~ Capítulo 23 ~

2.8K 244 5
                                    

— ¿Qué haces aquí, Jill?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

— ¿Qué haces aquí, Jill?

Me giro lentamente hasta ver a la vampira pelirosa. Ella mira alucinada a todas las personas que hay en el bosque.

— ¿Qué hacen todas estas personas aquí? — Algunos curiosos paran de entrenar para mirarla, pero con solo una mirada les indico que se metan en sus asuntos.

— ¿Acaso no lo ves? — Deja de mirar a los demás y me presta atención. Su cara solo muestra duda — Están entrenando.

— Pero... ¿Para qué?

— La guerra.

Alza una ceja en mi dirección, pensando que lo digo de broma, pero al ver mi rostro serio sus ojos se abren con sorpresa y pasea de nuevo la mirada por los de mi especie, quienes trabajan duramente en mejorar sus habilidades.

Me siento orgullosa cuando les veo entrenar. Hacen esto por nosotros, por nuestra especie, por nuestra libertad. Me llena de orgullo pensar que yo estoy al mando de tanta gente dispuesta a darlo todo en una guerra contra los que tanto daño nos hicieron. Para mí, es increíble ver a tantas personas unidas por una misma causa.

Ojalá mis padres pudiesen ver esto. Estarían felices.

Alejo como puedo ese pensamiento de mi mente. No es momento para llorar, debo mantenerme fuerte por el bien de mi gente.

— ¿No vas a responder mi pregunta?

— Vine porque estaba preocupada por ti. Fui a tu casa, pero no estabas. Entonces sentí muchos olores juntos en un mismo lugar, y aquí me tienes.

— Pues... No deberías preocuparte por mí. Soy mayorcita para cuidar de mí misma.

Jill suelta unas pequeñas risas ante mi contestación, por lo que la miro sin entender su actitud.

— Si, bueno... Creo que yo soy mucho más mayor que tu. — Ante mi cara de confusión, explica. — Los vampiros somos inmortales, vivimos durante siglos y siglos.

Genial... Encima inmortales.

El nombre de Blake vuelve a aparecer en mi mente. Cada vez lo siento más lejano. Una mueca aparece en mi cara, que por suerte logro disimular muy bien. ¡Debo concentrarme! ¡Yo misma lo dije, no vine para estas tonterías!

— Bien por ti, ¿Ya has visto suficiente? — Veo como da un paso hacia atrás. Mi voz se ha vuelto un poco más fría y dura cuando pensé en Dallas.

— Siento molestarte.

— Si, yo también lo siento.

Jill no dice nada, pero sé que mis palabras le han hecho daño. Antes de que me de cuenta ya no está. Suelto un suspiro pesado, otra vez no pude controlarme. Últimamente me siento un títere de esta emoción que duele tanto, es algo que nunca había sentido. Me hace sentir desgraciada e inútil, siento como me controla y no puedo detenerla.

OcultaWhere stories live. Discover now