"No me escondo para sobrevivir, lo hago para proteger a los míos"
Cuando desperté, ya sabía lo que tenía que hacer...
Huir.
No podía dejar que me encontraran. No de nuevo. Y con esa idea en mente, llegué a un lugar desconocido para mi, con el objeti...
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Pff... ¿Ahora por qué se callan?
Esos dos entran en la cafetería como si nada, ignorando a todos. Se sientan en la mesa de los dos chicos que estaba viendo antes, y nada más ejecutar esa acción, todo volvió a la normalidad.
Veo a Jill con dos bandejas de comida y que los chicos la miran como si no supieran a dónde iba. Una vez sentada le hablo.
— ¿Seguro que quieres estar aquí? — Pregunto. Veo que me mira sorprendida.
— ¿Eeh? ¡Aah! ¡Sí, no hay problema! Sólo que siempre suelo sentarme con ellos... — Mira a los nuevos ocupantes de la mesa. — Veo que has echo amigos... — Los chicos se presentan y luego nos sentamos todos a comer.
No voy por la mitad de mi comida, un buen plato de carne con puré de patatas, cuando siento en mí cuatro miradas... Levanto mi cabeza y veo a los 4 idiotas de antes mirándome mientras comen.
¡Agg! ¿¡Por qué coño me miran!? Estoy perdiendo los estribos. Relájate, Rudy. Respira...
— ¿¡Por qué me miran!? — Lo digo lo más brusco que puedo, a pesar de que no lo quería así.
— ¡Oh! Tienes que disculparlos. A veces pueden ser como niños. — Dice mientras les fulmina con la mirada. Casi inmediatamente los idiotas voltean a ver su comida, excepto uno...
Dallas... Me sigue mirando como si nada, mientras come lo que parecen ser albóndigas. Lo ignoro cuando por la puerta de la cafetería entra el profesor Wilson Cox, sonrió traviesa sin poder evitarlo.
Esto será divertido...
— ¡Oh, chicos! Disculpadme un segundito, tengo que hablar con el profesor Cox. — Informa Jill levantando su cuerpo de la silla.
Una vez que está lejos, los chicos me hablan.
— ¡Agg! El profesor Cox, ¡no lo aguanto! — Se queja Mollie.
— Me suspendió la asignatura... — Dice Jaden.
— Es un profe muy estricto. Siempre tan serio, ¡Da miedo! Nadie se ha enfrentado nunca a él... — Tristan lo mira de reojo y hace como si le diera un escalofrío.
— ¿Queréis divertiros? — Pregunto con cara de malvada.
— Enséñanos qué puedes hacer. — Me reta Mollie.
Miro a Cox, que habla con Jill, y entonces empieza la función:
Baila.
Wilson acata mi orden y empieza a bailar estilo Michael Jackson.
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