Capitulo 20.

1.7K 104 27
                                    

Tal vez, solo si tal vez, me acostaba con el, podría saber si de verdad es amor o solo deseo.
— ¿qué?...— se giró de golpe y confundido — no puede pasar.— me senté en la orilla de la cama y baje un poco más el vestido de los hombros y agite mi cabello haciéndolo fijar su vista en mi.
—¿por qué no?— pregunte en un tono seductor, debía hacerlo.
— no... no podría detenerme, y no quiero hacerte daño.— me levante y comencé a caminar lentamente hacia el haciéndolo retroceder poco a poco — Jane de verdad, no sé por qué actúas así pero basta.—
Cuando llegó a él rodeó su cuello con ambos brazos y juego con un mechón de su cabello mientras él mantiene sus manos alzadas y evita mirarme a los ojos.
— vamos Jeff...— me acerco a su oído — terminemos lo de esta mañana.— ríe nervioso y en eso suena el teléfono de casa, me quita de encima suyo y corre escaleras abajo a contestar, ruedo los ojos y decido ir a cambiarme y lavarme la cara.
Cuando me pongo cómoda con un una pantalonera negra y una sudadera, lavo mi cara con agua fría para después lavar mis dientes y así sentirme más fresca. Escucho la voz de Jeff gritándome desde abajo.
— ¡Jane!,¡me ha dicho Liu que pases por Lane a las 5:30 a esta dirección que te he anotado aquí!— baje y Jeff dejó el teléfono en su lugar, entrando a la cocina con paso veloz, como escapando de mi.
Era apenas la 1 de la tarde, la dirección estaba ubicada en la ciudad, tardaría unas dos horas en llegar así que de aquí saldría a las 3. Entre a la cocina y lo vi buscando algo en la nevera, este hombre es más difícil que yo o cualquier dama decente. Me recargue en la pared y lo mire torciendo la boca.
— ¿por qué no quieres?, es difícil de creer que me estoy ofreciendo a ti y no te importa, no sé por qué te haces del rogar.— mencione mientras miraba mis uñas; se levanto con un jamón en boca y cerró de golpe el refrigerador haciendo que me estremeciera del estruendo.
— tengo mis razones, además, ¿tú por qué quieres que te destroce?, ¿es que acaso no aprecias el hecho de poder caminar?, lo de la mañana... me agarraste desprevenido, es todo.— por alguna razón me reí a su comentario. —solo no me molestes más, ¿quieres?—.
Torcí los ojos y me senté en la silla de la mesa mientras bufaba frustrada.
         — entonces te irás supongo.— comencé a jugar con mi cabello, el miro la hora y suspiro.
         — me has entretenido demasiado, lo más seguro es que se han ido sin mi. Así que solo me quedaré a ver televisión.— camino hacia la sala y se dejó caer sobre el sofá.
Lo mire por unos buenos minutos, fijamente, sin saber qué hacer, mordí la uña de mi dedo pulgar y mire al techo en busca de alguna respuesta.
— creo que, tomaré un baño...— dije mientras me levantaba y me acercaba a las escaleras.
— asegúrate de usar agua muy fría, para que se te quite lo caliente, digo, por el calor, ¿no?— dijo sin quitarle los ojos de encima al programa.
— Jeff...— llame su atención para tener sus ojos en mí y comencé a bajar el cierre de la sudadera —la puerta estará abierta, por si deseas quitarte el calor también.— deje caer la prenda dejando mi piel completamente al descubierto, su vista quedó clavada en mis pechos por unos segundos mientras su rostro se tornaba rojo, tomo un cojín de su lado derecho y lo colocó en su entrepierna mirando nuevamente el programa y tratando de ignorarme.
Di media sonrisa y continúe subiendo escaleras mientras me bajaba los pantalones quedando solo en bragas y si entiendo como volvía a poner su mirada en mi. Al llegar a la habitación me quite ya la poca ropa que residía sobre mí y entre a la regadera. Necesitaba acostarme con Jeff, en parte sería por, cosas sin incumbencia para el lector, me serviría para saber si quiero pasar el resto de mis días con él o solo me confunde el estar junto a él estos últimos días. Cuando termine de bañarme recordé que había olvidado la toalla, ¿o tal vez no?.
          —¡Jeff!, ¡por favor tráeme una toalla que la he olvidado!— grite mientras escurría mi cabello.
          —¡no!— se le oía cerca, probablemente estuvo espiando todo este tiempo.
          — ¡prometo no hacer nada!, ¡ya me he cansado de tu homosexualidad!— me reí por lo bajo y espere.
  De pronto entra al baño con los ojos vendados con un pedazo de tela y la toalla en mano.
          — tómala rápido.— dijo.
Abrí la puertilla que nos separaba y coloque mi mano sobre toalla y sin pensarlo lo tome de las muñecas y lo metí dentro conmigo arrinconándolo en una esquina, cerré la puertilla detrás mío y él se quedó ahí inmóvil con sus manos en su rostro como si fuera un niño inocente, y claramente no lo es.
          — Jane, déjame salir ahora mismo, te lo ordeno.— lo tome de las mejillas y como había pasado en la mañana me tomo del cuello deteniéndome el paso — ahora.— exigió.
  Deslice mi mano y la metí dentro de sus pantalones, pero con la otra mano sostuvo la mía desde la muñeca y negó mientras reía nervioso. — de verdad no quieres hacerlo, recuerda, soy tu enemigo.— tome su muñeca que sujetaba mi cuello y la acomode de modo que sus dedos entraran a mi cálida boca, soltó mi otra mano y se quitó la tela que cubría sus ojos que ahora no reflejaban ningún brillo en ellos, movió sus dedos jugando y humedeciéndolos en mi saliva mientras yo seguía bajando hasta llegar a mi principal misión.
    Sacó sus dedos de mi boca de golpe y me tomo de la nuca acercándome a él lo suficiente como para sentir el eco de sus palabras desesperadas mientras mis manos ya estaban desabrochando sus pantalones.
          —¿sabes que no tendré piedad, cierto?— miraba mis labios con deseo, esperando a que respondiera para después atacarlos como si fueran su presa.
          — no te pido que la tengas.— media sonrisa se dibujó en su rostro y lamió sus labios para posarse sobre los míos. Ahora sí venía lo chido.

-TRUST ISSUES- [+15]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora