Capitulo 14.

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Pasa una semana y nada parece mejorar, Jeff y yo parecemos una pareja con grandes problemas, no ayuda en nada y sigue llegando a casa a altas horas de la noche, ahogado en alcohol y drogado. Y sin Liu no puedo controlarlo.
         — ¡no lo voy a aplastar!— gritaba mientras trataba de acostarse en mi cama pero yo me interponía en el medio.
          — no podemos estar seguros, ve y duerme en el cuarto de Liu, no ha de tardar en llegar— dije mientras lo alejaba. — ya sabes que apestas y vienes muy mal.—
         — mira prometo dejarlo ya, déjame....— lo interrumpí molesta.
         — mira, ya llevas mucho tiempo diciéndome lo mismo y no haces nada, ya me rendí contigo la verdad Jeff.— Lane se despertó y comenzó a llorar.
Jeff me puso a un lado y tomo a Lane entre sus brazos alzándolo y calmado, cosa que nunca había presenciado en vivo, ya que lo hace a escondidas. 
        — mira, Lane quiere dormir conmigo, ¿le vas a negar dormir con su...— Lane comenzó a balbucear.
        — papa.— Lane le había dicho claramente papa a Jeff, cosa que está mal ya que Liu debe ser el padre, no el.
          — no Lane, el no es papa, él es tío.— Jeff lo acercó a su rostro y este comenzó a reír. Después me miró a mí con media sonrisa.
         —¿me ha dicho papa?— asentí y trate de quitárselo, pero Jeff se lanzó con el a la cama y se acurrucaron bajo las sábanas — ya no nos molestes horrenda.— le di un golpe en la espalda y me queje.
  4:50 am. Me senté en la orilla de la cama y cruce mis brazos, nunca puedo dormir bien por su culpa. Me giré a verlos y los dos estaban dormidos profundamente. Me acerqué al oído de Jeff y comencé a hablarle.
         — Jeff...— susurre.
         —¿hm?— mantuvo sus ojos cerrados.
        — ¿te has drogado nuevamente no?— el asintió — ¿eso te hace sentir bien?— volvió a asentir — sabes que cada día estás más flaco, ¿no?— no hizo ningún gesto pero sé que me ha escuchado — creo que incluso estás más flaco que yo.— abrió los ojos y su iris la giro hacia mi, directamente a los ojos.
         — bueno, ahora podrás llamarme plano horrendo.— sonrío.
         — no es sano Jeff, yo soy delgada pero tú no. Estoy segura que tú madre ha de estar retorciéndose en su tumba.— dejo a Lane con cuidado y se sentó recargando su espalda en la cabecera.
         — Jane, deja de hablar de mi madre.— ordenó, me senté a un lado suyo ateniéndome a las consecuencias de que me llegara a golpear.
          — ¿has dejado de matar?, últimamente no has llegado bañado en sangre y dejas tu cuchillo en la sala.— peino su cabello y soltó una pequeña carcajada.
          — bueno, he estado ocupado en otras cosas.— he descubierto que Jeff es más pacífico bajo el efecto de las drogas. — ¿todavía hay pastel?, quisiera probarlo.— niego con la cabeza y la recuesto sobre mis rodillas.
        — pero puedo hacer uno mañana, si es que te levantas de buenas.— ríe nuevamente e imita mi posición — ¿quieres a Liu?—
         — claro, es mi hermano.—
          —¿quieres a Lane?—
          — cuando no llora es adorable.— río yo un poco y cierro los ojos. —¿por qué no preguntas si te quiero a ti?— abro los ojos de golpe y lo miro aún con sus ojos en mi.
         — bueno, es obvio que me odias así que...— me interrumpe y se acuesta boca arriba.
         — no te odio y lo sabes, solo que... Me sacas de mis casillas, no tienes un límite y no sabes cuando callarte.— le doy un golpe en el hombro y da media sonrisa — Jane, tenme paciencia, es lo único que te pido, por favor.— mira el techo y se muerde el labio inferior — te lo digo ahora que es cuando me encuentro calmado por toda la mierda que consumo, sé que mañana amaneceré de mal humor y te gritaré, pelearé con Liu, me enojare con Lane y todo lo que te he dicho esta noche se me olvidara. Te pido perdón, desde lo más podrido de mi corazón.— acerqué mi mano a su rostro pero me detuve por miedo.
          —¿puedo.... tocarte?— dije temblorosa, me miró con una ceja alzada y sonrío pervertidamente.
           — deja me preparo nena— hablo en tono español y fingió desabrocharse los pantalones.
           — no Jeff, no ese tipo de...— me interrumpe.
         — lo sé, haz lo que quieras, aprovéchate de mi estado vegetal.— sin pensarlo dos veces llevo mi mano a una de sus mejillas cortadas y acaricio suavemente.
   Recorro con mi dedo desde la punta de su oreja hasta donde empieza su corte, toco suavemente hasta terminar y separar mi mano.
         — ¿te dolió mucho?— negó
         — mi sentido del dolor se había desconectado en ese momento, después de asesinar a mi familia fue cuando recuperé un poco la cordura y comenzó a doler como los mil demonios.— cerró los ojos y lamió sus labios. — cierto, no conteste si te quiero o no.— abrió nuevamente los ojos y se giró hacia mi. — eres parte de mi familia y elemento muy importante de mi pasado, en pocas palabras, lo único bueno de mi infancia, Liu y yo te queremos como una hermana menor, bueno, mi misma edad pero ya sabes, tú tamaño no ayuda mucho.—
   Por alguna razón la palabra "hermana menor" fue una daga en mi pecho, me incomodaba esa palabra, aún que debería estar contenta de oír esas palabras de un asesino de corazón y cordura podridos. ¿Acaso quiero algo más que hermana menor?
          — pero yo que sé, doy asco, vengo drogado como todas las noches de mi vida y no pienso bien lo que digo, ya que me muera no importara nada.— cerró los ojos y me dio la espalda.
         — Jeff no deberías decir eso tan a la ligera, la muerte no es la solución de todo.— se rió y se giró nuevamente hacia mi, me tomo de las mejillas y comenzó a estrujarlas.
         —mírate, preocupándote por cosas estupidas, tómalo a la ligera Jane, matas mi humor.— lo aleje de mí y fruncí el ceño.
        — ¿cómo quieres que lo tome a la ligera cuando te estás matando en frente mío?— tome su muñeca y baje la manga de su sudadera para dejar ver las cortadas de apenas unos días, las miro el, después me miró a mí y bajo la mirada cubriéndose el rostro con la otra mano, pero sin apartar su muñeca de mi agarre. — prometiste no hacerlo más y mira, son cortadas frescas.— toma mi mano de sorpresa y la gira para ver mis muñecas que en alguna etapa de mi vida también fueron mutiladas.
        — bueno, no puedes regañarme.— se quejó.
         — fue cuando tenía 16 Jeff, lo he dejado, tú tienes 24, debiste haberlo dejado hace años.—

-TRUST ISSUES- [+15]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora