Capitulo 32.

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Al llegar a la azotea, una manta y vino estaban justo en la orilla de esta, todo perfecto para admirar un atardecer, creo.
— pero que ridi...— lo mire esperando su respuesta — pero que hermoso y tierno, vayamos.— corrió a la manta y se tiró encima, golpeo dos veces al lado suyo para que me sentara, obedecí y deje mis piernas colgando en la orilla de la azotea mirando fijamente como el sol comenzaba a ocultarse.
Jeff tomó una copa y la lleno de vino para dármela, mientras que él se empinaba la botella.
— ¿por qué no te sirves?— me queje por las cerdada que había hecho.
—¿sabes hace cuánto tiempo no bebo?, no estoy para malditos vasos.— me reí y tome un sorbo volviendo mi mirada al atardecer.
Era lindo darse cuenta de que aún habían cosas lindas en este mundo, cosas que valían la pena.
— esto es aburrido.— dijo devolviendo mi vista a él, quien también tenía su vista fijada en el horizonte y seguía dándole tragos a la botella.
— es aburrido para las personas que no pueden apreciar la belleza de cosas simples.— me miró de reojo y rió.
— claro que aprecio la belleza, de ti por ejemplo, es menos aburrido mirarte.— quite mi vista de él y seguí bebiendo.
— claro, te burlas de mí.— sirvió más en mi copa y también apartó su mirada de mi.
— bueno, hacías muchos gestos y algunos me daban risa o ternura.— lo mire extrañada ya que hablaba en tiempo pasado.
— ¿cómo que hacía?— dio un trago grande y después se lamió sus labios.
— desde que Lane murió, decaíste demasiado, ya no arrugas la nariz cuando te enojas, ya no te preocupas por mi salud, por cómo le va en el trabajo a Liu, también dejaste de preparar cosas dulces, es más, no cocinas nada.— puse mi mano en su hombro y medio sonreí.
— claro que me preocupo por ustedes dos, solo que, no he tenido ganas de nada, es todo.— el rapido tomó mi muñeca espantándome, pero después su agarre cambio a suave y acerco mi mano a sus labios para depositar un corto beso haciendo que la sangre subiera a mi cabeza. — ¿por qué has...?— ni siquiera sabía que era lo que quería preguntar.
— lo siento, no me pude resistir a hacerlo, tu tacto es tan suave y cálido.— ahora mi mano estaba sujeta por las dos suyas y la colocó en una de su mejilla. Se acercó más a mí, dejó la botella y mi copa a un lado para tomar ambas manos mías. — lo estuve discutiendo con Liu Jane, y...— hizo una pausa y trago saliva —quiero regresar a ser el Jeff de antes, Jeffrey Woods del que tanto estabas enamorada.— me sonroje de golpe y baje la mirada — aún que juré no volver, me internare en un centro de rehabilitación donde, probablemente me mediquen y hagan pláticas ridículas, pero con suerte podre dejar el deseo de asesinar, volver a la sociedad, conseguir un trabajo, tener una familia... — cada palabra que salía de sus labios me sorprendía más y más, ¿era cierto lo que me estaba diciendo?.
           — Jeff, ¿estás consiente lo que estás diciendo?, ¡si vas, querrán llevarte a la carcel!—.
         — estoy diagnosticado como enfermo mental, se podría decir que esas muertas no estaban en mi control, era algo que en el fondo sabía que estaba mal pero algo lo quería, como la droga. la condena es ir a recuperarme.—
   Al parecer el ya había estado internado, podía ver y sentir el miedo desde sus ojos y la forma en la que hablaba, le aterraba la idea de volver, pero si le aterraba, ¿por qué quería hacerlo?.
            — ¿por qué quieres hacerlo?— pregunte con un hilo de voz.
— bueno, hay una razón...— me soltó y volvió a desviar su mirada de mi. — más bien, hay varias personas, Liu es una de las principales, creo que merece que su hermano vuelva, tú mereces a alguien que te proteja y te trate bien, se lo prometí a Lane...— cerró los ojos y agacho la cabeza. — y Marian merece a alguien que de verdad sepa quererla.— una fuerte presión comencé a sentir en mi pecho, ¿qué era con lo que ahora me había salido?, ¿ella que tiene que ver en esto?.
— que estas...— me miró directamente a los ojos y sonrío con un aire triste.
— esto es mi completo rechazo hacia ti, Jane, lo siento.—
Apreté mi mandíbula e instintivamente mis manos se convirtieron puños, sabía que él me había rechazado, pero al ser tan directo, dolía tanto. Mi mano derecha se posó sobre mis labios para no sollozar y me levante lo más rápido que pude, él hizo lo mismo y trató de alcanzarme.
— ¡no!— grite haciéndolo detenerse de golpe.
No era para nada su culpa, es solo que necesito mi espacio, él no tenía por qué corresponderme de la manera que yo quería, no estaba obligado, y esta bien, se aceptar el rechazo, pero solo necesito espacio, como desearía estar en mi habitación con mi rostro hundido en la almohada.
Me deje caer sobre mis rodillas dándole la espalda mientras el mantuvo su distancia, cubrí mi rostro y comencé a llorar.
Si yo ya me había dado cuenta de que no podríamos estar juntos, ¿por qué me empeñé en aferrarme a eso?, no era justo, alguien debió advertirme de lo mucho que me podía pesar esto, apenas salgo de una catástrofe y ya entre a otra, menos dolorosa pero, cualquier dolor es dolor sin importar el grado de gravedad.
¿Por qué estoy tan enamorada? No sé por qué.
Creo que es tiempo de tomarme un tiempo de todo, sé que voy a estar bien, siempre termino estando bien.
Siento como las manos de Jeff me encierran en un abrazo por atrás y su cabeza se entierra en mi espalda, haciéndome tener aún más sentimiento y no poder parar de llorar.
— ¡siento haber caído por ti! ¡Perdóname Jeff!— acaricia mi cabeza tratando de relajarme.
— shhh... No, está bien, perdóname tú a mí. Lo siento.—

-TRUST ISSUES- [+15]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora