de mi primo! — Eso llama nuestra atención por completo.

— ¿Hablas de Tristan? ¿Lo has encontrado? — Mi tío le pregunta y ella nos mira confundida.

— ¿Encontrado? ¿Estuvisteis con él? 

— ¡Dime, por favor, que está bien! — Ella nos sigue mirando como si no habláramos el mismo idioma.

Qué habrá pasado...

— Bueno... ¡Si te refieres a estar bien encerrado, pues sí! — Ahora somos nosotros la que no la entendemos. Mi mano derecha empieza a perder la paciencia.

— ¡Mollie! ¡Dinos de una maldita vez dónde está Tristan! — La voz de Max nos sobresalta a todos y hace eco en el supermercado.

Mi amiga y compañera parece un poco aturdida por el grito de mi tío, pero pronto se recupera y nos sigue hablando precipitadamente.

— ¡Ya te lo he dicho! ¡Está encerrado! Id a la cárcel del pueblo y comprobadlo vosotros mismos con vuestros propios ojos. — Y como vino, se fue.

¿La cárcel?

— ¿La cárcel? — Vaya, me ha leído la mente.

Max y yo compartimos una mirada de confusión antes de salir corriendo del lugar para ver qué narices está pasando en la cárcel.

Max y yo compartimos una mirada de confusión antes de salir corriendo del lugar para ver qué narices está pasando en la cárcel

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Esto. Es. Increíble.

Ante nosotros se refleja la imagen de un Tristan en calzoncillos encerrado tras unos barrotes de hierro. Cuando llegamos y preguntamos por él, los agentes de policía se miraron un momento y luego nos dijeron lo siguiente:

— Anoche, nos llamaron del supermercado para denunciar la llegada de unos locos que se pusieron a cantar y a hacer gestos extraños mientras iban subidos en uno de los carritos, pero al llegar, se habían esfumado. Más tarde, uno de los vecinos llamó para denunciar el ruido que provocaba un adolescente descontrolado, lo encontramos en mitad de un parque cercano en calzoncillos con una sartén en la mano y en la otra un palo. Se notaba a kilómetros que iba borracho, y lo peor es que tuvimos que soportar que nos cantara durante todo el camino a comisaría en coche para luego llorar como una magdalena imitando una telenovela. — Flipo.

— Antes vino una chica diciendo ser su prima... ¿Vienen a liberarle? 

Cuando por fin salimos de la cárcel, y cuando le conseguí ropa a Tristan, que por cierto tuve que robarle a alguien, pero eso sin comentarios, éste se me abalanzó llorando y solo pude abrazarle

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Cuando por fin salimos de la cárcel, y cuando le conseguí ropa a Tristan, que por cierto tuve que robarle a alguien, pero eso sin comentarios, éste se me abalanzó llorando y solo pude abrazarle.

— Shh... Ya está, ya pasó... — Le susurraba en el oído mientras le acariciaba la cabeza. En ese momento me recordó a un niño pequeño indefenso llorando por no encontrar a su madre en un centro comercial... Cosas que suelen pasar.

— ¿Estás bien, Tristan? — Mi tío Dave se acerca a nosotros y le acaricia la espalda.

Mi amigo sigue temblando y no contesta. Me siento mala persona, ¿Cómo pude corromper a semejante cosita? Tengo que compensarle ésto como sea.

Dave agarra del brazo a un lloroso y asustado Tristan y se lo lleva a casa. Sin embargo, yo les digo que me quedo. Cuando por fin visualizo que ambos hayan desaparecido en el horizonte, hablo a la nada.

— Ya puedes salir de ahí. — Siento una corriente de aire frío y veo cómo una sombra salta desde varios metros de altura y se queda parada justo detrás de mi.

— Vaya, pensé que no notarías mi presencia. — Al girarme veo a la persona más arrogante que he conocido en toda mi vida.

— Es más fácil detectarte de lo que piensas, Blake Dallas. — Su típica sonrisa se asoma en su rostro.

— ¿Qué tal el paseo con el niño llorón? — Ruedo los ojos y suspiro mirando el cielo estrellado.

Ya empieza... Que desagradable puede llegar a ser aveces .

— Pues muy bien, la verdad. Y dime, ¿Qué te parece Tristan? Creo que sería un buen pretendiente para mí, no me gustan mucho los chicos tan... Arrogantes y estúpidos. — "Cómo tú" me faltó añadir.

Aunque eso sea mentira y yo lo sepa... Pero no voy a dejar que insulte a mi amigo.

Veo como una vena palpita en su frente, creo que le he enfadado un poquito. Más veloz que la luz, me estampa contra un muro y me susurra al oído.

— Creo haberte dejado muy claro eso de que eres mía.

— Y yo creo haberte dejado muy claro que no soy de nadie. — ¿Por qué éste chico me pone tan nerviosa? Sólo es un estúpido que no sabe lo que dice.

Sus ojos se vuelven de color rojo, como la sangre, y veo asomarse por su boca un par de grandes y afilados colmillos.

Ahora es cuando debería gritar pidiendo ayuda.

Pero ninguno de los dos se mueve. Ambos nos quedamos quietos, muy cerca el uno del otro, tanto que puedo sentir su respiración mezclándose con la mía. En sus ojos rojos veo el reflejo de un deseo, el deseo de besarme, pero dudo en cumplirlo. Ya las cosas después de cierto beso con Jaden se pusieron tensas para que ahora me bese con otro tío más y poner las cosas aún peor. Por mucho que ahora ambos estemos deseando éste beso, tendrá que esperar.

— Lo siento, Blake. Pero tengo que solucionar algunos problemas antes. — Parece que él sabe de lo que hablo, pues no se enfada.

Lentamente se separa poco a poco de mí, y cuando estoy apunto de decirle adiós, él se me adelanta.

— Soluciona tus problemas rápido. Ya tengo ganas de ese beso. — Y desaparece en la oscuridad.

OcultaTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon